Cuando se habla de Índigos, podemos hablar tanto de niños, de adolescentes o de adultos. Las primeras generaciones de Índigos llegaron hace tiempo, en cierta manera siempre han estado, pues nunca se han ido; la vibración Índigo simplemente ha estado dormida y ahora es tiempo de despertarla. .Desde hace tres o cuatro generaciones el número se ha ido incrementando paulatinamente hasta la generación que está ahora en la infancia, que es la gran masa crítica, vibra totalmente en la frecuencia Índigo.
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Muchas de las personas que son Trabajadores de la Luz son Índigo o Índigo-Morado siendo su misión la de preparar el camino y concienciar a la gente. Los Índigo-Morados tienen los dos tipos de energías integradas, pudiendo trabajar tanto con las vibraciones actuales como con las que están llegando. La función es ser un puente energético de la vibración antigua a la moderna, ayudando en el proceso del cambio vibracional, ya que se tiene el don de trabajar con las dos partes.
Los Índigos Adultos tenemos que preparar el camino, sea trabajando con padres o educadores, con la Nueva Educación, o sea trabajando con los niños, enseñándoles cómo funcionan las cosas en el plano físico, para hacer la encarnación lo menos traumática posible.
A continuación presento 10 de los rasgos más comunes de un niño Índigo
1. Ellos vienen a este mundo con un sentimiento de realeza (y frecuentemente se comportan como tales).
2. Ellos tienen la sensación de “merecer estar aquí” y se sorprenden cuando otros no comparten esa misma sensación.
3. La autoestima no es para los Niños Índigo un gran tema de preocupación (ellos con frecuencia les dicen a sus padres “quienes son ellos” – los niños).
4. Ellos tienen dificultad en aceptar una autoridad absoluta (autoridad sin ninguna explicación o sin más alternativas)
5. Ellos simplemente no harán ciertas cosas; por ejemplo: esperar en una fila es muy difícil para ellos.
6. Se frustran con sistemas que son como rituales y que no requieren de pensamientos creativos.
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7. Con frecuencia ellos tienen mejores formas de hacer las cosas, tanto en la casa como en la escuela, lo que los hace ser como rebeldes, inconformes con cualquier sistema.
8. Parecen muy antisociales a menos que se encuentren entre niños de su misma clase. Si no hay otros con el mismo nivel de consciencia, a menudo se tornan retraídos, sintiendo que ningún ser humano los entiende. La escuela es para ellos un sitio donde les es muy difícil socializar.
9. Ellos no responderán a la disciplina de “culpa” (”espera que tu padre llegue a casa y se entere de lo que has hecho”).
10. Ellos sienten timidez en expresarle a usted lo que necesitan.
Básicamente existen 4 tipos de Niños Índigo. Cada uno con un propósito:
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El Humanista: El primero es el Índigo humanista que está destinado a trabajar con las masas. Ellos son los médicos, abogados, profesores, comerciantes y políticos del mañana. Ellos servirán a las masas y son muy hiperactivos y extremadamente sociables. Ellos hablarán con todo el mundo, siempre en forma muy, pero muy amigable. Ellos tienen puntos de vista muy definidos, con un cuerpo un poco torpe, y muy hiperactivos. Algunas veces se estrellarán contra una pared porque olvidaron poner los frenos. Ellos no saben cómo jugar con un juguete, pero le sacarán todas las partes que contengan y probablemente después no lo vuelvan a tocar. Si usted quiere que ellos limpien el cuarto, usted tendrá que recordárselo muchas veces, porque son muy distraídos. Ellos irán al cuarto, comenzarán a limpiar hasta que se encuentran con un libro y entonces se sentarán a leer, porque son lectores feroces
EL Conceptual: El Índigo conceptual está más interesado en proyectos que en la gente. Ellos serán los Ingenieros, arquitectos, diseñadores, astronautas, pilotos y militares del mañana. Son niños muy atléticos. Son controladores y la persona que más tratan de controlar es a su madre si son niños, y a su padre si son niñas. Este tipo de Índigo tiene tendencia a la adicción, especialmente drogas, durante la adolescencia. Sus padres deben vigilar estrechamente sus patrones de comportamiento y cuando ellos empiezan a esconder cosas o a decir cosas como: “no te acerques a mi cuarto” es cuando la madre necesita revisar su habitación.
