Esta guía está escrita para todas las personas interesadas en desarrollar los valores espirituales. Es una guía indicada principalmente para los que comienzan en la búsqueda de la verdadera Vida, sin embargo, los más avanzados también encontrarán gran ayuda en ella.
Llevad a la práctica cada uno de estos comentarios por separado hasta que adquiráis cada una de las virtudes correspondientes.
Meditad profundamente sobre el significado de estos pensamientos y encontraréis algunas de las más elevadas normas para acelerar el desarrollo espiritual, y para ascender a un nivel superior de conciencia.
Recordar que: Dios es Luz, y que cuando vosotros estáis en la luz de estas verdades, estáis en Dios. Sin embargo, cuando os ponéis negativos estáis en la oscuridad y eso os impide ver la verdadera Luz.
Tened siempre presente las siguientes frases:
“El que quiera ser el primero debe ser el último y el servidor de todos” y “El servicio amoroso y desinteresado que hacemos a los demás es el camino más corto, más seguro y más gozoso hacia Dios.”
“Que los Ángeles os acompañen e iluminen vuestro camino”
Francisco Nieto Vidal
INTRODUCCIÓN
El ser humano es un Espíritu diferenciado “por” y “en” Dios, este Espíritu tiene todas las posibilidades latentes de su Padre, las cuales debe trasformar en poderes dinámicos por medio de una peregrinación a través de la materia.
Los primeros pasos en el sendero fueron dirigidos a vencer el aspecto animal y pasional, y para ello tuvo que desarrollar la voluntad y la mente. Actualmente estamos -y es nuestro deber- utilizando la voluntad y el razonamiento para vencer las tentaciones de maldad y pruebas egoístas que nos trae el destino y la vida misma; hemos vencido muchos aspectos de la personalidad egoísta y separatista, pero aún nos queda mucho camino por recorrer.
Las Leyes de Renacimiento y Consecuencia (ver “El desarrollo espiritual después de la muerte” del mismo autor) hacen que tengamos un determinado destino según nuestras acciones en la vida anterior, -cosechamos lo que sembramos- y gracias a ese destino y según cómo le hagamos frente, así tendremos más oportunidades de adquirir más o menos desarrollo espiritual.
Cada persona es un mundo porque su evolución individual es diferente a la de los demás, sin embargo, todos tenemos a nuestro alcance las mismas posibilidades de espiritualizar nuestra personalidad y elevar nuestra forma de pensar y sentir respecto al prójimo.
Todas las religiones son válidas y todas las culturas y filosofías han sido y son útiles a quienes las practican de acuerdo a su desarrollo moral, intelectual y espiritual. Todas son, al fin y al cabo, senderos que llevan a la misma cima de la montaña donde está el Sol que alumbra a todos. Sin embargo, hay una filosofía que sirve a todas las personas sin importar el sendero que sigan actualmente, esa filosofía es la que intentaré explicar en este pequeño libro, como tantos otros lo han hecho antes que yo.
Mi único deseo es que estos comentarios, a modo de filosofía de vida, sean útiles a las personas que desean elevar su moral, su voluntad y su Espíritu. Espero que estas humildes y sencillas palabras lleguen al corazón y a la conciencia de las personas para que cada una aporte su granito de arena en la construcción de un mundo más humanitario, amoroso y fraternal.
Sería una gran satisfacción para mí saber que se cumple lo que en mi “imaginación” observé una mañana al despertar y que me hizo muy feliz, pero me conformo con que esta pequeña obra llegue a quien la necesite y a quien verdaderamente la busca.
Cada uno de nosotros encontramos en cada vida lo que necesitamos para nuestro desarrollo y evolución. No sé si este libro estará en el destino de muchas personas y, por lo tanto, agradezco a Dios haberme facilitado la labor y la posibilidad de escribirlo, pero si representa una oportunidad o prueba en mi vida, afirmo que lo he escrito de todo corazón y con mi mayor empeño para que las personas que lo lean perciban el mensaje del Espíritu que está por encima de la personalidad.
“Que la Voz del Espíritu llegue a vuestros corazones y la Luz del Alma alumbre vuestras conciencias”
EL AUTOR
LA INVITACIÓN DEL MAESTRO
(Un hecho que pudo haber ocurrido)
Erase una vez, un grupo de personas que sentía la necesidad de elevar su desarrollo espiritual haciendo algo por la humanidad. En su búsqueda por diferentes caminos, conocieron a una persona muy mayor que les habló de lo que es la Filosofía Oculta y de la naturaleza de los Ángeles. Éste descubrimiento hizo que se interesaran por cambiar su vida para intentar parecerse a ellos, y decidieron ponerse a trabajar en favor del Espíritu. Después de pedir consejo al anciano él les dijo….
“-Es bueno para el Espíritu alimentarle todos los días como alimentamos el cuerpo material. Yo os digo, que si os queréis ganar el cielo trabajando como humanos, es conveniente que empecéis a llevar a la práctica las enseñanzas de los Maestros, éstas son el resultado de la Sabiduría Oculta. Si caéis una y otra vez y os resulta difícil seguir, no os preocupéis, pero tampoco dejéis de intentarlo, porque el que persiste siempre vence.”
“-El Sendero que lleva al mundo de los Ángeles es duro y tiene muchos abismos donde podéis caer, pero con cada dificultad superada obtendréis más fuerza para superar la siguiente, sin embargo, no os olvidéis de tener la mente siempre en nuestro Padre que está en los Cielos y que nos da aliento para que lleguemos cuanto antes a su regazo.”
“-Ha llegado el momento en que vosotros comencéis a caminar por este sendero de Amor, de abnegación y de sacrificio, y de que seáis un vivo ejemplo de lo que es vivir en el Cielo estando en la Tierra. Id por los caminos del Señor y alumbrad a los que os acompañan para que no tropiecen por culpa de la oscuridad, y no os preocupéis por nada, pues los Ángeles están con vosotros y os protegerán de muchos peligros.”
COMENTARIOS
(Coged un comentario de acuerdo a vuestra necesidad, meditadle, llevadle a la práctica y persistir hasta adquirir la perfección de lo que éste representa)
No pienses que puedes vivir aislado de los hombres malvados o ignorantes, ellos representan tu pasado, aunque en menor grado. Si permites que la idea de separatividad crezca en ti, te crearás un karma que te unirá a esa persona hasta que aprendas que el ser humano no debe buscar su progreso espiritual de una forma aislada y egoísta.
Si te halagan y hablan muy bien de ti, cierra tus oídos para no caer en pensar que eres más que otros; si hablan mal de ti, no te molestes ni enfades, pueden estar en un error o pueden estar diciéndote dónde tienes que superarte, sin embargo, apénate por ellos porque están creándose una deuda. Procura no dar motivo para que critiquen y habrás actuado correctamente en todos los casos.
Alaba todo lo bello de las personas y del mundo. Siempre que veas algo que no te gusta en alguien o cuando te venga un mal pensamiento sobre una persona, concéntrate en alguna de sus virtudes y, si no las conoces, fíjate en cualquier detalle bonito en él y concéntrate ahí hasta que los malos pensamientos se hayan ido.
No desprecies la vida por muy pequeña que sea, porque esa vida también es parte de Dios, observa esta norma: “Respeta la vida como lo hacen los que la aman”. Aunque esa vida sea muy inferior es parte de la Vida Universal.
“El hombre es lo que piensa en su corazón”. Si piensas con odio, atraerás y mostrarás odio; si piensas con amor serás un mensajero de amor allá donde te encuentres. Piensa que tus vibraciones emiten lo que estás pensando y afectas a los demás.
Hay un ser llamado Guardián del Umbral al que algún día tendrás que vencer con tus mayores fuerzas, pues es el resultado de todo el mal que has hecho a lo largo de tu desarrollo y evolución.
Sin embargo, no pienses que estás solo, porque también tienes contigo el Ángel de la Presencia, que es todo lo contrario y siempre está a tu lado para ayudarte en tu empeño por ser mejor, escucha su voz y él te guiará por el Sendero.
Si escuchas críticas contra otra persona no entres en el juego, procura quitar importancia y disculpar al que lo hace, haciendo ver que todos tenemos cualidades y que cometemos errores por nuestra ignorancia.
No te sientas nunca separado de los demás, aunque estés sólo, debes ser como una estrella que da luz a todos y no la adquiere de nadie. El gozo del mundo debe ser tuyo, pero también deben serlo los padecimientos de los demás.
Todos hemos vivido muchas vidas en la Tierra, en cada vida ponemos causas nuevas en acción que manifestarán su efecto en la siguiente, así estamos pagando deudas y recogiendo los premios que merecemos de vidas pasadas. El destino de cada vida es el efecto del carácter que tuvimos en la vida pasada, por tanto, sé un aliciente de felicidad donde te encuentres y ese carácter benevolente hará que la próxima vida sea placentera. Un carácter que contenga odio, venganza, orgullo, pasión, sensualidad, envidia e intolerancia, tendrá unos efectos muy perjudiciales en la próxima vida, por consiguiente, analiza tu carácter y cámbialo cuanto antes.
Valora tus amistades y procura no romper los lazos invisibles que os unen, porque gracias a ellos alcanzarás las metas previstas en tu destino y avanzarás lo estipulado en el sendero de sabiduría.
La mayoría de las personas pierden la mayor parte de su vida satisfaciendo sus deseos de placeres. A veces tienen deberes y procuran dejarlos para otros mientras ellos descansan; otros son responsables de un trabajo que beneficia a los demás y no se hacen responsables porque prefieren perder el tiempo en cosas sin importancia; otras veces tienen la oportunidad de ayudar a alguien que les necesita y prefieren no mirar. No saben que se están creando deudas con esas personas y que algún día tendrán que hacer algo por ellos, pero además, están perdiendo una gran oportunidad de desarrollo interno.
Cuando cultivas tu carácter para espiritualizarlo, estás abriendo tu conciencia a la influencia del Poder del Espíritu o Yo Superior. Es bueno que tengas fe en ese Poder para que él te mande sus mensajes, porque te ayudarán a mantener la paz y la armonía interna, pero es mejor aún que te familiarices y hables con él, porque él te escuchará y te responderá adecuadamente. Cuéntale cuáles son tus ideales y esperanzas pero no le exijas, pues él sabe bien lo que te corresponde y cuándo lo has de recibir.
Es conveniente que estudies tus defectos porque ellos mismos hacen que veas el mundo de otra forma. Los defectos son como las manchas de un cristal, si no se hace una buena limpieza y te esfuerzas por mantenerlo limpio, llegará el día en que lo verás todo oscuro. Estudia tus actitudes en cada circunstancia y con las personas que te rodean y se sincero a la hora de juzgarte.
Si sufres de alguna enfermedad no estés de mal humor ni te desesperes, pues no conseguirás nada más que hacer sufrir a los que te rodean. Piensa que te estás quitando una deuda de tu destino como el que quita una mancha de su traje; una vez quitada, ya no vuelve a salir. La enfermedad es el resultado de las irresponsabilidades, de la ignorancia y de las debilidades del ser humano. Su único fin es que tomemos conciencia de la necesidad de cuidar el cuerpo físico y de lo que no debemos hacer con él.
Procura tener control sobre tu mente para que no se vuelva egoísta y personal, y no se fije en las necesidades del mundo. No permitas que te haga creer que siempre tienes razón; no permitas que te haga creer que eres un líder y caigas en una falta de humildad; no permitas que te incline a hablar siempre tú pensando que eres el más inteligente; no permitas que te anime a utilizar tu popularidad o carisma para aprovecharte de las circunstancias; no permitas que te incline a mandar, dirigir y organizar como si todo fuera tuyo cuando es también de los demás. Piensa que tú puedes y debes hacer lo que hacen los demás por muy bajo que te parezca, de esta forma y sin darte cuenta serás el más grande.
Debes saber que con cada pensamiento, palabra y obra buena que hagas estás haciendo un ahorro en el “Banco Universal”. De esta forma, cuando los Ángeles administradores del karma individual lo crean conveniente, te darán un premio como recompensa (aunque sea llamado suerte o casualidad) Pero si tus obras y sentimientos no están en esa línea, no esperes nada porque nada has ingresado en el Banco. Pero también es cierto que el que mucho recibe en esta vida gracias a personas serviciales y altruistas, debe hacer lo mismo para compensar la balanza, de otro modo lo perderá.
“El amor nunca se acaba” dice el Libro Santo. Haced todo con amor: si escribís una carta hacedlo con amor; si estrecháis la mano, hacedlo con amor; si os dais un beso, dadlo con amor. ….Pero también: si hacéis algo que os repugna, hacedlo con amor; si os tenéis que reunir con personas que no son de vuestro agrado, habladles con amor; si os dan de lado, admitidlo con amor.
Si eres humilde te llevarás bien con los humildes; si no eres orgulloso, no te caerán bien los orgullosos; si eres orgulloso te encontrarás bien con los que no intentan estar por encima de ti; pero si eres orgulloso y hay alguien que puede estar a tu nivel o por encima, no lo admitirás de buen grado. Es mejor ser humilde y llevarse bien con todos.
A la hora de comer hazlo con un sentimiento de agradecimiento a Dios por permitirte y darte todo lo que tienes, pero no te olvides del agricultor y de todo aquel que produce los alimentos. Además, yo sugiero que te acuerdes de aquellos que no tienen nada que llevarse a la boca, calcula el valor de lo que desperdicias y, cuando llegue el momento, da un donativo por ese valor.
“No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti, trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.” Esta práctica tiene varias ventajas, 1ª: Os hace magnéticos ante las personas que os rodean, 2ª: Os aporta beneficios por medio del destino y, 3ª: Os favorece el éxito.
Lo mismo que un niño nace después de un proceso de formación y después hay que alimentarle para que se haga fuerte y sano, así mismo hay que hacer con el Yo Superior. Cada buen pensamiento, sentimiento y obra que hacéis altruista y amorosamente a los demás, es un alimento que hará que el Yo Superior sea fuerte ante las tentaciones y pruebas de la vida.
Si alguien te cae mal, no te fijes en sus defectos para luego contarlos a tu manera y buscar apoyos y comprensión por parte de tus amigos, de esta forma les estás haciendo colaboradores de tus críticas y ellos también se verán implicados en tu karma. Pero si no hablas de sus defectos, sino que insinúas simplemente que hacen cosas que no están bien, debes saber que también estás haciendo mal porque estás dando motivos para que tus amigos piensen en las posibles maldades que ha podido hacer.
El mayor Maestro de la humanidad dijo que “Cosechamos lo que sembramos” y “Dad y se os dará, medida buena y apretada…” Hay quien predica que cuando nos piden siempre hay que dar; otros dicen que cuando se sabe que es para alcohol, drogas, etc. es conveniente no dar porque colaboramos con el mal.
Yo digo que cuando se da una limosna hay que darla con un sentimiento de amor porque: “Aunque yo diera todos mis bienes a los pobres y aunque me dejase quemar vivo, si no tuviere amor de nada me serviría.”
