Un estudiante comentaba a un Maestro:
– Al parecer la vida es muy dura. En las enseñanzas espirituales, no hay ningún tipo de diversión ni motivo de placer.
El maestro sonrió y respondió:
-¿Sabés qué es divertirse?
“Cuando uno mora en la espontaneidad y la inocencia, la alegría surge del interior.
Pero si la mente se vuelve demasiado sofisticada y complicada, deja de disfrutar de las cosas sencillas y tiene que inventar diversiones perjudiciales.
Para gozar verdaderamente de la vida tienen que conservarse la espontaneidad y la inocencia”.
“Personalmente no intento divertirme – continúa el Maestro- si surge de modo natural, disfruto con ello. Pero si te esfuerzas por divertirte o creas diversiones ya no es divertido. Pierde su cualidad. En cambio si la diversión surge por sí misma en las actividades del día a día y se une al curso de tu vida, gozarás de ella en todos tus instantes. Puedes hacer que la diversión forme parte de tu vida. La vida y el trabajo son divertidos. Un sanador ayuda a otras personas enfermas a recuperar su salud. Un mecánico arregla todo cuando llega a sus manos. ¿No es esto divertido? En la vida cotidiana andar un par de kilómetros o cultivar flores en el jardín trasero, ¿no es también divertido? La mayoría de las actividades de la vida normal son sanas y creativas y muy divertidas.
Reflexión:
La vida es completa y gozosa tal como Es. Aparte de cubrir las necesidades básicas de la vida siendo personas dignas y desear conseguir grandes cosas ostentosas o experiencias exóticas y excitantes; es totalmente innecesario para una Consciencia Despierta. De ello puedes deducir que la vida puede llevarse a cabo con simplicidad porque en lo simple se oculta el éxtasis. Es divertido Vivir.
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