El Artista: El índigo Artista es muy sensitivo y su cuerpo es pequeño, aunque no siempre. Están más inclinados hacia el arte, son muy creativos y serán los maestros y los artistas del mañana. A cualquier cosa que se dediquen siempre estarán orientados hacia el lado creativo. Dentro del campo de la medicina, serán cirujanos o investigadores. En el campo de las artes, serán los actores. Entre las edades de 4 a 10 se involucrarán en no menos de 15 actividades creativas, le dedicarán 5 minutos a una y luego la abandonan. Así que siempre le digo a las madres de músicos y artistas: “no compren los instrumentos, mejor alquílenlos”. El Índigo artista puede trabajar con 5 o 6 instrumentos diferentes y en la adolescencia escogerán uno y se convertirán en un verdadero artista.
El Interdimensional: El cuarto tipo de Índigo es el interdimensional. Son más grandes que los otros tipos y a la edad de 1 o 2 años ya usted podrá decirles cualquier cosa y ellos le dirán: “yo ya lo sé” o “yo puedo hacerlo”, o “no me molestes”. Son ellos quienes traerán nuevas filosofías y nuevas religiones a este mundo. Pueden llegar a convertirse en bravucones y jactanciosos porque son mucho más grandes y porque no encajan en ninguno de los 3 tipos anteriores.
Los niños de estos cuatro tipos creen en ellos mismos. No sienten temor. Así que si usted quiere decirles que están haciendo algo malo cuando ellos creen que no, ellos creerán que usted mismo no sabe de qué está hablando.
Así que se sugiere a los padres que establezcan límites pero sin tener que decirles a sus hijos: “no hagan esto”. En lugar, digan “Bien, porqué no me explicas porqué quieres hacer esto, sentémonos y discutámoslo. ¿Qué crees tú que pasará si haces eso? Cuando el niño le diga lo que él cree que podría pasar pregunte: Está bien y ¿cómo crees tú que vas a controlar la situación? Y entonces ellos le dirán la forma cómo ellos creen que pueden enfrentar el problema. Usted tendrá que dejar que el joven Índigo haga lo que vaya a hacer, de otra forma no participará, se retraerá, a menos que sea un Humanista, y no volverá a hablar con usted acerca del asunto.
Adulto índigo
¿Quizás tú puedes ser un Índigo adulto? ¿Cómo saberlo?
Lo primero es preguntarle a tu intuición, la cual te ha guiado hasta aquí, con que ya sabes parte de la respuesta.
• ¿Has tenido o tienes alguna de la características que suelen mostrar los Niños Índigo?
• ¿Tienes problemas de concentración? ¿Diagnosticado con ADD ó ADHD?
• ¿Hay cierto caos en tu vida y no sabes por qué?
• ¿Vives a gusto en ese caos?
• ¿Es difícil estar en un trabajo que no sea variado y con cambios constantes?
• ¿Vives en un cambio constante?
• Solo te sientes a gusto con gente de tu misma vibración
• Crees que todo el mundo tiene las mismas aptitudes que tú, por eso cuando no hacen las cosas de la misma manera que tú, no lo entiendes.
• Cuando tu jefe te dice que hagas una cosa, casi siempre tú tienes una forma mejor de hacerlo.
• Aprendes rápidamente pero cuando sabes lo suficiente te aburres y lo dejas.
• Si algo te interesa, pones los cinco sentidos y te concentras hasta que lo consigues.
• Atender en la escuela te costaba mucho, aunque si la materia te apasionaba absorbías todo como una esponja.
• Has tenido problemas con la autoridad, cuestionándola siempre.
• Adolescente problemático.
SÍNDROME DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD
Cada día aumenta el número de niños diagnosticados con Déficit de Atención (ADD) e Hiperactividad (ADHD) llegando a proporciones casi epidémicas. Pareciera que se ha convertido en moda.
No dudo que habrá casos que reúnan las características neurofisiológicas para dicho diagnóstico, pero a veces, me pregunto:
¿Por qué en determinados métodos de Educación, como es el caso del Método Waldorf, hay una sustancial disminución de la incidencia de este diagnóstico
¿Será que este método basado en el respeto de la individualidad, en la integración del individuo con el medio, está más centrado en la esencia del ser humano que en el cúmulo de conocimientos sobre la familia, la sociedad, las naciones, el mundo que ofrece nuestro sistema educativo tradicional y por ello tiene otro resultado?
Se ha fraguado toda una subcultura alrededor de este diagnóstico dejando sólo dos tratamientos aceptables para la comunidad científica como es el medicamento y la modificación de conducta, llegando a sustituir el diálogo en la casa por ¿Tomaste tu pastilla? Con ese abordaje tratamos de simplificar los problemas de la vida y le otorgamos a la química el poder de solucionar todo, colocamos el foco dentro del niño, no afuera, contrayéndonos ante la presencia de la situación “problemática” en nuestro entorno familiar, pero no nos ponemos sus zapatos, en cómo se sienten, en qué está aportando esta situación, en cómo podemos abordarla desde un marco más integral para saber qué nos está alertando esta situación.