En cualquier situación que te encuentres y ocurra lo que ocurra, busca siempre el bien porque esa forma de pensar aumenta tus tendencias de éxito, felicidad y atracción. Alaba todo lo bueno que veas en los demás, aunque sea una cosa sin importancia, porque eso aumentará tu buen karma con todas las personas. Perdona siempre a las personas por mucho mal que te hayan hecho, porque eso disuelve los pensamientos que tengas contra otro y los borrarás del “Libro de Dios” para no tener nada en contra de ellos. Por el contrario, nunca tengas odio, envidia, rencor ni ánimos de venganza, porque eso impedirá cualquier clase de éxito y te traerá sufrimiento después de la muerte. Deja a la Ley lo que es de la Ley y no tomes su puesto en ningún sentido.
Procura no enfadarte con el prójimo y pide disculpas a la mínima que ocurra algo. Da un buen resultado para la salud y mantiene una posición de felicidad en la vida el simple hecho de ser amable, simpático y cariñoso con los demás. Ten esto presente siempre y acuérdate de pedir disculpas, verás como después te sientes en paz. Es preferible aguantar una ofensa antes de discutir con la persona.
El estudio es importante, extraer conscientemente el fruto de las experiencias lo es más porque te hace sabio. Estudia cómo puedes ayudar a los demás sabiamente y con discernimiento entre lo verdadero y lo falso; estudia sabiamente si lo que haces está de acuerdo con las Leyes Divinas; estudia sabiamente si tu Yo Superior aprueba lo que haces; pero sobre todo, estudia sabiamente que los demás no te tengan por sabio.
Si anhelas algo procura que sea: El Amor que abarca a todos los seres aumentado en proporción a las necesidades del que lo recibe; la Riqueza que consiste solamente en la abundancia de oportunidades para servir al prójimo; el Poder que contribuye a la elevación de la humanidad; y la Fama que capacita a la persona para diseminar mensajes como estos para todo aquel que busca la verdad.
Hay tres formas de borrar los pecados del “Libro de Dios”, 1ª: Pedir perdón de todo corazón a la persona que has ofendido o dañado, 2ª: Arrepentirte de corazón ante Dios y ante tu Espíritu, y 3ª: Visualizar el hecho, (una vez acostado y relajado) como si lo estuvieras viviendo, pero sintiendo tú el dolor causado y, después, proponiéndote no volver a caer más en ello.
Procura ser feliz viendo todo lo bello del mundo y de las personas que te rodean, debes saber que: Fijarse sólo en lo “malo” y pensar en ello o en los problemas que tengas sólo traen mala salud, malos sentimientos, malas vibraciones y, en general, crearás un mal ambiente allá donde te encuentres. Lo peor de todo es que ese mal ambiente debilitará tu voluntad y tu optimismo y no serás la misma persona.
Las personas que trabajan como militares, los políticos, la policía, los jueces, y todas las profesiones, son personas y hermanos tuyos que han elegido esa profesión en esta vida. Antes de renacer se comprometieron a hacer lo mejor posible su papel en la profesión, (como tú el tuyo) no les juzgues por sus errores, porque si tú fueras ellos, harías lo mismo, ya que no serías lo que eres ahora; pero además y por tanto, tampoco pensarías como piensas ahora.
No te dejes llevar por los rumores y chismes que te cuenten, seguramente que los han aumentado y cambiado pues, al fin y al cabo, a ti no te incumben. Mantén la mente limpia de negatividad y alerta ante estos casos y sé comprensivo y tolerante ante los errores de los demás, además y, si puedes, haz ver a quien te lo cuenta que no está haciendo bien.
Esfuérzate por perder todo cuanto haya en ti que cause dolor a los demás. Cuida tu lenguaje para que no hiera, para que no ofenda a otros con menosprecio, para que no critique ni se burle de nadie, y para que no disfrute hablando de las debilidades de los demás. Desarrolla la sensibilidad y lo tendrás más fácil de superar.
Procura tener siempre presente que eres hijo de Dios, porque así, aunque te ocurra algún problema no te perturbará porque sabes que Dios no puede fracasar y, si algo fracasa, no es real sino parte del Plan de Dios y algo necesario. Quizás sea culpa tuya, pero si lo has hecho con la mejor intención, puedes pensar que todo está bien.
Cuando veas a alguien dominada por un mal hábito, no le repudies ni huyas de él porque es un Alma joven que no ha aprendido aún a vencer sus deseos. Tu deber es ayudarle y no despreciarle, debes estar en contra del pecado pero no del pecador, si no actúas así, serás peor que él y perderás el sentimiento de fraternidad.
Es aconsejable que en momentos de armonía y felicidad espiritual, te sientes, te relajes y apuntes todo lo que recuerdes de tu pasado que te haya causado temor, vergüenza, enfados, etc. Según escribas y vivas los hechos con ánimo de olvidarlo como una etapa pasada que ya no volverá, sentirás alivio mental y emocional. Cuando acabes, rompe el papel, pero recuerda una cosa, no escribas los nombres de las personas implicadas.
“El servicio desinteresado y amoroso a los demás es el camino más corto, más seguro y más gozoso hacia Dios”, dice la Biblia. Haz algo por los demás en ese sentido en cualquier ocasión que tengas y serás feliz en tu Espíritu.
No hables tanto y razona más para no molestar con tus palabras, para no ofender, y para no tener que arrepentirte.
Procura actuar siempre en nombre del Espíritu, no culpes a otros de tus errores y sé sincero contigo mismo. Si tienes que decir la verdad u opinar honradamente, no te calles ni tengas miedo a otro por el hecho de que tenga poder o sea más inteligente que tú; si tienes que defender a un amigo ante la mentira de otro, hazlo sin vacilaciones y tendrás la conciencia tranquila; escucha a tu conciencia y actúa en consecuencia.
Una vez en el sendero de perfección, ten cuidado en no caer en pensar que eres más que los demás. Al principio se cometen dos errores: 1º. Que según superas las pruebas y los defectos, criticas al prójimo cuando ves que hacen algo que tú no ves bien y que no haces. 2º. Que te crees tan bueno y sabio que huyes de los “malos” por el hecho de que no están en tu nivel; eso demuestra tu gran ignorancia y falta de comprensión y tolerancia. Tienes que comprender dos cosas: 1º. Que quizás hayas superado o tengas que superar lo que estas criticando y, por consiguiente, has sido o aún puedes ser como esas personas. 2º. Que en ese caso estas siendo peor que ellos porque tu sabes algo que ellos aún no lo saben.
Cuando te acuestes reza alguna oración con el corazón; da gracias a Dios por tu vida; por los medios para vivir; por tu familia; por todo lo bueno que te ocurre; por lo malo, porque gracias a ello también aprendes mucho. Pide a Dios por las personas que sufren de hambre, sed, frío, enfermedades y soledad; porque se acaben las guerras y todo el mal del planeta; pero, sobre todo, no te olvides de pedir por tus enemigos.
Hay quien piensa que, (por ejemplo) teniendo siempre presente frases como esta, “No debo enfadarme”, no se enfadarán. Yo digo que cuando uno se enfada a menudo, no debe obsesionarse ni luchar contra ello, sino pensar en la calma, la paz, la benevolencia y en palabras similares que estimulen los buenos sentimientos. De esta forma se expulsa el pensamiento que no desean y que les afecta a la mínima que surge cualquier problema.
No tengas ningún tipo de orgullo por muy elevado que te encuentres, cuídate de no tener orgullo de no ser orgulloso o de ser muy humilde. Se simplemente modesto para no atraer la atención de los demás.
La fuerza de la vida emana del Espíritu, si algo actúa contra éste repercutirá en la salud, por eso, cuando la persona se encierra en pensamientos negativos, está creando una corriente destructiva que repercutirá incluso en el aspecto físico. Nunca creas en el poder del mal y no te verás limitado por tus propios pensamientos y sentimientos; crea formas de pensamientos de fortaleza, de confianza en el poder del Espíritu, de seguridad y de éxito, y destruirás todo lo malo que te rodea. La felicidad sólo reside en la mente.
Procura ser más atento con los que te rodean ante la necesidad de afecto y consuelo. Todas las personas tienen preocupaciones o necesidad de afecto y simpatía, toma como norma ser afectuoso y simpático y llévalo a la práctica teniendo algún detalle con ellos; por ejemplo: ayúdale a ponerse el abrigo, recoge lo que se les ha caído, dales preferencia a ellos ante cualquier circunstancia, etc.
Las cosas no son buenas ni malas sino que tú lo haces con tu manera de pensar. No permitas que la mente sea dominada por bajos deseos y sentimientos malévolos y tu actitud será buena en todos los sentidos. Recuerda que todo pensamiento, palabra y obra queda grabada en la memoria de la naturaleza y algún día tendrás que recibir el fruto de todo ello.
Si quieres acelerar tu perfección, no te aísles del prójimo porque sin el prójimo apenas conseguimos nada. Ellos son tus pruebas, tentaciones, maestros y medios que necesitas para elevar tu personalidad y para espiritualizar tu carácter.
Mantén la mente siempre positiva y no inmóvil y pasiva, porque el pensamiento positivo cierra la puerta a todo lo negativo que te rodea en tu atmósfera mental. Cuando tengas problemas, pérdidas, alejamiento de amigos, etc. no mantengas estos pensamientos activos en tu mente porque te crearán depresiones. Invierte el proceso y piensa en Dios y verás como adquieres fortaleza y atraes el éxito.
El deseo personal y egoísta esclaviza a la persona. Hubo un tiempo en que el deseo te familiarizó con lo material e hizo que evolucionaras mucho; después te hizo egoísta y eras capaz de matar por conseguir algo; ahora debes transformar los deseos para que éstos sean altruistas y no te dominen, de esta forma purificarás tu conciencia.
El tener un defecto a veces implica no ver otros. El que tiene orgullo puede tener complejo de superioridad, vanidad, arrogancia y falta de humildad, ¿Cuál tienes tú?
El Servicio es uno de los requisitos necesarios para alcanzar la plenitud interna. Para alcanzar el éxito debes esforzarte a diario para encontrar algún motivo donde servir a los demás de alguna manera desinteresada. Debes saber que cuando se sirve en las pequeñas cosas, estás facilitando la posibilidad de servir en otras más grandes.
Olvídate de los errores de tu pasado y ten fortaleza mental para hablar siempre de éxito, buena salud y prosperidad; habla con entusiasmo; lleva siempre una sonrisa en los labios; haz que tus amigos sientan el aprecio que les tienes; siente satisfacción y alegría por vivir y supera los problemas pensando en Dios.
Nunca mires ni te fijes en los demás para señalar sus defectos, sino para aprender de ellas lo que no debes hacer, no tengas tampoco sentimientos de que eres mejor que ellos porque aún puedes caer en esos mismos defectos, sólo piensa: “Procuraré no caer yo en ello.”
Si te esfuerzas en adquirir conocimiento y práctica en el ocultismo y en la ciencia cristiana, pronto te harás un líder al que otros admirarán. Pero ten cuidado y practica la tolerancia y la comprensión porque tarde o temprano otros llegarán a tu nivel, y entonces, estos que hasta ahora callaban y obedecían querrán exponer sus ideas frente a las tuyas. Cuando esto ocurra, sé humilde y no sigas queriendo imponer tus conocimientos, quizás alguno esté preparado como tú o más, y entonces surgirá la confrontación que nunca debe existir.
No rechaces a las personas por su aspecto físico ni por sus defectos, porque dentro pueden ser más perfectos que tú. Quizás sean así porque se están quitando unas deudas del destino atrasadas, sacrificándose así para mostrar toda su belleza en la próxima vida. Además, ¿te gustaría que te lo hicieran a ti?
Cuando estás todo el día pendiente de tus pensamientos para que sean positivos estás: Caminando hacia el cielo; aumentando tus vibraciones; dando ejemplo de una vida espiritual; elevando tu conciencia; aumentando la luz que atraerá al Maestro; etc. Si dejas que la mente se deje llevar por lo terrenal y negativo: Estás adquiriendo defectos o malas costumbres; estás cambiando los colores de tu aura; atrayendo espíritus de baja vibración; y terminarás siendo presa de lo material para que, al final, no te sirva de nada.
Después de cierto crecimiento, si aún deseas crecer más con tal de ser superior a los demás, ¡ten cuidado! porque tu “yo separatista” te puede hacer caer. La solución está en no ceder al deseo de grandeza y ser indiferente a ese hecho. No es pensando en ti como se haya la felicidad, sino en cómo puedes hacer avanzar a los demás.
Si te sientes cansado, si fracasas, si te traicionan, si ignoran tus esfuerzos y son ingratos, si no te comprenden o te desprecian, si tus ojos lloran de dolor e impotencia, vuelve a empezar de nuevo olvidando todo lo pasado, como si fuera una nueva vida, perdonando a todos y, sobre todo, teniendo fe en que el que persiste vence.
No quieras llevar la voz cantante siempre que hables con otros, no quieras tener siempre la razón, no impongas tú la última palabra, no te metas en las cosas de los demás, guarda en secreto lo que te han contado en confianza. Es preferible hablar menos, pensar más antes de hablar, no decir cosas que no sirven para nada, dar oportunidad a que otros expresen sus ideas, pero sobre todo, no te burles u ofendas a quien no sabe tanto como tú. Cuando veas a alguien decaído, triste y con problemas, tiéndele una mano aunque sólo sea dándole ánimo y palabras de consuelo, a veces vale más que cualquier otra cosa material y también así se gana el cielo.
La confianza en uno mismo aporta la fuerza del Espíritu, y la fuerza del Espíritu es la Fuerza de Dios que impulsa. De esta forma, la confianza en uno mismo es confianza en Dios, tú eres Dios y confiando en Dios confías en ti mismo que eres parte del Gran Yo. No estés nunca satisfecho con el nivel obtenido porque eso representa una parada, vive en el futuro intentando superar el presente.
Procura comprender a los demás cuando hacen cosas que te molestan, ponte en su puesto. Quizás estén pasando una mala crisis en su economía, trabajo, matrimonio, etc.; o quizás sólo sea ignorante de como vencer esos problemas y necesite tu ayuda; quizás sea una prueba en tu destino para ver como respondes; quizás no tenga a nadie que le comprenda y le dé un poco de comprensión.
En cada etapa que alcanzas crees que has obtenido la Verdad y la verdadera vida, pero no tardarás en darte cuenta de que hay algo más elevado. Cuando esto ocurra, debes deshacerte de lo inferior antes de alcanzar lo superior que tanto anhelas.
Respeta las culturas y religiones de los demás, si estás donde estás es porque tú has pertenecido a esas mismas o a otras similares y te has servido de ellas para llegar hasta aquí. Todas las religiones y culturas tienen el fin de elevar las conciencias de las personas de determinado desarrollo espiritual. Según se aprende de unas se va buscando otras más elevadas, hasta que llegue el día en que comprendas que tanta verdad y razón tiene el que está en una religión como en otra.
No envidies ni codicies nada, tú eres el resultado de tus propias acciones y tienes lo que te corresponde para que aprendas a utilizarlo y a sacar el mayor provecho para alcanzar las metas establecidas. No necesitas más de lo que te trae el destino, sin embargo, con cada pensamiento palabra y obra desinteresada y amorosa, estás llenando el cielo de una recompensa que ni te imaginas.
