Práctica diaria: Aquiétate y sabe, YO SOY

Has aprendido a ver a Dios como algo alejado de ti, sin embargo el Yo Soy está más cerca de tu propia respiración.

Para escuchar la voz de tu propia presencia Yo Soy debes transcender la mente y las emociones.
Debes aquietarte.
Detén tus pensamientos.
…Luego… deja que la quietud y la serenidad tomen las riendas de tu consciencia,
una consciencia iluminada capaz de cuidar de ti con todo su amor,
mejor de lo que tú jamás hubieses pensado.

Aún, si tu saberlo, sin sospecharlo,
Tu ser inferior y tu Yo Soy serán uno en esos instantes de quietud.

Aquellos de ustedes que quieran practicar la calma y la quietud,
empiecen a hacer esto en las mañanas apenas se despierten.

Pregúntate, “¿Quién soy yo?” y mantén la quietud.
Aguarda la respuesta de tu corazón, y aún así no la escuches, continúa escuchando con serenidad.

Si tu mente se descontrola y empieza a imponerse; pregúntate:
¿Quién está pensando estos pensamientos?

Pregúntate
“¿Quién soy yo?”

Al continuar practicando,
notarás que el espacio entre “¿Quién soy yo?”
se vuelve más y más grande,
más extenso.

Las respuestas se empezarán a descargar paulatinamente en forma de sentimiento.
Día tras día, verás como la energía superior habrá de impregnar tus pensamientos.

La mente ya no se moverá.
Los pensamientos ya no volverán a descontrolarse.

Al final, los sentimientos se trascenderán,
y podrás identificarte con la Divinidad que llevas dentro, con la todo-poderosa Presencia Yo Soy que eres en verdad.

Cuando empiezas a mirar hacia tu interno mediante el silencio,
La Presencia Yo Soy se vuelve más y más fuerte para la conciencia externa de tu ser.

Empiezas a darte cuenta de que Yo Soy es tu Verdadero Ser.

Entre más te adentres en tu interno templo en busca de tu Yo Soy,
más fuerte se volverá la realidad de su maravillosa Presencia en ti.

Gabriel Vallejo