Un niño puede tener inconvenientes en poner y sostener la atención reflejándose en su comportamiento por muchas otras razones que un desorden de Déficit de Atención. Puede ser que las actividades escolares le parezcan aburridas porque son monótonas, repetitivas, sin creatividad, rígidas, impositivas, no dejando espacio para la novedad y su forma de aprender no se amolde a la del colegio o porque en ese momento, su familia está pasando una crisis económica, emocional, o porque es alérgico a la leche o hipersensible a determinados alimentos que contengan colorantes, sabor artificial, azúcar o porque su temperamento no se alinee con el de sus padres porque su nivel de conciencia está más expandido que el de ellos y percibe la realidad desde un punto de vista más holístico, menos fraccionado. Por lo tanto, hay miles de niños que su individualidad está siendo reducida a un diagnóstico de desorden, controlada por una droga, etiquetados como” niños problema” porque no se adaptan a las normas escolares vigentes, ni a la disciplina autoritaria de ciertos padres.
El niño índigo es muy frecuentemente, dentro del marco escolar, diagnosticado como un niño con ADD/ADHD (Déficit de Atención e Hiperactividad). Este diagnóstico comprende las características de hiperactividad, impulsividad, falta de atención. Desde el punto de vista de frecuencia índigo en vez de hiperactividad se plantea que es un niño dinámico, energético, en vez de impulsividad se valora la creatividad y espontaneidad y la etiqueta de falta de atención se considera como un intento de disminuir su individualidad, pues el índigo sí tiene la capacidad de concentrarse y sostener la atención pero sólo en lo que es de su interés y como su capacidad cognitiva generalmente puntea por encima de la norma , (con frecuencia manifestada en coeficientes intelectuales que puntean por encima de 130) se fastidia con facilidad, se aburre con lo repetitivo si no tiene más de un estímulo, con la monotonía de un solo tema pues su percepción multi-dimensional lo capacita para captar , procesar, ínter analizar información de diferentes fuentes al mismo tiempo y responde mejor en ambientes donde pueda participar en proyectos o en sitios donde múltiple información simultánea se maneje.
Por ejemplo: Puede hacer tarea, oír música y ver televisión simultáneamente.
El elemento de novedad y creatividad es su aliado en prestar atención, no la rutina, la monotonía, pues parte de su cerebro es estimulado por el nuevo estímulo.
Si le permitimos ambientes que tengan centros de actividad, donde puedan tocar, armar, dibujar cosas, coleccionar, entrevistar a personas, actuar y vivenciar las clases, encontraremos niños que no mostrarán diferencias disminuidas en relación a niños “normales” sino que más bien los superarán. La cuestión está en la ambiente y en el abordaje del entorno, no en el niño.
La hiperactividad del niño índigo es, muchas veces, debida a una sobrecarga energética que tiene que liberar moviéndose, por ello estos niños aprenden fácil y rápidamente en movimiento, por ejemplo: en casa, aprenden bailando, repasando las lecciones montados en bicicleta estacionaria, leyendo en mecedoras En el aula, se sugiere enseñar con movimiento por ejemplo: enseñar ortografía dinámica, en movimiento, sentándose en las vocales y pararse en las consonantes.
Este aspecto es totalmente opuesto a lo tradicional académico donde se exige quedarse quieto para oír la clase, donde la fuente de información es primordialmente la maestra, donde hay una secuencia cronológica para hacer las cosas (mente lineal) cuando ellos requieren de multiplicidad (estímulo táctil, auditivo, visual simultáneamente) pero donde el sentido del tacto es el predominante de los tres, pues al ser el órgano más grande de nuestro cuerpo es a través del cual ellos descargan mayor condensación de energía y por el cual captan como antenas táctiles, de ahí su hipersensibilidad táctil y su necesidad de movimiento.
Su impulsividad muchas veces es producto de la capacidad que tienen de captar la información que se articula como la que se piensa simultáneamente y atropelladamente intervienen costándole esperar su turno para hablar pues ya han percibido el contenido energético y sólo les queda por reafirmarlo articulándolo.