Hay personas que cuando tienen problemas con otras se pasan el tiempo dando vueltas al problema y culpando al otro hasta deprimirse y perder la felicidad que tenían en vez de buscar lo positivo y suplantarlo. La felicidad depende de cómo se acepte al otro y de qué actitud se toma frente a la actitud del otro. Lo ideal es pensar que no importa la actitud del otro, sino de no molestarse ni preocuparse y tener una actitud benevolente y pacífica ante cualquier circunstancia de los demás. No pierdas el tiempo en crearte depresiones y mantén tu mente ocupada en crear pensamientos positivos y deseos de ayuda y buena voluntad a tu alrededor, así no caerás en depresiones.
A veces y sin querer, interpretas mal lo que otro dice, quizás sea porque ya tienes algo contra él o simplemente porque no te cae bien. Cuando surgen estas cosas es conveniente meditar si ese es tu caso y, si lo es, habla y razona de una forma relajada con la él para solucionar esa mala interpretación, seguramente que dormirás más tranquilo.
Cumple tus deberes como hijo y ayuda y ama a tus padres; cumple tus deberes como padre y ayuda y quiere a tus hijos; cumple tus deberes en tu matrimonio para que a través del amor y el equilibrio alcances lo comprometido; cumple tu deber como amigo y verás que eres feliz. Cumple todos estos deberes con Amor y descubrirás tu verdadero origen.
Hay personas que se entristecen y desesperan ante los problemas de la vida, éstos no han descubierto el Poder del Espíritu; otros lo hacen porque no consiguen la posición que desean, éstos otros no saben que están donde deben estar; pero otros desearían cambiar el mundo y no saben que mientras no cambien su forma de pensar, mientras no controlen sus deseos y sentimientos y mientras no persistan en ver la vida de otra forma, no conseguirán cambiar ellos mismos, que es lo básico para cambiar al mundo.
Procura tener siempre presente que eres hijo de Dios. Cuando desees algo, piensa si es tu Espíritu quien lo desea o es tu personalidad, si es útil para el Espíritu o no lo es; cuando tengas sentimientos estúdialos para ver si tienen su origen en tu verdadero ser o son fruto de tu yo personal; cuando pienses sobre alguien o sobre algún problema importante, medita si esos pensamientos son para beneficiar o para perjudicar al mundo.
Una mentira puede llevar a una persona a la cárcel, una mentira puede arruinar a una familia, una mentira puede causar mucho dolor a una persona, una mentira causa desarmonía en la Armonía Divina, una mentira puede dejar sin trabajo a una persona, una mentira puede hacer que una persona se vea separada de lo que más quiere en esta vida, una mentira es lo contrario a la Verdad. No mientas y te verás libre de todas estas cosas.
A veces crees que tienes razón contra otro, o incluso que puedes actuar en nombre de Dios haciendo justicia, sin embargo suelen ocurrir alguna de las siguientes cosas: 1ª. Que estás ciego y dominado por el rencor, la envidia, el orgullo o una simple obstinación. 2ª. Que buscas apoyo en otras personas hablando muy bien e inteligentemente para que parezca que tienes la razón. Esto demuestra que en tu conciencia sabes que no actúas bien. Sé humilde y reconoce tus errores.
Si por circunstancias te ves incapacitado para ser y hacer lo que todo el mundo hace, no sufras ni hagas sufrir a los que te rodean. El mayor enemigo del hombre es la ignorancia, y ésta es la que nos hace cometer errores que luego se transforman en imposibilidades. Sin embargo, debes saber que al sobrellevarlo con alegría, no sólo estás haciendo bien a los que te rodean, sino que además las huestes celestiales están contigo ayudándote a recorrer el camino del desarrollo espiritual.
“Lo que se siembra se cosecha”, no odies a nadie, olvídate de las injurias, calumnias y mal que te hayan hecho. Mantén la calma y reza por tus “enemigos” cada noche, mándales pensamientos y sentimientos de amor y imagínate junto a ellos en armonía y felicidad; verás como desaparecen los malos sentimientos.
Y aunque alguien te hiciera cosas graves, no utilices tu posición sobre la de ellos para vengarte, sino que como dijo Cristo: “Perdona setenta veces siete.”
No te rías ni te burles o simplemente critiques por el simple hecho de que tu amigo lo hace, quizás esté equivocado en su pensamiento, pero tú ¿estas siendo responsable de tus actos?
Si en algún momento te ves en la encrucijada de simpatizar con varias personas que se ven enfrentadas, no seas partidista, llévate bien con los dos para ver si les puedes unir. A la vez, no te creas lo que digan unos de otros, ni hagas de intermediario de crítica sino de verdades, simpatías y afectos; medita bien lo que haces porque al ponerte de parte de unos te estás poniendo en contra de otros que no te han hecho nada. Tampoco caigas en beneficiarte en tu posición de ese problema, pues a la larga lo perderás, colabora para el buen entendimiento y olvídate de lo demás.
No seas una persona negativa de las que amargan a los que tienen a su alrededor, si tienes un problema con alguien haz la paz con él y no tendrás nada negativo en tu interior. Al contrario, intenta ser una Luz que alumbra el sendero de los que están en la oscuridad de los malos sentimientos.
Ten confianza en ti mismo, hazlo todo con la intención de que el resultado sea bueno, actúa con fortaleza ante las tentaciones de la carne, aspira a ser un fiel imitador de Cristo, pero sobre todo, hazlo todo como si estuvieras siempre delante de Él para obtener su aprobación.
Acostúmbrate a comprender y compadecer a todo aquel que sufre en la vida, porque solo así te olvidarás de lo tuyo; procura ayudarle de la mejor manera que puedas, pero hazlo desde tu interior porque así sentirás el sufrimiento como si fuera tuyo y él sentirá tu Poder del Espíritu.
El efecto y recompensa de un buen trabajo espiritual es la posibilidad de hacer otro más importante. Alguien dijo: “Sed humildes si queréis alcanzar la sabiduría, sed aún más humildes cuando la hayáis obtenido.” Para conseguir hacer un trabajo importante respecto a la unidad de las personas, no te tienes que conformar con atraerlas y envolverlas en tu aura, debes identificarte con cada una de ellas, penetrar en sus corazones y comprenderlas. Para ello, comienza con la práctica de simpatizar con ellas, de auxiliarlas, comprenderlas, conocerlas y amarlas.
No juzgues, no critiques y no seas mal pensado, porque todo eso repercute en ti como un boomerang y se añade a tu lista de deudas por sufrir. Si te hacen una injusticia, estás en tu derecho de reclamarla y hacer ver a los interesados que eso no está bien, o intentar dialogar para ver por qué y cómo se ha producido esa injusticia. Pero si no lo consigues o los contrarios no quieren nada contigo, déjalo en manos de Dios que Él dará a cada uno lo que se merece.
Cuando alguien te hiere diciendo que eres orgulloso, que tienes falta de humildad o cualquier otro aspecto personal que no te guste, no te lo tomes a mal y piensa que te está recordando algo que quizás tengas que superar.
Hay veces que te dejas llevar por las opiniones de los demás y caes en la crítica para no ser menos que los otros. Las costumbres, la forma de pensar popular y el dejarnos influenciar por los pensamientos de una persona o del país crea karma negativo, algún día sufrirás las consecuencias en común.
Por la mañana, al despertar, visualiza como si se tratara de una película hecha por ti mismo, todas las actividades del día en la mayor armonía, amistad y fraternidad posible. Pon empeño en tener oportunidades de hacer algo por los demás, en estar junto a los que no te admiten, en no molestarte con los que normalmente lo haces, en no reaccionar impulsivamente ante las circunstancias cotidianas. Si lo deseas de corazón y estás pendiente de ello, verás como al cabo de un tiempo lo consigues.
Es importante que tus ideales sean siempre elevados y que estén siempre presente en tu consciente para que puedas llevarlos a la práctica en cualquier momento, de esta forma, no darás motivo para que las personas critiquen o hablen mal de ti. Pero más importante es que no traiciones ni tomes venganza contra quien te ofenda, porque lo que le hagas te vendrá después a ti.
Cuanto más fuerte sea el hábito de identificarte con tu Espíritu, más claro y perfectamente verás los problemas de la vida; al contrario, cuanto más te consideres una personalidad separada de tu Espíritu menos estarás abierto a su influencia. Interiorízate y crea vibraciones elevadas para que le lleguen, de esta forma tendrás la seguridad de que no te estás interponiendo en su intento de manifestación.
Si el destino te lleva a trabajar con el público, trabaja como si tú fueras ese público que va a solicitar tus servicios; no pagues con ellos tus problemas personales, piensa que ellos también los tienen y quizás tengas tú la solución; por consiguiente, si ves a alguien así, anímale, colabora con él y intenta consolarle.
Evita el apego a los placeres terrenales porque te pueden esclavizar y hacer sufrir hasta después de la muerte de tu cuerpo. El alcohol, el tabaco, y todas las demás drogas que alteran la mente y debilitan la voluntad, son el peor enemigo para tu desarrollo y evolución. Debes saber que el deseo por alguna de esas cosas se triplica después de la muerte de tu cuerpo físico; si antes no lo has vencido, sufrirás tres veces más de lo que sufres aquí cuando te hace falta.
Los pensamientos son como los perfumes, unos estimulan la pasión y otros la devoción, unos son buenos y otros son malos. Debes saber que, cuando piensas, estás actuando como un sembrador, lo que pienses irá a la mente de otros que estén en la misma sintonía que piensas tú, por tanto, puedes hacer un bien o un mal. En consecuencia, debes tener siempre presente que los pensamientos vuelven como un boomerang con el mensaje de lo que han experimentado en su viaje, por consiguiente, medita profundamente tu forma de pensar y actúa como un sembrador de buenas semillas para el mundo.
No maltrates ni abandones a los animales, son hermanos menores tuyos como tú lo eres de los Ángeles. Los animales tienen su vida individual y están evolucionado en un cuerpo físico como tu también lo haces, la única diferencia es que ellos no han adquirido aún la conciencia de la individualidad y la mente. Sin embargo, necesitan de tus mejores sentimientos, deseos y pensamientos para llegar a ser “humanos”.
El mayor anhelo debe ser el “servicio desinteresado y amoroso a los demás en pensamiento, palabra y obra.” Esto debe ser practicado sin pensar en lo que deseas hacer por simple gusto, sino más bien en cómo puedes beneficiar al prójimo. Olvidarse de uno mismo para entregarse a los demás es una de las cosas que tienes que alcanzar en un futuro. Hay que ser servicial, amoroso y compasivo, pero no de vez en cuando sino siempre, el tiempo que no emplees en el servicio se puede considerar casi una pérdida de tiempo.
El matrimonio es el resultado de un compromiso que ya existe antes de nacer, por consiguiente, la pareja debe esforzarse por superar los problemas, por admitir sus defectos, por ayudarse mutuamente y afrontar el destino con equilibrio y armonía. Lo que quede de desarmonía y malestar entre los dos, hará que se vuelvan a juntar otra vez hasta que los dos se separen como verdaderos amigos.
¿Te has puesto a pensar en cuántas veces piensas durante el día en tu Espíritu? ¿Cuántas veces intentas actuar como lo haría Él? ¿Sabes lo que desea él de ti? No te intereses por lo terrenal ni por las pasiones; conserva limpios tus cuerpos de impurezas que nunca alcanzarán el cielo; practica el autocontrol; sé tolerante, sincero, paciente, pacífico y pon tu confianza en Dios; de esta forma estarás abriendo la puerta a tu Espíritu.
Si de verdad deseas entrar en el Sendero espiritual, debes estar atento porque serás severamente probado, esta es la única forma de fortalecer el músculo espiritual para afrontar tus futuras crisis. No se puede estar a medias, sino que debes estar atento para cumplir todas tus actividades con plena conciencia espiritual, aprovechando la mínima oportunidad para no hacer el mal y hacer el bien en todo momento.
No te creas todo lo que te cuentan, razónalo y intenta ver su lado bueno; si lo cuentas, no lo cambies ni aumentes y haz hincapié en lo bueno, pero si es malo, no lo cuentes y olvídate de ello.
Según avances en el sendero de purificación irás superando cada vez cosas más difíciles, pero tarde o temprano llegarás a uno de los pasos más importantes, el auto sacrificio. Esto significa “darse a sí mismo” con las propias obras y con el conocimiento de que lo que haces repercute en los demás. Recuerda que el ser humano no estará libre de culpa mientras haya hermanos que necesiten su ayuda en la Tierra. A mayor conocimiento mayor responsabilidad; a mayor desarrollo espiritual, mayor deber de auxiliar a los hermanos que te siguen.
Tú eres un Cristo en formación y tu meta es alcanzar su perfección. Con cada buena obra, pensamiento y sentimiento que hagas por los demás, te estás acercando a Él para recibir sus bendiciones amorosas y escuchar sus palabras que dicen: “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres.”
Si quieres cambiar tu forma negativa de pensar hazlo de la siguiente manera: Cuando tengas pensamientos negativos, sustitúyelos por otros buenos que sean de la misma naturaleza, o sea, medita y encuentra cuál es la antítesis exacta del mal pensamiento, y a continuación, sustitúyelo y concéntrate en él con toda tu voluntad hasta olvidar el malo. De esta forma el odio se sustituye con el amor, el orgullo con la humildad, la ira con el afecto, las pasiones y deseos materiales con pensamientos puros y elevados. Así, cuando te concentres en un pensamiento bueno, expulsas el malo porque los dos no pueden ocupar el mismo lugar.
La única preocupación que debes tener es que nada obstaculice la expresión de Dios en ti, la cual debe ser la más perfecta posible. Debes mantener una actitud de ser simplemente Su instrumento y olvidarte de ti mismo extirpando el yo personal y el ánimo de recompensa.
No te identifiques con el mundo ni con las formas separadas, sino con la Vida Una que anima los cuerpos y que los lleva a la perfección. Dedícate completamente al servicio y auxilio de tus semejantes y serás un fiel colaborador en el Plan de Dios.
Solamente se puede llamar fracasado a quien no persiste en intentar ser mejor. Es aconsejable practicar la simpatía, el afecto, la tolerancia y la humildad. La impulsividad y la rudeza de palabra deben desaparecer; es mejor hablar poco educadamente y amistosamente; es preferible pensar antes de hablar y actuar; el cultivo de sentimientos de amor y fraternidad te librarán de caer en errores; encerrarse en malos pensamientos te turbarán la conciencia. Intenta y persiste en cumplir estos preceptos y encontrarás fuerza para vencer y practicar otros más grandes.
Algunos tienen empeño en que valoren y aprecien sus esfuerzos en favor de una buena obra. Eso no tiene la más mínima importancia, lo importante es hacer el trabajo sin pensar siquiera que lo valorará Dios. El privilegio de la buena obra deber ser “voy a hacer el trabajo de Dios”
Muchas veces te separas de otros al ver sus defectos incluso en la forma. Apartarse de otro representa un complejo de superioridad, y este complejo crea menosprecio. No huyas de los defectos que tú ya has tenido y piensa que detrás de esa forma hay una Vida Divina. Sé tolerante y compasivo y te acercarás a Dios.
Cuando has alcanzado cierto grado de espiritualidad desearás predicarlo a todo el mundo para que te imiten o te sigan, sin embargo, si lo haces con la intención de ser un líder, es que el yo personal todavía es muy fuerte en ti.
