La falta de recreación es uno de los factores que agrava algunos de los males típicos del siglo XX.: el estrés, la depresión y el agotamiento. En nuestro afán por alcanzar las metas profesionales y financieras que nos permitieran mejorar el estilo de vida, hemos olvidado uno de los elementos más importantes que deben caracterizar un buen estilo de vida: nuestra capacidad para recrearnos y disfrutar del fruto de nuestro trabajo.
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Muchos de nosotros nos levantamos en la mañana para ir a un trabajo que no nos gusta. El solo hecho de salir de casa, camino al trabajo, genera un estado de angustia y temor constantes, aunado por el tráfico, el caos y la alta criminalidad que caracteriza muchas de nuestras ciudades.
Al reflexionar acerca de la recreación, conviene cuestionarse si experimentamos suficiente placer durante cada uno de nuestros días, o si la diversión y el goce han pasado a formar parte de las actividades que sólo realizamos un día a la semana o un par de semanas al año.
Varias investigaciones médicas han mostrado que tanto el placer, como la realización de actividades motivadoras y lúdicas, contribuyen al mejoramiento inmediato de nuestro sistema inmunológico, y la activación de los poderes autocurativos del organismo. Al estudiar aquellas personas que han sobrepasado la edad de los 100 años, se han encontrado algunos resultados realmente sorprendentes. No son necesariamente las personas que mejor llevan una dieta alimenticia, o que realizan el plan de ejercicios más riguroso, ni las que visitan al doctor con mayor regularidad.
Lo que se ha encontrado de común en ellas, es que son activas, están involucradas en actividades que las divierten y les produce placer; disfrutan de caminatas matutinas, trabajan en el jardín o se sientan en el parque a gozar del atardecer; Son seres que ríen y lloran de alegría con gran facilidad; son personas que han aprendido a disfrutar los placeres simples de la vida.
Por esta razón es importante que realices un autoanálisis que te ilustre sobre aquello que haces, que te genere placer y alegría, que te distensione, que describa brevemente aquellas actividades que amas al hacerlas.
Recrearse es apartar nuestra mente, nuestro cuerpo o nuestra atención, de actividades que por su intensidad, o por haber ocupado gran parte de nuestro tiempo puedan estar produciendo agotamiento, cansancio mental o físico. Las grandes multinacionales han descubierto que cuando sus ejecutivos dejan de tomar vacaciones por períodos de tiempo demasiado prolongados o cuando su trabajo intelectual no se ve balanceado por actividades de otra índole, su productividad, creatividad y capacidad de solucionar problemas y tomar decisiones se ve afectada negativamente.
Sin duda alguna, estas medidas, llegan como respuesta a las insistentes y continuas demandas por parte de tu ser recreativo. Lo cierto es que las actividades recreativas y de esparcimiento son la solución a mucho más que al simple agotamiento en el trabajo. Por esta razón precisamente es que no sólo es importante, sino vital, sentar metas que respondan a las necesidades de esta área de tu vida.
Es fundamental para tu desarrollo físico y mental, que te asegures de tener suficientes actividades recreativas en tu entorno.
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Un cuerpo fuerte y una mente despierta trabajan en armonía para alcanzar el éxito. Finalmente, éstas pueden ser también un vehículo afectivo para lograr un mayor acercamiento con tus seres queridos. No olvides que las actividades de esparcimiento pueden ofrecerte una fuente inagotable de alternativas al momento de premiarte por el logro de una meta en cualquiera de las otras facetas de tu vida.
No pierdas de vista que para mantener un equilibrio en esta área, debes mantener la satisfacción y el balance en los diversos papeles que debes asumir en tu vida. Si bien es cierto que en la diversión debes involucrar a la familia (pareja e hijos), en ocasiones es muy importante compartir sólo con tu pareja y buscar quien cuide los niños para poder estar tranquilos y relajados. También debes ser sensible ante las necesidades de tu pareja e hijos y respetar sus propios espacios de diversión con sus amigos, amigas, compañeras de trabajo, hermanos o padres.
Camilo Cruz