A la hora de dormirte observa detalladamente todo lo que has hecho ese día, ¿te has enfadado con alguien?, pide perdón y proponte no volver a caer; ¿No has vencido el deseo que te domina? estudia el porqué para no caer al siguiente día; ¿Has criticado? ponte en su puesto; y así sucesivamente. Debes ponerte en el puesto de los demás, intentar sufrir el mal que le has causado, arrepentirte y pedir perdón, pero sobre todo, proponte estar pendiente al siguiente día para no caer en lo mismo.
Está escrito que tienes un cuerpo material y otro espiritual, pero es con el terrenal con el que tienes que trabajar para elevar el espiritual. Es importante que seas dueño de tus cuerpos y te preocupes de mantenerlos puros y limpios. No tomes nada que pueda perjudicar la salud física y mental; lleva una alimentación sana; mantén una buena higiene; que tus sentimientos sean benévolos y tus pensamientos sean siempre dirigidos hacia la manera de ayudar a los demás, así estarás caminando en la Luz.
Cristo se sacrificó por la humanidad, pero su liberación aún no ha llegado ni llegará mientras el ser humano siga cometiendo maldades, abusos y actos egoístas. Él sufre con cada maldad que cometes y eso le ata más a la Tierra, por consiguiente, se alegre, positivo, fraternal y amoroso para que Cristo pueda liberarse cuanto antes de nuestra prisión.
No pienses que estás sólo en el camino del desarrollo espiritual, siempre hay hermanos tuyos que han recorrido el sendero, que no necesitan estar en un cuerpo físico y que te observan esperando que tu aura brille lo suficiente para ayudarte desde los mundos invisibles.
Sin embargo, no pienses que ahora no tienes ayuda, has de saber que hay muchas clases de seres, Ángeles y Arcángeles que te ayudan a diario sin que tu notes Su presencia.
No seas cobarde, orgulloso, ni te creas más que nadie. Estúdiate profunda y sinceramente para ver cuáles son tus defectos, reconócelos y ponte a trabajar sobre ellos, comenzarás una nueva etapa de felicidad.
Cuando comienzas el sendero de santidad, tu mayor ilusión es ayudar a la humanidad y otras muchas cosas más, sin embargo, para hacer esas grandes cosas, debes saber que hay que empezar por otras pequeñas de las que, normalmente, no te das cuenta. Comienza a brillar en lo pequeñito, aunque creas que no tiene importancia, y llegarás a ser una gran llama que alcance a lo infinito.
La vida de Dios está en todos los mundos, niveles, fases y formas, aunque tengan diferentes grados de evolución. Si ayudas a la evolución en el grado o nivel que sea, estás ayudando en la perfección del Plan de Dios.
Si buscas el poder, te diré que el único poder que debes buscar es el que te haga aparecer como nada ante los ojos de los demás. Trabaja sin esperar que te elogien o te glorifiquen, porque si no es así, es que todavía no has vencido a la personalidad egoísta. Es mejor trabajar sin esperar resultados y haciéndolo lo mejor que puedas, que no pensar en tu propia elevación egoísta. Busca primero el reino de Dios y Su justicia y lo demás se te dará por añadidura.
No condenes a la persona que ha caído en la maldad o que no ve las cosas como tu, tiéndele la mano para que no caigas en pensar que eres algo superior a la mayoría de las personas. Recuerda que en algún momento has sido débil y has caído en cosas similares, y sin embargo, has salido gracias a otras personas. Ayuda a los Hermanos Mayores en su trabajo invisible y estarás ayudando a toda la humanidad.
Es cierto que cuando alguien trabaja sin preocuparse por sus intereses y se queda en segundo plano, no será comprendido por sus semejantes. Las personas admiran al de fuerte voluntad que busca la fama y el éxito, pero el de humilde corazón no intentará demostrar su poder de esa manera, ni siquiera hacerse notar; ir de humilde por la vida es dar el mejor ejemplo.
Ten presente que todos los días te relacionas y estás constantemente junto a otras muchas personas, por eso les puedes afectar muy directamente con tus deseos, sentimientos, emociones y forma de pensar. Si quieres ser un centro de amor ejemplar para ayudar a los que te rodean, controla tu personalidad egoísta e impulsiva y colaborarás en el progreso de la humanidad.
Las posesiones que debes anhelar son las cualidades que te pueden ser útiles para ayudar a la humanidad y no para tu propio beneficio. El deseo de poseer debe ser transformado en deseo de compartir.
Los sentimientos y las emociones (ira, rencor, celos, etc.) pueden renacer de las cenizas y arrastrarte de nuevo si no las sabes tratar, aunque creas que las has vencido. Observa cómo actúan sobre ti y medita los hechos desde fuera, porque si te dejas dominar por ellas caerás de nuevo y te será difícil salir. Estos malos sentimientos se pueden hacer muy grandes y dueños de ti en poco tiempo. No lo interpretes como parte de ti y estate alerta para atraparlos a tiempo y expulsarlos por no tener cabida en tu forma de ser.
La humildad es una de las más grandes cualidades, y quien no quiere darse cuenta de ello no alcanzará mucha elevación espiritual. El trabajo abnegado no es suficiente, debes tener devoción y saber estar atento para responder a la llamada del Espíritu, porque sin esto no llegarás a la perfección.
Cuando hay malestar o antipatía entre dos personas, se suele decir que uno de ellos es el que no admite la ayuda, pero yo os digo que os observéis detenidamente porque quizás sea el otro el que tenga más antipatía y no pueda quitar la muralla que no le deja ver la verdad.
Ten en cuenta que desde el momento en que decides analizar tus pensamientos, ya los estás separando de tu vida y de tu propio ser y, por consiguiente, rompiendo el lazo que os une; de esta forma ganas libertad.
Cada vicio o defecto que superas se convierte en un paso más en el sendero de santidad, las virtudes también te hacen avanzar, pero todo esto te servirá de poco si son hechos aislados, porque sólo la continuidad y la persistencia en el bien harán que llegues a la meta.
Es cierto que a veces te rodeas de malas vibraciones por querer ayudar a otros, por eso debes rodearte mentalmente con una aura de Luz y Amor Divino que con toda seguridad te protegerá. Sin embargo, y aunque sea una buena medida porque aún eres humano, has de saber que eso indica cierta debilidad.
No busques tu salvación o la unión con el Maestro, busca la manera de ayudar a los desafortunados y menos evolucionados, piensa en ellos de manera comprensible, tolerante y benevolente, porque si les odias empeorarás enormemente su desarrollo. No te dejes influenciar por los sentimientos y pensamientos de los demás, porque si lo haces estarás aumentando la atmósfera mental contra ellos.
A veces intentas sentir lo que una persona siente con tal de ayudarla., pero te es imposible hacerlo porque esa persona está dominada y encerrada en sus pensamientos negativos. En ese caso, es mejor dejarla sola durante un tiempo porque la ayuda física no le servirá de nada. Sin embargo, sí es muy aconsejable aprovechar las oportunidades para mandarle buenos sentimientos y acostarse con el deseo de encontrarte con ella por las noches para manifestarle tus deseos de ayuda.
Cuando has andado cierto recorrido en el sendero de perfección, no te confíes respecto a lo que has superado, porque esos defectos y malos hábitos pueden volver a ti como fantasmas al contactar de nuevo con personas que las practican, o por estar en ambientes donde haya pensamientos de ese tipo. En ese caso, aléjate de esos ambientes o tómatelo como una prueba para ver si te has fortalecido lo suficiente, obsérvalo como una cosa ajena y la alejarás de ti.
Actúa siempre como tu Yo Superior para que puedas utilizar el discernimiento como medio de diferenciar lo que llevas dentro de ti y lo que te llega del exterior. Cuando actúas así, creas una gran fuerza interna que te protegerá ante las pruebas del destino, pero si no, serás vencido muy sutilmente y caerás en las cosas que normalmente caen tus hermanos; tú eres el único gobernador y dispensador de tus alegrías o tristezas.
A veces puedes pensar que has obtenido un gran conocimiento y que sabes todo, y sin embargo, puedes llegar a condenar a otros por el simple hecho de no creer en lo que tú crees o no ser lo que eres. No te das cuenta de que la verdad tiene muchos aspectos y todos son válidos para llegar a tu nivel.
Ten mucho cuidado con lo que hablas y medita bien lo que vas a decir, el verdadero objeto de hablar debería ser “hacer el bien” a quien te diriges.
No te conformes con decir todos los días que vas a llevar a la práctica estos comentarios, elige el que más te haga falta y tenle presente todo el día, persiste todo lo necesario hasta haber vencido tu debilidad. Busca oportunidades para practicar estos comentarios y vivirlos con toda la plenitud de tu ser interno.
Esta claro que debes hacer el bien y no el mal, tenga las consecuencias que tenga, pero tampoco quiere decir que hagas las cosas sin pensar. Ten siempre presente los efectos de tus actos con respecto a los demás, porque ese efecto es el que indica si el acto es correcto o no.
Hay personas que hacen un gran esfuerzo por doblegar su personalidad pero otras solo se preocupan de obtener riquezas, poder y disfrute de los placeres. Estos no se dan cuenta de que nada de eso se llevarán después de la muerte de su cuerpo físico y que en el otro mundo ya será demasiado tarde para arrepentirse.
El Maestro de maestros dijo:
“El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos con él morada. Este es mi mandamiento, que os améis los unos a los otros como yo os he amado” Vuestro gozo se realizará si practicáis sus enseñanzas de amor, amor que debe ser dirigido hacia todo ser viviente sin tener en cuenta su condición, circunstancias, raza, color, etc.
Cuando hayas alcanzado la cualidad de no ofender a tus semejantes, dedícate a ser simpático, compasivo, tolerante, bondadoso y fraternal; así actuarás como la misma Ley de Dios.
Tus padres, hermanos, tu compañero/a de matrimonio, tus vecinos, etc., no tienen esa relación contigo en esta vida por casualidad. También ocurre eso mismo con ciertos compañeros de trabajo y amigos con los cuales rompes la relación para toda la vida por cosas sin importancia. Tarde o temprano aprenderás que todas esas personas están en tu destino con una determinada misión que debes compartir con tus mejores sentimientos, si no lo haces así, habrás roto lo pactado y te tendrás que reunir en otra vida hasta que terminéis amándoos los unos a los otros.
Son muy pocos los que se esfuerzan sinceramente en dar lo mejor de ellos mismos, la mayoría están acostumbrados a hacer un mínimo esfuerzo y a dejarse llevar por los deseos y emociones, entonces suelen decir que hacen lo que pueden. Eso demuestra que no están haciendo todo lo que son capaces de hacer, estas personas deben intensificar sus esfuerzos en adquirir una disciplina que haga florecer el espíritu de sacrificio por un más elevado desarrollo moral y espiritual. El más mínimo esfuerzo que hagan en ese sentido será de gran ayuda para ellos.
Hay dos clases de crítica: La constructiva y la destructiva. La constructiva es la base para que el desarrollo de la humanidad sea positivo; la destructiva que señala, condena y aniquila todo lo que se pone por delante, es como un cáncer en el carácter y hay que hacer que desaparezca cuanto antes. La crítica se debe hacer con los mejores sentimientos y deseos de ayudar a las personas, y no para ensuciar su imagen por el hecho de haber visto una pequeña mancha. Como mucho, se puede permitir que se señale un defecto y el modo de remediarlo, pero nunca criticar por criticar.
El gozo de la vida interna es el resultado de la vida espiritual que está basada en el amor, quien no siente, o por el contrario rechaza ese amor, no vivirá el gozo interno. La proporción de tu gozo estará basada en la proporción de tu amor, si no quieres amar a tus semejantes no encontrarás al Dios interno.
Busca el bien en lo que aparentemente es “mal”, el mal está en un proceso de transformación hacia el bien y siempre tiene una parte buena; fíjate sólo en el bien de los hechos y de las personas aunque las circunstancias sean muy difíciles; elogia todas las virtudes de los demás cuando veas algo negativo en ellos; perdona a todo aquel que te ofende. Todo esto te traerá equilibrio interno, armonía, felicidad, éxito y condiciones favorables en tu vida.
Si quieres llegar a ser como los iniciados, comienza por desarrollar los ojos, la lengua y los oídos espirituales porque, viendo sólo lo bueno, hablando lo constructivo y escuchando la bella melodía divina que reina sobre la naturaleza, estarás practicando la verdadera oración. La oración es uno de los métodos más poderosos y eficaces para sentir las bendiciones de Dios. Sin embargo, la oración por sí misma no puede convertir a cualquier pecador en santo, es necesario llevar a la práctica todos los ideales elevados que llevas dentro.
Dice un axioma hermético que “Como es arriba es abajo”, que quiere decir que como es en el Universo es en el ser humano. El hombre está evolucionando en el planeta Tierra; su vida es parte de la vida del Planeta; su conciencia forma parte de la conciencia de la humanidad; sus pensamientos son parte de la atmósfera mental del planeta; y eso mismo ocurre con sus deseos y sentimientos. A la vez, todo esto forma parte de lo mismo de la Creación Divina que llamáis Sistema Solar, esto quiere decir que cada uno de vosotros está influyendo en todo ello con sus pensamientos, sentimientos, deseos, obras, etc.
Pero no olvidéis que vosotros mismos sois una creación divina individual (un mundo) en el cual evolucionan células, moléculas, pensamientos, sentimientos, deseos, etc. Por consiguiente, tened siempre presente que no solamente estáis influyendo a quienes os rodean, al planeta y al sistema solar, sino que además, sois un instrumento en el cual están evolucionando otros seres y vidas que se valen de vuestra conciencia y vida. Actuar siempre con amor, fraternidad y humildad y estaréis construyendo un mundo mejor para vosotros mismos y para todo ser visible e invisible que habita en el planeta.
El que intenta purificar sus pensamientos y sentimientos está construyendo su Cuerpo-Alma, que es el vehículo del futuro del Espíritu; pero el que vive en un mundo de vicios y malos sentimientos y pensamientos está creando su Cuerpo del Pecado que le atará a la tierra después de la muerte del cuerpo físico. Libérate ahora de toda maldad, y después de la muerte serás libre de ataduras y sufrimientos que te impedirán por mucho tiempo ser feliz como los Ángeles que te ayudan y guían. Escucha la voz de tu Yo Superior en los momentos de meditación y relajación y descubrirás la felicidad interna.
A la hora de orar no te dejes llevar por la palabrería, ésta debe ser hecha en el silencio interno del corazón y a través del amor y la aspiración hacia los reinos elevados. La oración debe ser hecha con inteligencia y con un gran anhelo por lo espiritual, nunca por lo material, además, no te olvides de alabar y adorar a Dios que es la Fuente de todo bien en la Tierra. La oración tiene un efecto purificador, y la respuesta a la oración es una gran fuerza oculta y misteriosa a través de la cual Dios hace “milagros”.
No busques el desarrollo de poderes internos, pues estos se van formando según te esfuerzas por ser puro, amoroso y servicial como los Ángeles. Los poderes del Espíritu los tenéis todos pero sólo se manifiestan cuando estáis preparados para utilizarlos responsablemente y para el beneficio de la humanidad. Lo mismo que un niño nace cuando está formado en el vientre de la madre, así se desarrollan en ti cuando estás preparado para saber utilizarlos, si fuerzas su nacimiento puedes hacer un monstruo de ti mismo.
Debes saber que no sólo hay Ángeles que guían y ayudan a la humanidad, sino que también hay otros Ángeles caídos que intentan valerse de la maldad del hombre para conseguir sus objetivos. Los Ángeles tienen cuerpos de una muy elevada vibración espiritual y una gran sabiduría que utilizan para que el ser humano alcance los mundos espirituales en el menor tiempo posible. Los Ángeles caídos se valen de la negatividad de vuestros pensamientos y sentimientos para desarrollar un poder egoísta, por lo tanto, ellos estimulan las mentes débiles que han caído en los vicios y en la maldad para que sigan creando actos negativos porque es el alimento que necesitan. Cuanto más intensas sean vuestras pasiones y deseos más atraen a esos y a otros seres, y más alimentáis su maldad que después utilizarán sobre otros más débiles.
“Haced el bien y no miréis a quien” es similar a lo que dijo Cristo de que: “Tanto como habéis hecho a mis hermanos, tanto me habéis hecho a mí.” Es cierto que muchas veces hacéis buenas obras con la única intención de ayudar a vuestros “enemigos”, pero también es cierto que lo más fácil es que esas personas lo interpreten con suspicacia y pensando que lleváis mala intención. En esos casos no debéis ser como ellos sino que debéis continuar intentando hacerles el bien hasta que se den cuenta de vuestra buena intención. Tan sólo debéis desistir cuando ellos manifiesten un rechazo o creáis que vuestras buenas intenciones solo sirven para crear enfrentamientos.
Actualmente hay muchas personas que hacen toda clase de invocaciones, brujería, hechizos, magia “blanca” que no es tal, y otros ejercicios para desarrollar poderes, contactar con seres superiores, atraer a determinadas personas, etc. Magia blanca es todo pensamiento, palabra y obra constructiva que sirva de ayuda al prójimo; magia negra es toda práctica en pensamiento, palabra y obra interesada y egoísta que sólo busca el beneficio personal. El servicio desinteresado y amoroso a los demás, es el único ejercicio que representa la magia blanca y que en un momento os dará la oportunidad de conseguir todas esas cosas extraordinarias sin poner en peligro vuestra salud física y mental.
Practica la sensibilidad humana en tus relaciones, procura que tus palabras no estén dirigidas con agresividad ni que estén faltas de comprensión y tolerancia, porque esto puede dar pie a una ruptura innecesaria que cuando os deis cuenta quizás sea demasiado tarde. Si quieres dejar claro a alguien que está equivocado o que actúa mal en algún sentido, díselo con dulzura, con cariño y con tus más elevados sentimientos, de esa forma no lo podrá interpretar mal y no le darás motivo para que piense mal sobre ti, o incluso a que critique.
Cuando dos personas se unen para convivir juntas están cumpliendo un compromiso que hicieron antes de nacer, pero además, están abriendo sus naturalezas y trazando una especie de anillo en el mundo astral y mental que deberán fortalecer por medio de las pruebas, de los sacrificios y de una elevada forma de intensificar la vida interior del uno sobre el otro.
Lo que en principio es respeto y admiración se debe convertir en Amor profundo y devoción, de esta forma se verá cumplido su compromiso y su felicidad continuará después de la muerte.
“La Verdad os hará libres” dijo Cristo. Pero, ¿Qué es la Verdad?, todos estos comentarios son parte de la Verdad. Cuando respetáis las leyes terrenales e incluso colaboráis con su cumplimiento en el sentido más elevado, os sentís libres y sois felices. Así mismo, cuando lleváis a la práctica estos preceptos, estáis colaborando con las Leyes Divinas y sentiréis la influencia espiritual de vuestro Yo Superior; esto causará un sentimiento de libertad por encima de las Leyes terrenales y sentiréis la necesidad de ayudar a todo aquel que está aprisionado por sus deseos, pasiones, envidias y toda clase de negatividades.
La crítica es siempre perjudicial, pero hay veces que, sin criticar, se puede hacer tanto o más daño a otra persona. Si alguien tiene un problema con otro y le preguntan, puede ser que no critique abiertamente, pero si dice frases mal intencionadas o insinuaciones, sí dará motivos para que los demás piensen mal. Por ejemplo: -¿Por qué le has despedido si es una buena persona?, y responde -A veces ocurren cosas que no se deben consentir. En este caso no critica pero están dando pie que el interesado busque motivos para justificar el despido e incluso para después criticarle y juzgarle. También hay personas que lo hacen así intencionadamente para dar a entender que no quieren criticar y sin embargo desean crear esas dudas para que los otros busquen los motivos de crítica.
La personalidad es como un jardín donde hay enterradas toda clase de semillas -buenas y malas- el agua que necesitan para brotar es la voluntad, si ésta es buena, nacerán plantas buenas, bellas y de mucho alimento, pero si la voluntad es mala, nacerán plantas salvajes que se adueñarán del jardín y no dejarán que broten las buenas. Procurad que vuestra voluntad sea siempre buena y seréis un jardín digno de admiración. Cuando la voluntad es buena los pensamientos y sentimientos también son buenos.
Quienes buscan a Dios en el exterior de su ser y no lo buscan en su corazón y en sus hermanos, jamás lo encontrarán. Quienes adoran a un Dios externo y no le dejan nacer en su corazón, están adorando a una ilusión. Si queréis conocer a Dios, escuchad Su voz en vuestro interior, escuchad Su voz con el oído de la mente. Dios se manifiesta en vosotros cuando obtenéis el conocimiento de vuestro Yo superior y le adoráis con toda devoción y todo vuestro amor.
Podéis crear un templo de oración en cualquier rincón de vuestra casa, no importa el tamaño físico que tenga, lo importante es la atmósfera de santidad que podéis crear en él. La atmósfera es un espíritu creado por vuestras oraciones y meditaciones elevadas, y si no persistís en ella, este espíritu benefactor morirá por falta de alimento. Si el Espíritu es fuerte y un día no podéis hacer vuestras oraciones, os reclamará el alimento y sentiréis la llamada de su voz. Cuanto más oraciones, más poder tendrá el templo etérico-espiritual, y más beneficio os hará cuando paséis crisis y necesitéis ayuda extra.
No podréis amar a Dios a menos que os aproximéis a Él, no podéis aproximaros, a menos que le améis y vuestro amor os lleve a Él. No podéis amarle sin sentirle, y no podéis sentirle si no le lleváis presente en vosotros mismos. Para amar el bien debéis practicar el bien, para amar el bien sobre todas las cosas debéis permanecer constantemente en el Amor y en la Fraternidad. No viváis en la personalidad egoísta e ignorante, vivir buscando la unión con vuestro ser interno. Debéis amar lo divino en el prójimo tanto como lo divino en vosotros mismos, una vez alcanzado esto y olvidada la personalidad, amaréis y encontraréis a Dios perfectamente en vuestro corazón, pero ¡Recordad! que el amor no expresado en actos apenas sirve para nada.
Vosotros creáis una fuerza espiritual a lo largo de vuestra vida que se manifiesta como tres aspectos según la utilicéis: Generación, Degeneración y Regeneración. De cualquier manera proyectará su influjo constantemente en vuestra vida y determinará la actitud que toméis respecto a las personas con las que os relacionáis. Procurad actuar generando actos positivos, pero si caéis en errores, practicad la regeneración y siempre seréis vencedores.
Cuando vuestro desarrollo espiritual llegue a determinado grado, desarrollaréis la capacidad de ser conscientes mientras el cuerpo físico duerme y tendréis la oportunidad de ayudar a vuestros semejantes desde los mundos invisibles. Antes de que esto pueda ocurrir debéis sintonizaros y vivir manifestando vuestros mejores sentimientos en trabajos y actitudes dedicados a ayudar a vuestros hermanos. Para conseguir esto, debéis ser dueños de vuestra mente y dirigirla y controlarla hasta crear el hábito de ser un instrumento de Dios en la Tierra.
La mente puede ser desarrollada por diferentes medios: 1º. Por la práctica de ciertos ejercicios como son la concentración, la meditación, la observación y el discernimiento. 2º. Por el estudio de temas abstractos esotéricos como cábala, Cosmogénesis, la simbología oculta y esotérica del tarot, e incluso por el estudio de las matemáticas; eso libera a la mente de los deseos, pasiones, etc. 3º. Por medio de mantener la mente abierta a toda posibilidad de desarrollo para que no se cristalice en una sola línea de pensamiento y esté lista para recibir nuevas ideas. 4º. El estudio de la religión también emancipa al ser humano de los deseos, emociones y pasiones. Por eso es importante que tengáis siempre pensamientos elevados, porque con la concentración y repetición de pensamientos, atraeréis otros similares y os convertiréis en un poder para el bien en el mundo. A la vez estaréis protegidos ante la negatividad externa y seréis fuente de espiritualidad ante quien os rodea.
Leer este libro no es suficiente, porque sólo servirá para adquirir conocimiento. Es necesario que pongáis en práctica estos preceptos para que produzcan crecimiento anímico a través de las acciones El conocimiento hincha, pero cuando es llevado a la práctica se convierte en sabiduría y en alimento del ser interno. Cuando haya que hacer algo, no digáis ¿Por qué tengo que hacerlo yo si lo puede hacer otro? Si lo hacéis recibiréis bendiciones, acumularéis tesoros en el cielo y desarrollaréis una conciencia más elevada al aprovechar las oportunidades de crecimiento espiritual. Los libros y los estudios son útiles en la medida en que los lleváis a la práctica, de esta forma adquiriréis el conocimiento del corazón, que es el conocimiento del Espíritu.
El inegoísmo y el auto sacrificio son dos cualidades que debéis desarrollar y tener siempre presente, pero unido a ellos debe estar la “completa simpatía”. Cuanto mayor grado de simpatía más desvío de la atención de vuestros asuntos personales; cuanto más unidos al éxito de los demás y a estimularos en momentos de abatimiento, menos seréis llevados por los asuntos egoístas personales. La simpatía es genuina compasión que impulsa a estimular todo lo que se cruce en vuestro destino y que necesite ayuda para ayudarse a sí mismo. Vuestra simpatía debe ser automática ante cualquier circunstancia y sin pensar si la persona lo merece o no. Debéis estar preparados para hacer esto en cualquier momento, sólo cuando pongáis honestamente los intereses ajenos antes que los vuestros, cuando lo hagáis sin lamentaciones y sólo con el deseo sincero de ayudar, estaréis practicando el inegoísmo y auto sacrificio simpático.
Hay un método de “innovación” que no requiere que hagáis cambios físicos porque es superior y acrecienta el Espíritu. Se trata de establecer distintas reacciones ante las personas y el medio ambiente, pero estas reacciones deben ir vestidas del amor Crístico y del deseo de servir y ayudar. Para ello es conveniente dejar atrás lo viejo, las formas obstinadas e inflexibles de pensar y actuar que resultan de los malos hábitos.
Los aspectos de voluntad, Amor e Inteligencia están innatos en vosotros y pueden desarrollarse haciendo esfuerzos diarios en amar, servir y comprender a los demás; por estos aspectos podéis conseguir cambios físicos, mentales y espirituales casi de forma milagrosa porque restituyen el ritmo y la armonía del Espíritu. Visualizando la luz de Cristo en vosotros y en los demás, imitando su maravilloso amor y compasión, manteniendo una fe firme en Su bondad, saturaréis vuestra conciencia con sus vibraciones y podréis entrar en una nueva forma de vida.
Cuando decís con vuestros labios unas simples palabras de simpatía que llegan al oído del que sufre, no estáis acumulando tesoros en el cielo ni desarrollando ninguna cualidad espiritual. Es imprescindible que os sintáis impresionados y afectados por la miseria y el dolor del mundo, que lleguéis a sentir en vuestro propio corazón las desgracias de vuestros semejantes como si fueran vuestras y las llevarais en vuestros corazones.
No critiques a las personas por su religión porque cada religión sirve para un determinado grado de desarrollo mental y espiritual, lo importante de ellas es que intentan hacer lo que “su” y “tu” Dios quiere. Quizás tu estés más preparado para comprender las verdades de la vida espiritual, pero eso precisamente es lo que te tiene que hacer más comprensivo y tolerante respecto a que todas las religiones llevan a Dios. La ignorancia es el mayor enemigo de la humanidad y por esa ignorancia unas personas pueden ser más devotas o fanáticas que otras, sin embargo, tú debes estar por encima de todo eso y tener un espíritu conciliador que abarque a todos los demás.
El discernimiento y la razón está por encima de los deseos y sentimientos, y la repetición de pensamientos es la base para formar hábitos. Cuando comiences a trabajar estos comentarios te costará mucho imponer tu voluntad y el razonamiento por encima de los bajos deseos y sentimientos que hasta ahora te han dominado. Fortalece tu voluntad cada mañana para que por medio de la “repetición” de pensamientos y actos benévolos, puedas crear hábitos que, en su momento, sean una norma natural de conducta en tu vida cotidiana. Piensa en cosas bellas y elevadas de una forma voluntaria y consciente y serás dueño de ti mismo en todo momento.
No te conformes con decir que estas palabras son muy bonitas y que las tendrás presente siempre, debe ser así en todas tus actividades diarias, de esta forma, comprenderás y vivirás el alto sentido espiritual que conllevan. Busca motivos para poner en práctica estas enseñanzas y empezarás a sentirte un Ángel benefactor de la humanidad, sin embargo, si no las llevas a la práctica, no creas que eres mejor que el resto de la humanidad. Una buena forma de llevarlas a la práctica es pensando en la manera en que tus pensamientos y acciones causen un buen efecto en los demás.
Tu cuerpo de deseos te está pidiendo o sugiriendo constantemente que hagas tal o cual cosa -comer, descansar, beber, divertirte, etc.- si accedes a sus deseos significa que él está por encima de tu razonamiento y de tu voluntad. Si quieres -y debes- tener control sobre él, debes tratarlo como a otro yo separado que intenta llevarte a su terreno porque no quiere que le obligues a desear y sentir como tu Espíritu sugiere. Debes saber que eres tú quien debe imponer tu voluntad sobre los deseos y no los deseos sobre ti, de esta forma solo tendrás deseos puros que te traerán buena salud y crearán en ti un aura que tus amistades valorarán rápidamente.
Cuando quieras combatir un defecto, no medites en cómo vencer ese defecto, sino en cómo desarrollar su opuesto. De esta manera el defecto morirá de inanición y la cualidad opuesta nacerá y se fortalecerá cada vez que intentes llevarla a la práctica. Por ejemplo: Si eres orgulloso, olvídate de esa palabra y comienza a pensar en la humildad, de esta forma estarás pendiente de tus actuaciones y palabras y al final serás humilde.
Algunas personas no les molesta que les insulten, eso no tiene importancia para ellos porque quizás ellos insultan a menudo. Aunque os deis cuenta de ello, es preferible ser lo suficientemente fuertes como para no dar ninguna importancia aún sabiendo el mal que hacen. Debéis saber que las palabras son una simple vibración que afecta cuando la persona le da importancia y la interioriza en sí mismo, por consiguiente y si no queréis haceros daño ni sembrar un mal karma, no le deis importancia y seréis más felices.
Nunca pierdas el control de ti mismo ante ninguna persona. A veces os mostráis impulsivos con algunas personas y ante ciertas circunstancias, es más, soléis perder el control más en vuestras casas y con vuestros familiares que con otras personas que os rodean a diario. Meditad este hecho para ver el porqué de este comportamiento, visualizar de una forma programada y correcta esas circunstancias y llevarlas a la práctica todas los días hasta que os auto-controléis y consigáis la paz interna. La obstinación, el querer llevar siempre razón, o imponer las cosas en la familia, no conduce a nada más que a la confrontación. En general, y ante las posibles diferencias con otros, no busques las causas en ellos, búscalas en ti y comprende que los demás no tienen la obligación de pensar y actuar como tú.
Hay personas que desarrollan la inteligencia enormemente gracias a las ciencias y a los estudios, otros adquieren un gran conocimiento en el ocultismo y tienen un gran orgullo de ser inteligentes y sabios. Todo eso entra dentro del desarrollo de la humanidad, excepto que esa sabiduría no debe llegar a tener orgullo ni se debe adquirir para ser inteligente, sino para ayudar a la humanidad dándolo de alguna manera.
No creáis todo porque sea una costumbre, o porque venga de un señor con mucha fama, ni porque el conocimiento proceda de una religión o escuela conocida. Creedla cuando, después de haberla meditado en vuestro corazón y en vuestra conciencia, ésta os diga que es cierto y os haga ver el valor que ella tiene para el Espíritu.
Cuando veas a un hombre que tiene por costumbre actuar sin control ante sus ambiciones y otros defectos, no sientas menosprecio, piensa que puede ser que no haya aprendido las mismas lecciones que tú o que aún sea débil para superar sus defectos, “hay que odiar el pecado pero no al pecador”. Si te fijas en una persona así y le envuelves con tus malos pensamientos estarás aumentando su debilidad e induciéndole a actuar en esa misma línea; si le ayudas, estarás abriéndole la puerta hacia un nivel superior de conciencia que él desconoce.
La voluntad debe estar siempre preparada para utilizar la razón, y el discernimiento para vencer los deseos sobre ciertos “placeres”. Cuando alguien comienza a jugarse el dinero o a tomar alcohol, está dejándose llevar por el deseo, si desde el principio no se impone voluntariamente el razonamiento, esa persona está debilitando su voluntad. Si eso sigue adelante, el deseo por los “placeres” se hará fuertes y llegarán a debilitar tanto la mente, que cuando quiera razonar para vencer el deseo, será demasiado tarde y será el deseo quien le gobierne a él.
Hay personas que se dejan llevar por su estado de depresión, tristeza, o simplemente por sus problemas, hasta el punto de que su actitud ante los que les rodean no es la de siempre. Con esta actitud, muchas veces despreciativa y de enfado, no hacen nada más que crear desarmonía, malentendidos e incluso enfrentamientos. En estos casos, hay dos deberes para los implicados: 1º. El dominado por los problemas debe buscar la felicidad por todos los medios a su alcance partiendo de una forma de pensar optimista y esperanzadora, y 2º. La otra persona debe ser comprensiva con los hechos del contrario y, sin inmiscuirse, debe intentar ayudarle sin poner en peligro su felicidad y armonía interna.
Deberías, y de hecho lo harás algún día, estar pendiente constantemente de tu actitud respecto a los demás y en general ante el mundo. Si no lo haces, tu personalidad egoísta y separatista te irá llevando sutilmente hacia el mundo en el que viven las personas normales. El aspirante a la vida espiritual debe cuidarse de no manifestar actitudes, palabras y ni siquiera pensamientos que le separa o distancie de los demás; no debe actuar con egoísmo ni dejarse llevar por malos pensamientos contra nada ni contra nadie; no debe querer imponerse sobre los demás, sino que debe procurar ser un instrumento armónico que sirva de ejemplo para la unión de las personas. Piensa que cada mejora espiritual que haces, es una mejora espiritual para la humanidad, pero si te dejas llevar por lo negativo estarás entorpeciendo al mundo.
No vayas avasallando a tus hermanos, no les presiones ni les ridiculices por el hecho de que tu seas más inteligente, no quieras llevar siempre razón, no te molestes cuando otros desde tu propia altura te contradigan. Si haces alguna de estas cosas, muchas veces serán las que sufras esos mismos hechos hasta que aprendas la lección. Si criticas, alguien te dirá algún día que eso no está bien, pero si lo sigues haciendo quizás sea peor; la vida enseña primero por las buenas y si no quieres aprender lo aprenderás por las malas. Si vas dominando a los que te rodean, algún día alguien te hará ver tu error y, si persistes, las personas elevadas y contrarias a eso se alejarán de ti.
Tu yo inferior debe ser dominado y transformado para hacerle altruista, filántropo, afectuoso y fraternal; sin embargo, dentro de que debe estar unido a los demás por sus buenos sentimientos, no debe perder su propia individualidad y sí razonar por encima de las circunstancias de una forma aislada. En otro sentido, que tu personalidad individual y separada se haga espiritual y se sienta una con sus hermanos pero, a la vez, que permanezca sola para fortalecerse y vencer las pruebas y tentaciones de la vida; de otra forma, la personalidad se puede ver arrastrada y afectada por los problemas de los demás.
Practica la observación y medita sobre la actuación errónea de los demás y ante los problemas de la vida, pero no desde una posición de crítica o pensando que tú eres mejor y que lo has superado hace mucho tiempo, sino para aprender lo que no deber hacer y pensando que aún te puede pasar a ti.
No te dejes llevar por los sentimientos y pensamientos de la mayoría de las personas. El hecho de que la opinión general sea de que a los terroristas, violadores, etc. sea de castigarles con odio y penas que no comprenden la posibilidad de regeneración, no debe ser tu forma de pensar ni de sentir. Aunque sea un sentir general de la sociedad, tú no debes verlo así, esas personas actúan así por ignorancia de lo que tú sabes, porque están obsesionados por sus pasiones animales o porque son enfermos desde cierto punto de vista. Tú debes preguntarte, ¿me gustaría que me dieran medios para curarme y regenerarme si yo estuviera en su puesto?
Recuerda que con la práctica de estos preceptos estás buscando la unión con Dios, con tu Yo Superior, y con las Jerarquías de Ángeles y Arcángeles; pero todo eso no lo puedes encontrar en el mundo externo ni en la forma de pensar y actuar de la personalidad terrenal. Para buscar a Dios debes hacerlo en tu interior, una vez que lo encuentres y te identifiques con Él, lo podrás encontrar en todas las personas y cosas del mundo.
Lo mismo que una persona puede ser portadora de malas influencias a través de las vibraciones procedente de sus cuerpos invisibles, así, el que está afianzado en el sendero angelical o de perfección, es el instrumento de las Jerarquías y hermanos superiores para que distribuyan las influencias celestiales. Sin embargo, y como es lógico, esto no ocurre hasta que esté preparado para no adulterar esas energías superiores; a la vez, esa persona también colabora con su propio desarrollo espiritual. Esa es una de las primeras metas que deben alcanzar. También debes saber que cuando te comportes como un emisor de elevadas vibraciones, a la vez eres receptor de una corriente espiritual para tu propio beneficio.
Respeta a las personas devotas tanto como a los científicos e intelectuales. Toda persona está evolucionando y unos se acercan a la perfección por unos medios y otros por otros, pero el que ya ha obtenido cierto conocimiento oculto, tiene que poner en práctica todos los medios a su alcance. Practica los ejercicios de meditación y observación.
El ser humano es un Espíritu creado por Dios, este Espíritu era inconsciente como “individuo” en un principio porque aún no había alcanzado la conciencia individual, pero sí tenía todas las posibilidades de Su Padre, las que aún tiene que desarrollar como poderes dinámicos y que harán que la personalidad sea perfecta y se transforme en un Espíritu creador. Para conseguir esto se vale de la Ley de Causa y Efecto que hace que recoja lo que siembra, y de la de Renacimiento que hace que renazca cada vida con más y mejores cualidades y adquiera mayor perfección en sentido físico, moral, intelectual y espiritual. Por consiguiente, trabaja con la voluntad que es el poder del Espíritu y utilízala sobre la mente para que por medio del discernimiento y la razón controles los deseos que intentan impedir tu desarrollo.
Si quieres ver cuál es tu progreso en esta vida observa cuánto tiempo eres dueño de tu mente y piensas únicamente lo que es bueno para la humanidad, y como dominas tu cuerpo de deseos hasta el punto de que no te dejas dominar por ellos y sólo deseas y sientes lo que es verdaderamente útil para el Espíritu. Según sea el grado de control, así te estás preparando para contactar con el Maestro y para elevarte a los Reinos de lo Divino.
Habrá veces que no comprenderás por qué todo te sale mal y parece como si las personas se pusieran en contra tuya. Debes saber que cuanto más atrás en los renacimientos has cometido muchos errores, sin embargo, después de la muerte has tomado conciencia de los mismos y te has comprometido a sufrir las consecuencias y a superar las pruebas del destino. Por consiguiente, debes afrontar las pruebas y penalidades como deudas pendientes que te pertenecen y que una vez superadas ya no volverán más. La resignación y la humildad, junto a la tolerancia y la comprensión de estos conocimientos, te harán ver la vida desde un plano más elevado que te hará más feliz.
Es posible que tu Espíritu haya estado en contacto con estas verdades en otra vida, en ese caso te llevará a contactar de nuevo y te mandará mensajes para que los captes en forma de intuición e inspiración. Tu deber en esta vida es facilitar esa comunicación por medio de llevar una vida sana y libre de cosas que entorpezcan la mente, y de dedicarte a cumplir todos estos preceptos para abrir la puerta a tu Espíritu para que así puedas cumplir con lo pactado.
Debes saber que tu Espíritu es inmortal y que la personalidad terrenal es la que muere vida tras vida, sin embargo, es el Espíritu quien recoge los frutos de cada vida, tanto en bien como en mal. Por consiguiente, tú como personalidad, eres el único causante de tu felicidad o de tu desgracia. Trabaja para el Espíritu y estarás trabajando de acuerdo a las Leyes Divinas, de esta forma, tu recompensa para otra vida será inmensa.
El concepto que normalmente existe sobre el cielo, el purgatorio, o el infierno no es correcto, sin embargo, algo hay de verdad en lo que cuentan. El purgatorio es donde vas después de la muerte del cuerpo físico para sentir en tu propio ser el mal que hiciste a tus hermanos en la Tierra, de ahí te fortalecerás espiritualmente y elevarás tu conciencia para no volver a caer en ello en la próxima vida. El Cielo existe con la misma intención pero con la diferencia de que en él se recibe y se siente el bien que hiciste en tu anterior vida. El Infierno sólo existe para las personas que han hecho mucho daño a la humanidad y se interpreta así por que su sufrimiento en el purgatorio es muy largo e intenso.
Hay personas que se quejan de su trabajo y de sus jefes, otras no saben dirigir ni mandar, y otros se aprovechan de su posición en esta vida para beneficiarse en todo lo que pueden; todo eso demuestra una gran ignorancia de las leyes. Cada uno está donde debe estar, porque debe tener toda una serie de experiencias y pruebas que necesitan para dar un paso más en su desarrollo espiritual. Si no cumple con sus responsabilidades, si abusa de otros o si sufre en su trabajo, debe saber que así está previsto en su destino para que desarrolle unas cualidades que necesita, si no cumple con su destino, tendrá que repetir las pruebas y aprender de otra forma más dura.
El hombre poco desarrollado es como una lira sin afinar o un diamante en bruto al que hay que pulir, el trabajo para alcanzar la perfección pasa por el peregrinaje a través del mundo físico donde poco a poco debe obtener la armonía celestial en su propio ser. Por eso, y como ocurre con el diamante en bruto, debe sentir el chirriar de la piedra como fuente de dolor que, al final, le dará las más bellas formas. Por eso, el mal es un bien en formación que tarde o temprano tienes que agradecer.
No te preocupes de si adelantas o no en el sendero angelical, preocúpate solamente de hacer las cosas con tus sentimientos más elevados. Hay personas que hacen el bien porque desean progresar, y así debe ser, pero aún tienen cierto orgullo, vanidad y otros sentimientos que les hace actuar por deseo egoísta de engrandecimiento para que les admiren. Estas personas desean hacer lo imposible para mostrar a los demás su espiritualidad con cualquier pretexto que les venga bien. Una forma peculiar de mostrar a los demás sus cualidades es diciendo lo bien que se sienten o invitando a otros a hacer lo que ellos hacen; las máquinas actuales que muestran el aura a las personas son una gran prueba para ellos. El efecto de tu trabajo espiritual se siente en el corazón y se muestra en la manera de actuar y pensar como resultado del desarrollo de la conciencia. Si te gusta ver como evolucionas a través de tu aura, y deseas mostrar al mundo tu adelanto, no eres tan espiritual como piensas, porque tu personalidad aún te domina.
No desprecies ni huyas de las personas que viven en los barrios bajos entre la delincuencia, porque ellos también son hijos de Dios. No sabes por qué han nacido allí, pero sí debes saber que esos barrios no ofrecen oportunidades importantes para su desarrollo y tu deber y el de todos es de ayudarles en todos los sentidos. Su grado de desarrollo puede ser bajo comparándole con el tuyo, pero no por eso se les debe repudiar como tampoco se repudia a un niño de cuatro años que aún le queda mucho que aprender, tarde o temprano alcanzará la meta.
Procura no caer en los celos, en la cólera y en ninguna clase de maldad en general, porque cuando lo haces, atraes toda una serie de espíritus que se dedicarán a estimularte en ese sentido para que sigas creando esos malos sentimientos donde ellos se divierten y gozan. Según sean tus sentimientos y deseos, así emites y llevas contigo determinada vibración, y así atraes a determinadas clases de espíritus que necesitan de esas vibraciones para evolucionar. Si te dejas influenciar, puedes llegar a no controlarte y a hacer cosas que ni te imaginas.
Procura estudiar a las personas, pues puedes aprender mucho de ellas. Observa al que siempre está criticando, hablando mal, al pesimista, al orgulloso, etc. de todos ellos aprenderás lo que no se debe hacer. Pero también es importante que observes, medites y estudies a los altruistas, cariñosos, simpáticos y de buenos sentimientos en general, de ellos puedes aprender a hacer mucho bien al prójimo y al mundo.
Dios es Amor y Su Justicia y Sus Leyes así lo demuestran, por eso debes saber que: Tus elevados ideales y aspiraciones de esta vida se convertirán en facultades en la siguiente; que cuando tienes buena voluntad, se convertirá en capacidades para hacer el bien; el que ayuda a los demás, en la próxima vida tendrá muchas más oportunidades de hacerlo; el que ayuda materialmente, en la próxima vida recibirá grandes bienes; tus acciones negativas te causarán sufrimiento; las oportunidades de beneficiar al mundo y que no aproveches, se convertirán en limitaciones y en aspiraciones frustradas. Sin embargo, también debes saber que: En lo que piensas en eso te convertirás; que tus creaciones mentales y tus sentimientos, son las semillas que formarán tu futuro destino. Por tanto, cambia tu forma de pensar y así cambiarás tu carácter y podrás formar un buen destino. Actúa como un instrumento de Dios y te evitarás mucho sufrimiento a la vez que estarás acelerando el momento de no renacer más en la Tierra.
Cuando pierdas a un ser querido procura que no le molesten en ningún sentido, porque está haciendo la recopilación de su vida y debe sacar el mayor provecho de ella. Lo mejor que se puede hacer por un fallecido es orar y mandarle los más elevados sentimientos, de esta forma le ayudarás mucho en los momentos de transición de este mundo al otro. Esta es vuestra forma de actuar normalmente pero ¿Es la misma si el fallecido es alguien con el que no te llevas bien?, en este caso y si no lo has hecho antes, tienes más motivos para mandarle todo tu amor y rezar por él. No tenéis en cuenta que en cualquier momento podéis pasar al otro mundo y ya es demasiado tarde para hacer las paces. Antes de que esto ocurra, pide a Dios por él, para que rectifique su postura y facilite tus buenas intenciones respecto a él.
Ama y da gracias a Dios por la vida, por el agua, el aire, el Sol, los alimentos, el trabajo, por tu familia y amigos, y por todo lo que tienes y lo que te rodea, porque todo eso está a tu alcance gracias a Él. Pero no te olvides de dar gracias también por todas las experiencias –buenas y malas– porque gracias a ellas y incluso a tus enemigos, estás evolucionando y espiritualizando tu carácter.
Alguien pensará que estos comentarios son difíciles de llevar a la práctica, sin embargo, yo os digo que tarde o temprano tendréis que llevarlo a la práctica y superarlo, puesto que la meta es la perfección espiritual del ser humano, por tanto, aunque sea poco lo que adelantéis, eso tendréis superado y adelantado respecto a la siguiente vida. En vuestras manos está vencer o ser vencidos.
Medita tus acciones y lleva una vida relajada para no enfadarte ni discutir con nadie; sé comprensivo y tolerante cuando alguien te haga algo, porque seguro que eso ya lo has hecho tú antes y por eso sabes que no está bien. Si tienes algo contra alguien o al contrario, y un amigo te propone una solución como intermediario, aprovecha la oportunidad y haz las paces para que no te arrepientas toda tu vida. Pero sobre todo, cuando estés molesto por algo o por alguien, no lo pagues con otras personas porque ellas no tienen culpa de nada.
La salud tiene mucho que ver con los buenos sentimientos. Sé feliz ante todas las circunstancias; saluda a los demás de corazón; muestra simpatía y afecto a todo el mundo y ante cualquier situación; habla con una sonrisa en los labios; no guardes rencor a nadie y perdona todo; programa tu día al levantarte para que seas feliz; no pienses en negativo para no atraer lo mismo, no te dejes llevar por lo que te cuentan; trata a tu familia como a tu mejor amigo y no abuses de tu posición.
Pero sobre todo, piensa que los demás no te ven como te ves tú y por eso debes ponerte en su puesto para comprenderles mejor.
Se consciente de que una vida es un día de trabajo en el Sendero hacia Dios, aprovecha tu tiempo libre en hacer algo por los demás y piensa que el deber del superior es ayudar al inferior. Pero recuerda, hagas lo que hagas, no lo hagas para que te reconozcan, Dios es todopoderoso, ha creado el universo, y no ha dejado Su firma en ningún sitio. No dejes muestras de quien eres cuando hagas una buena obra, tus obras, tus escritos, tus confesiones, tus servicios a los demás, no deben estar firmados (salvo por obligación legal) para que en el presente y en el futuro sepan quién eres. Eso sólo le importa a Dios y a sus Ángeles que sabrán como corresponderte.
Proponte todos los días hacer algo positivo que te cause satisfacción espiritual. Intenta ver cualidades en las personas que no te caen bien, intenta beneficiar a alguien cada día, desea y persiste en no caer en la prueba de todos los días, supera tus enfados e impulsos, observa dónde puedes hacer un bien y no lo haces o incluso como a veces colaboras con el mal. En definitiva, trabaja, trabaja y trabaja.
Actúa siempre como si tu “Ángel” estuviera leyendo tu corazón; dedica tu vida a los demás y te encontrarás ante Él cuando menos lo esperes; ofrece tus actividades diarias en un acto de sacrificio y devoción a tu Ángel y Él te compensará mucho más de lo que te imaginas. Piensa espiritualmente en los Ángeles y estarás entre los Ángeles.
Cuando estés fortalecido en tus virtudes no necesitarás esperar que se presenten las pruebas y tentaciones, tú mismo puedes ir en busca de ellas y probarte a ti mismo.
Nuestras reacciones y actitudes ante las personas y circunstancias en esta vida, se convierten en grabaciones que serán la base para seleccionar la clase de gente y hechos que tendremos que afrontar en la próxima. Según cumplamos con nuestro destino de una forma consciente y responsable, así serán las ocasiones de mejorar para el futuro.
Es tu deber luchar positivamente contra las manifestaciones degradantes y violentas que tanto mal hacen actualmente a la sociedad, si no lo haces, ¿Qué futuro estás construyendo para tus hijos?
Cada contacto con otra persona, buena o mala, en la vida cotidiana, os enseña lo fuertes que sois y lo preparados que estáis para crear un buen destino, tanto en sentido personal como en general, por consiguiente, meditad cómo actuáis y respondéis en todo momento.
Piensa que tu Yo Superior está velando por ti constantemente y hablándote a través de la conciencia para guiarte y hacer que no cometas errores, ¿No crees que merece una respuesta amorosa, obediente y fiel por tu parte?
No os preocupéis tanto por vosotros y pensar más en los demás. Cuando sepáis de alguien que tiene problemas o que está enfermo, preguntarle y demostrarle que os interesa y que afecta a vuestros sentimientos, le haréis un gran bien.
Sabéis que un espacio no puede ser ocupado por dos objetos a la misma vez, pues así mismo, la mente no puede pensar en dos cosas a la vez. Por consiguiente, cuando queráis quitaros un mal hábito de pensar en algo negativo, concentrar la mente fuertemente en un motivo que os alegre y entretenga, o que os interese profundamente; de esta forma olvidaréis lo negativo. Pero si fuera una persona con la tenéis algún problema, concentraros en alguna de sus virtudes y estaréis transformando vuestros sentimientos hacia ella.
A veces juzgáis negativamente a las personas sin apenas conocerlas por el simple hecho de que son serias o poco parecidas a vosotros. ¿Os habéis puesto a pensar lo diferente que ha podido ser su vida o los problemas que pueda tener en ese momento?
Si tienes problemas que impiden el normal desarrollo de tu personalidad y no puedes entender el sentido de la vida, recuerda lo siguiente. Tú eres un Espíritu que tiene unas herramientas para aprovechar al máximo las oportunidades de la vida, estas son: Un cuerpo físico como vehículo; una Vida que debes cuidar y que es donde guardas tus experiencias diarias para sacar provecho de ellas después de la muerte; un Cuerpo de Deseos, Sentimientos y Emociones que debes mantener lo más espiritualizado posible para que no te domine; una Mente con la que razonar y con la cual debes dominar tus malos sentimientos, pasiones y deseos; y una Voluntad que debes utilizar para controlar la mente y hacer el mejor uso de ella para tu desarrollo espiritual.
Cuando veas o escuches algo que puede ser causa de malos sentimientos y pensamientos, o te venga un pensamiento que te puede hacer caer en algo que no deseas, debes: Cerrar tus oídos y tus ojos y cambiar el pensamiento por otro contrario y positivo. Con esta práctica conseguirás OLVIDAR, y por lo tanto, no practicar lo que no deseas; olvidando y no practicando se morirá de inanición.
Si alguien, a menudo, te trata y te habla mal, no está bien que le respondas de la misma manera. Si lo haces, serás como él y no podrás decir nada porque te reprochará y te echará en cara tu actuación. Sin embargo, si actúas humilde y comprensivamente, le estas dando motivos para que se dé cuenta de su error y para que su conciencia le hable y haga que se arrepienta.
Es muy cómodo huir de las personas que no os gustan o llevar a la práctica la ley de “ojo por ojo y diente por diente”. Amáis a quienes os aman y ayudáis a quienes os ayudan, pero, ¿qué conseguís con eso? Cristo dio Su vida para salvar a todos, y Dios hace que llueva para buenos y para malos, por consiguiente y puesto que sois aprendices, si podéis ayudar a alguien, hacedlo sin distinciones y de corazón.
Si ayudáis a la humanidad de alguna forma, si regaláis algo a alguien, o si dais una limosna a un necesitado, no lo prediquéis en todas partes, pues sólo Dios debe saberlo.
No os preocupéis más de lo necesario por conseguir cosas materiales y por ahorrar dinero. Pensad que en el momento de la muerte nada de eso os ayudará a estar mejor en el otro mundo, ni nada os podréis llevar, sólo os servirán los buenos sentimientos y la quintaesencia de vuestras buenas obras.
Si dentro de tus amistades o familia, hay una persona que crea desarmonía y enfrentamientos entre algunos miembros, cuando te cuente o le escuches algo negativo que pueda perjudicar, no se lo cuentes a los demás, porque estarás aumentando la desarmonía en el grupo.
“No juzguéis para que no seáis juzgados” es complementario de “La causa que yo hago tendrá su efecto sobre mí.” Por tanto, no os fijéis en lo que hacen los demás y no deis importancia a lo negativo de las personas y al mal que os rodea. Todo está evolucionando hacia el bien y en su momento será perfecto.
Donde tiene el hombre su pensamiento tiene su corazón, y donde tiene su corazón tiene sus aspiraciones espirituales. Estudia tus pensamientos y cambia tu manera de pensar para que puedas conseguir tus aspiraciones.
No pidáis bienes materiales ni placeres, pues eso os vendrá cuando hayáis hecho motivos para ello. Pedid sabiduría y discernimiento para distinguir el mal del bien y los falsos maestros de los verdaderos, entonces descubrirás los verdaderos dones de Dios.
El infierno no existe, sino que el hombre lo crea cuando se deja llevar por la maldad y la ignorancia de la Verdad. Con cada maldad que hace el hombre enciende un poco su infierno y desciende a él. Para salir debe sentir en sus propias carnes y en su conciencia el mal que ha hecho a los demás, entonces empezará a construir su cielo.
La perfección es Dios, cuando seáis perfectos seréis dioses, entonces, ¿Por qué no comenzáis por haceros a la idea de que, hagáis lo que hagáis, debe estar hecho con la misma intención que lo hace Dios?
El hombre es bueno o malo según el desarrollo espiritual adquirido en todas sus anteriores reencarnaciones, sin embargo, su deber es vencer los defectos que le crean karmas negativos, para liberarse de las ataduras terrenales que le harán volver una vez más a la Tierra.
¿Quiénes son vuestros enemigos? Son espíritus que en otra vida han estado en contacto con vosotros y con los cuales terminasteis mal, pero también son vuestros maestros que os enseñan lo que no debéis hacer, y con los que debéis terminar bien. Si no es así, la Ley os unirá de una forma inevitable.
Dentro de vosotros hay dos fuerzas: Una espiritual y otra material. Cuando lleváis con vosotros el odio, el rencor, la envidia, la venganza y toda clase de malos sentimientos, estáis alimentando a un monstruo de vuestra creación, que tarde o temprano os dominará, y no tendréis voluntad suficiente para vencerle. Pero si estáis pendientes de lo que pensáis y de vuestros sentimientos, le venceréis y nacerá en vosotros un Ángel que os guiará y ayudará.
Dar gracias a Dios por haber puesto en vuestro camino estas verdades en esta vida, pero procurad llevarlas a la práctica y elevaros en el Espíritu, porque las fuerzas ocultas os tentarán e intentarán que volváis a las antiguas costumbres. Si vencéis podréis ser semilla para el mañana y pasaréis victoriosos la presente etapa, para cumplir los mandamientos de la próxima era de Acuario.
Hay quien dice que no existe el bien ni el mal, sino que son gradaciones opuestas donde vosotros evolucionáis. Cuando practicáis la tolerancia, el altruismo, el amor, la fraternidad, la humildad, etc. Estáis elevando vuestra vibración hacia el polo positivo; pero cuando practicáis el mal en pensamiento, palabra y obra, limitáis vuestras vibraciones y os estancáis en lo que solo os traerá problemas y sufrimiento.
Cristo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida,” “Nadie viene al Padre sino por mí.” Cristo está representado en el hombre por su Yo Superior, y cuando intentáis imitar la vida de Cristo, estáis acercando vuestro Yo superior al Padre. Si os proponéis cada mañana seguir el camino del servicio amoroso a los demás, estaréis en la verdad y viviendo la Vida de Cristo.
¿Quieres hacer bien a la humanidad de una manera sencilla y cómoda? Procura estar pendiente de ti mismo para tener ante los demás una imagen de: Simpatía, afecto, humildad, sinceridad, nobleza, altruismo, comprensión, tolerancia, consuelo y todos los buenos sentimientos que quieras. De esta forma estarás dando el mejor ejemplo y enseñanza que los demás apreciarán y agradecerán.
No hay muchas personas que comprendan lo que significa la frase: “Orar sin cesar”. No se trata de estar rezando a Dios las 24 horas, ni se trata de estar hablando con Él pidiéndole cosas. Significa que debemos tener el pensamiento en lo positivo, en el bien, en estas verdades esotéricas y cristianas, o simplemente pensando en hacer el bien a quien nos rodea. Al principio parece difícil, pero con persistencia veréis que lo difícil es ponerse a pensar en el mal conscientemente.
“Son muchos los llamados y pocos los elegidos” Cada día hay más personas interesadas en el desarrollo espiritual, de hecho comienzan con mucha voluntad y se quitan vicios y malos hábitos rápidamente, pero eso es lo más fácil, ¿Quién es verdaderamente inegoísta, humilde, fraternal y servicial? ¿Quién no critica ni se ofende cuando no debería hacerlo? ¿Quién está dispuesto a darlo todo, incluso su propia vida por los demás?
No caigas en pensar que porque tengas mucho conocimiento eres más que otros, porque no es así. El conocimiento sólo sirve para comunicarlo. Lo importante es que ese conocimiento verdadero sea llevado a la práctica para ser un vivo ejemplo de lo que Dios quiere que seamos.
“El que no ama a su hermano, al cual ve, ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ve? Por eso, quien no ama, no ha llegado todavía a la Vida. La esperanza del mundo está en desarrollar el corazón. El amor es poder que se desarrolla y expande cuando lo compartimos; el amor nos ayuda a olvidar los aspectos, a menudo, poco atractivos de los demás, para ver la verdadera Esencia Divina que hay dentro de ellos.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita conocer y practicar; sólo existe un bálsamo para calmar nuestro dolor; sólo hay un camino que conduce a los cielos; ese camino es: Simpatía humana y Amor.
En invierno es cuando el Sol está más cerca de la Tierra, esto quiere decir que –como representante que es de Cristo– es cuando más espiritualizada está la Tierra de todo el año. Por consiguiente, el que busca el desarrollo espiritual debe aprovechar esos meses, y sobre todo el 24 de diciembre, para esforzarse más y fortalecerse, para luchar después contra las vibraciones terrenales del verano.
Los polos se atraen, y eso mismo ocurre con los pensamientos. Cuando pensáis negativamente atraéis espíritus elementales negativos que se unirán a vuestros cuerpos invisibles y irán con vosotros a todas partes haciendo el mal que puedan. Cuando pensáis en positivo, atraéis espíritus amorosos que ayudarán a todo aquél que esté en contacto con vosotros. Cuando pensáis mal atraéis a los Ángeles caídos Luciféricos, y cuando pensáis bien acuden los Ángeles guardianes de la humanidad.
Si alguna vez cometes un error con otras personas y tu orgullo y vanidad no te permiten pedir perdón o solucionarlo positivamente, al menos, no cambies las cosas ni mientas ante el resto de tus conocidos para quedar tú en buena posición.
La vida no se puede evitar salvo que haya un suicidio, luego entonces, ¿por qué complicarla? Hay quien va por la vida viendo todo mal, molestándose por cualquier cosa, sacando defectos y criticando todo lo que puede e interpretando todo a su manera, ¿resultado? Lleva una vida de amargura y de poca felicidad que afecta a sus familiares y a sus pocos amigos. Eso es complicarse la vida y sacar poco provecho de ella.
Por las noches, mientras vuestro cuerpo duerme, podéis hacer muchas cosas buenas en los otros mundos, por tanto, cuando estéis a punto de quedaros dormidos, pedir a Dios para que vuestro Ángel os ayude a hacer bien a quien lo necesite.
El silencio es una de las mejores practicas para el desarrollo espiritual, es bueno controlar la palabra y poner la voluntad y la conciencia en lo que escuchamos o en lo que pensamos en momentos de tranquilidad. De esta forma, aprenderemos de lo que escuchamos; seremos más humildes, tolerantes y comprensivos ante quien habla; y utilizaremos la voluntad conscientemente para pensar en lo más elevado.
Es bueno hacer balance de lo que dais y recibís a lo largo de vuestra vida. Hay personas que se pasan años asistiendo a cursos y conferencias gratuitas y quieren toda clase de material que se relacione con lo que les interesa; otros se pasan la vida pidiendo allá donde pueden; y otros se aprovechan de cualquier circunstancia para beneficiarse egoístamente. Estas personas son ignorantes de que no pueden engañar a las Leyes de Consecuencia y Compensación. El egoísmo por el desarrollo espiritual, por el conocimiento, o por cualquier otra cosa, debe ser equilibrado con las consiguientes pérdidas. “Quien no da, no puede recibir; y quien mucho recibe, mucho le será pedido.”
Sabed que la energía que utilizáis para trabajar, hablar, pensar y sentir, tiene un solo origen: Dios. Llegará el día en que utilicéis esa energía pensando siempre en el beneficio de los demás. Sin embargo, aún estáis muy lejos de ello y pensáis más en vosotros mismos, eso no es lo correcto pero, ¡ay de aquel que practica la brujería, la oui-ja, magias y invocaciones egoístas que tienen que ver con las fuerzas invisibles! El uso de la energía en estas prácticas es mucho peor de lo que muchos piensan.
¿Queréis que los Ángeles os vean bellos? Trabajar a diario como si fuerais colaboradores suyos y persistir las veces que haga falta en ser útiles a los demás de alguna forma. Así aumentará vuestra aura y tomará colores inimaginables para vuestra mente. Eso se llama belleza interior y los Ángeles saben valorarla.
El hombre se alimenta de materia física porque su cuerpo es físico, pero es bueno que, a veces, haga ayuno para purificar el organismo. También se alimenta de sentimientos y pensamientos, por tanto, lo mismo que ayuna para purificarse, así mismo debe crear y emitir toda clase de sentimientos positivos para purificar sus cuerpos invisibles cuando no se manifiestan en sentido espiritual.
Hay personas con poca sensibilidad y muy centradas en ellas mismas, cuya expresión es a veces brusca con los demás e incluso con su esposo/a e hijos/as. Estas personas tienen el deber de encontrar en ellos mismos el equilibrio, es decir, ponerse en el puesto de los demás, observando cuál sería su respuesta y reacción si a ellos les hablarán y tratarán como ellos hacen con quienes le rodean.
Lo mismo que el cuerpo se debilita con la enfermedad y está a merced de otros virus y organismos malignos, así el hombre que ha caído en la práctica del mal se está debilitado ante otras maldades que echarán raíz en él. En estos casos yo os propongo un juego. Cuando alguien os injurie, calumnie u otra cosa similar, haced lo siguiente: Sacad un sentimiento de hermandad y decid con el corazón “Este hermano está afectado por la enfermedad de…. debo perdonarle y darle mi apoyo para que pueda recuperarse y salir de esa enfermedad cuanto antes.”
“No te jactes ni te engrías de tus obras, porque en realidad no te pertenecen” No hay que tener orgullo de lo que uno es o hace, porque eso es una concesión de los Ángeles hecha ya mucho antes de nacer, la persona sólo es el instrumento necesario para que se cumpla la obra de Dios. Por tanto, vuestro deber es dar gracias a Dios por haberos escogido y beneficiado en vuestro desarrollo con el resultado de las obras.
¿Habéis analizado vuestra actitud y pensamientos en determinados sitios como por ejemplo un medio de transporte? A veces no sabéis dónde mirar, otras os fijáis en alguien y la estudiáis y criticáis, y otras muchas no sabéis ni en que pensar. En estos casos hacer lo siguiente: Cerrar los ojos si podéis, dejando a un lado el mundo material y los malos sentimientos; rodearos de un Aura de Luz y Amor, la cual vais engrandeciendo con lo mejor de vosotros mismos. Una vez conseguido esto, expandir esa Aura de Luz hacia todas las personas que os rodean y ver como estimula sus buenos sentimientos. Después de esto dar gracias a Dios por daros esta oportunidad.
Lo mismo que en la Tierra hay leyes que intentan mantener el orden y el equilibrio, así mismo y de forma superior, las leyes divinas mantienen el orden en el desarrollo y evolución de la humanidad. A la hora de despreciar al prójimo, recuerda que estas leyes son muy justas y no se les escapa nada.
Si intentas llevar a la práctica estos “pensamientos” para acelerar tu desarrollo espiritual, tienes que tener en cuenta los siguientes puntos: 1º. Tener paciencia. 2º. No dejar de intentarlo. 3º. Voluntad para estar siempre pendiente de que actúas correctamente. 4º. Control del pensamiento.
Tu vida en la Tierra tiene gran importancia para tu propia evolución, pero no olvides que también tiene una relación íntima de otra vida con otras personas, y que cuando mueras dejarás aquí tu historia. Por consiguiente, cumple amorosa y fraternalmente con tus deberes con el prójimo y tu historia será recordada con los mejores sentimientos.
Hay una doble polaridad en todo el universo manifestado, esa doble polaridad se manifiesta de muy diferentes formas en todos los mundos y planos; en nuestro mundo físico también lo conocemos como el mal y el bien. Cuando te vengan desgracias y males, no reniegues ni te quejes, porque esta acción sobre ti tendrá un buen resultado, ya que elevará tu conciencia.
El mal es un bien en desarrollo, reflejo de la Voluntad de Dios y con el único sentido de ayudar como ayudáis a vuestros hijos por medio de un castigo. Por muy dura que te aparezca la vida ante algunos hechos, recuerda que “la casualidad no existe” y que todo lo que ocurre tiene un lado positivo, ¡intenta encontrarlo!
Cuando hacéis el mal es como si os echarais una mancha difícil de borrar en el aura; cuanto más mal practicáis, más oscura vuestra aura y más bajo caerá vuestra alma. Recordar que un mal hábito se puede borrar con la creación de otro bueno, así, el alma se elevará al reino de los Ángeles. Cada oportunidad de hacer el bien en pensamiento palabra y obra que no aprovecháis, es una oportunidad perdida.
Debéis saber que la vida presente es el efecto de los hechos en pensamiento palabra y obra de la vida pasada, por consiguiente, actuar consciente y voluntariamente en el bien en la presente vida, y vuestro futuro será verdaderamente bueno.
A veces estáis tan vencidos por el desanimo que no sabéis cuál es vuestro trabajo en la vida. Es imprescindible que tengáis siempre presente que cada uno de vosotros tiene la obligación de servir a los demás por medio de su profesión o de sus momentos de ocio. Solo se necesita hacer esas actividades pensando en la manera en que pueda repercutir positivamente en los demás.
Es cierto que el mismo desarrollo espiritual os lleva de una escuela o religión a otra de las cuales vais adquiriendo conocimiento y elevando la conciencia. Hay personas que se llegan a convertir en “vagabundos metafísicos” que van de un sitio a otro y se atiborran de conocimiento hasta coger una indigestión mental. Esto es como el que comienza a aprender varias profesiones y no termina ninguna. Si de verdad queréis alcanzar el nivel de los Maestros, concentrar vuestro esfuerzo y vuestra mente en la práctica de estos párrafos y ejercicios y no os preocupéis de nada más.
Está escrito: “El que se entrega con sus limosnas alimenta a tres: a sí mismo, al prójimo hambriento y a mí” “Cualquier cosa que des sin darte a ti mismo, no me interesa, porque no busco tus dádivas sino a ti” dijo Cristo.
Es fácil que tengas momentos de pruebas y serias tentaciones. Esto es lógico, pues los hermanos de la sombra están siempre activos intentando quitar la paz mental y espiritual a todo aquel que trabaja para el Espíritu. Ante estas pruebas, debes tener perseverancia, paciencia y esfuerzo en hacer el bien.
Es bueno observar el mundo y las personas que os rodean, eso hace que aprendáis de los demás y de las circunstancias, y que desarrolléis la concentración y la memoria, pero también es cierto que eso implica un riesgo, y este es: “Ver la paja en el ojo ajeno” Si no ponéis medios, caeréis en juzgar todo cuanto veáis y, por lo tanto, en la crítica, ¿y esto por qué? Porque lo veis a través de vuestra aura, o sea de vuestras faltas, fantasías y extravagancias. Tener siempre presente que cuando juzgáis y criticáis a alguien es porque algo va mal en vosotros mismos, por consiguiente, observar y reflejaros en los demás con la única intención de ver sus cualidades pero no sus defectos.
Cuando tengáis problemas o algo que os preocupe, escribidlo en un papel y dejadlo al lado vuestro varias noches, es fácil que os den la respuesta más correcta, aunque a veces os parezca poco convincente. Cuando alguien se esfuerza por vivir la vida espiritual y se duerme con la petición de ayuda para su problema, tiene más ayuda de la que piensa.
La mayoría de los pecados del ser humano son de omisión y no de comisión, eso indica que no les dais importancia, resultando que, aunque no lo creáis, os está atrasando mucho el progreso espiritual. Si no sois cautos en estas pequeñas cosas tendréis grandes posibilidades de caer en otras peores y estaréis aumentando con creces los motivos de vuestra caída en el mal.
¿Os habéis puesto a pensar que pasaría si tuvierais el poder de veros a vosotros mismos como otros os ven? Posiblemente os entristeceríais. La mayoría de la humanidad vive en el engaño y, si se les censura, posiblemente sean desdichados, pero esto no debe ser así, uno no se puede censurar y adular a la misma vez, por tanto, he de decir que: “La capacidad de aguantar la censura con perfecta ecuanimidad y sacar el mejor provecho de ella, es lo que determina la talla del Alma.” Yo os aseguro que sacaréis un gran provecho si os censuráis cada noche con el ánimo de superar vuestros defectos, pero además, si os critican, no os molestéis y interpretarlo como vuestra propia censura.
Tarde o temprano os llega un momento en que os sentís cansados de luchar por superar las pruebas, para que no ocurra esto debéis tener presente dos cosas: 1ª. La “repetición” es la clave para alcanzar vuestras metas puesto que crea nuevos hábitos, a la vez que olvidáis otros que no os benefician. 2ª. Debéis interpretar cada fracaso como un aliciente que os fortalece para conseguir el éxito.
La vida es similar al hecho de coger flores en el campo. Las flores son los placeres, y las ortigas, con las que algunas veces tenéis roces dolorosos, son las penas que os causan tristezas. Sin embargo, cuando cogéis la ortiga con fuerza y la presionáis, anuláis su poder hiriente. Vosotros que intentáis rehuir del roce de la ortiga como de las penas de la vida, no sois conscientes de la realidad. Debéis saber que las Leyes Divinas no os pueden dar nada más que lo que merecéis, como tampoco se puede cosechar de donde no se ha sembrado. Es inútil que hagáis esfuerzos para evitar las deudas maduras, el único medio es evitar hacer el mal.
Los deseos, emociones y sentimientos no refrenados por el discernimiento y la voluntad, son fuente de serias tentaciones. La sencillez e inocencia de quien aspira al cielo es presa fácil del pecado. Sin embargo, aunque cuando caéis sufrís, también desarrolláis la conciencia, os hace aborrecer el pecado y os fortifica ante las tentaciones. El hombre se puede liberar de todas estas fuerzas que le dominan, cuando obtiene control de sí mismo a través del ejercicio de su voluntad.
La confesión ante el propio Espíritu y ante Dios disipa la fuerza emocional constituida en formas de pensamientos sobre nuestras faltas; nos hace sentir más libres; restaura el equilibrio interno; y evita que el temor y la cólera se manifiesten en el subconsciente generando complejos que, a su vez, traerían nerviosismo y otros problemas psicológicos.
El Yo superior se diferencia de la personalidad en que no tiene sentimientos de separación con el prójimo; es todo lo contrario, él se identifica con los demás. El Ego es Dios, y para conocerle hay que llevar a la práctica desde el corazón, todos estos preceptos y pensamientos. En él laten todos los misterios divinos que están esperando a que vuestra obra alcance el grado oportuno para manifestarse ante vuestra visión interna. Si encontráis la luz que él emite ya no necesitaréis más enseñanzas porque habréis encontrado la Verdad Absoluta y el verdadero sentido de la vida eterna. Cuando seáis uno con el prójimo estaréis cerca de vuestra primera meta.
Autor: Francisco Nieto Vidal nació en Madrid en 1953. Ya a temprana edad, comenzó a interesarse por el ocultismo y por todo aquello que se consideraba misterioso y fuera de lo común y en lo que, al cabo de los años, se haría autodidacta. Después de 20 años estudiando, investigando y extrayendo muchas respuestas respecto a las verdades y mentiras de todos esos estudios, comienza a interesarse por las escuelas y ocultistas más serias como son la Fraternidad Rosacruz Max Heindel, la Sociedad Teosófica, la Escuela Arcana y la Antroposófica y sus fundadores entre otros. A partir de afiliarse a la Fraternidad Rosacruz Max Heindel en el año 1984 y como fruto de sus trabajos internos, sus meditaciones e investigaciones sobre el esoterismo así como de la astrología, dedica su tiempo libre a impartir cursos y conferencias. Autodidacta, interesado en facilitar medios y técnicas para que las personas obtengan un mayor desarrollo espiritual y una mejor salud física y psíquica, ha escrito numerosas obras.
Muchas gracias.
Mary Ellen Oliveira
TAREA INCONCLUSA DIOS PERO ESTOY CANSADA, MAÑANA SIGO CON MI PENDIENTE AJUUUA, DIOS ME VINE A MEXICO , NO ME IMAGINO COMO ALMA Y LO DES MADROSA QUE SOY JA JA JA JA JA JA , DISCULPAME,…