Estos niños tienen una forma diferente de pensar, de procesar la información, de poner atención, de comportarse, pero en sus esencia están intactos, completos, saludables y más bien engrandecidos en su capacidad por lo que no son niños que sufren de desórdenes médicos. Los niños índigo etiquetados con ADD/ADHD tienen problemas en encajar en el sistema tradicional de educación y por ello los medican para adaptarlos. Pero esa no es su misión. No es adaptarse al sistema educativo vigente sino cambiarlo Ellos nos alertan de que nuestro sistema de educación no ofrece las condiciones necesarias en cuanto a la verdadera educación que requerimos para prepararnos y poder operar en una octava superior de conciencia, en otra dimensión.
Podríamos hacer el símil con los canarios que los mineros mantenían dentro de las minas. Cuando el nivel de oxígeno bajaba, los canarios se caían muertos de sus barras alertando a los mineros a salirse de las minas. Es posible que estos niños que están siendo diagnosticados masivamente con ADD/ADHD, etiquetados como niños problemas, sean los “canarios de los mineros en nuestros tiempo” que nos están alertando para que transformemos nuestras aulas, nuestro sistema educativo en un ambiente dinámico, novedoso, excitante, participativo.
Lo que verdaderamente estos niños requieren es de adultos a su alrededor que les recuerden su poder, no se los minimice, los respeten, no los etiqueten, los oigan, no los disminuyan y les enseñen estrategias que validen su aporte, para solucionar problemas de múltiples formas pero que esas estrategias puedan ser contactadas desde su corazón de acuerdo a su estilo de percepción!
Recordemos que la verdadera Educación no es la acumulación de conocimientos sino la Sabiduría aplicada. El conocimiento con el tiempo se pierde, la sabiduría nunca se olvida. Permitamos que estos niños nos aporten su sabiduría.
Este tema es bastante delicado, existen pocos centros donde les podrán afirmar o negar si su hijo es add o adhd diagnósticos muchas veces dados por los doctores (etc.) no siempre son bien dados, por favor si su hijo o hija han sido diagnosticados con déficit de atención o tiene problemas en el colegio, contácteme aquí lo orientaremos.
CÓMO CRIAR UN NIÑO ÍNDIGO
1. Sea creativo al establecer límites.
Haga espacio para energía física adicional.
Incorpore esto en la mayoría de las situaciones (tales como enseñar, establecer límites y lograr que se hagan las labores hogareñas).
Permita que las fortalezas del niño establezcan los límites, y no al revés.
Podrían sorprenderse de lo que un Índigo puede hacer. Prueben los límites de manera segura!.
Más que todo, pídele al niño que te ayuda a establecer los límites. De hecho, muchos índigos estarán muy complacidos en establecer los límites por sí mismos, con la ayuda del adulto.
2. Sin darles a estos niños las responsabilidades del adulto, trátenlos como adultos y compañeros.
Dar a estos niños explicaciones de adultos, la palabra al tomar decisiones de todo tipo y sobre todo ¡muchas opciones!
No les hablen desde arriba.
Escúchenlos! Son sabios, y sabrán cosas que ustedes no saben.
Respétenlos de todas las formas, como lo harían con sus propios padres o con alguien muy cercano, un querido amigo.
3. Si les dicen que los aman, pero los tratan de manera irrespetuosa, no confiarán en ustedes.
Ellos no les creerán que los aman si no los tratan de manera amorosa. Todas las palabras del mundo caerán en oídos sordos.
La manera en que manejan su propia vida y “administran” su propia familia es una evidencia directa para el Niño Índigo sobre si los aman o no.
4. Interactuar con los Niños Índigo es un trabajo y un privilegio.
Ellos los descubrirán en todos los engaños. ¡Ni siquiera lo intenten!
Cuando tengan dudas, no solamente deben preguntarles a los mismos niños, sino también a otros adultos, que tengan experiencia con Niños Índigo.
No olviden darse tiempo para observar a los Niños índigo interactuando entre ellos hay mucho que aprender ahí
No olviden: Ellos no solamente saben quiénes son, también saben quienes son ustedes. El rostro y la mirada de los Niños Índigo no dan lugar a equivocación, son miradas muy viejas, profundas y sabias.
Sus ojos son las ventanas de sus sentimientos y de su alma. Parece que no pueden “fingir” como otros lo hacen. Cuando los lastiman, estarán decepcionados de ustedes, e incluso podrán cuestionarse la “sabiduría” ¡de haberlos elegido! Pero cuando los aman y reconocen lo que son, se abrirán a ustedes como nadie en la vida.
Todos los niños requieren un intenso y personal cuidado, atención, tiempo, ánimo y guía de parte de los adultos. En general la interacción adulto-niño necesita ser emocionalmente cariñosa, amorosa, calmada e intelectualmente clara y estimulante. Los mensajes verbales y no verbales que se les envían deben expresar alegría y bienvenida como si ellos fueran los alegres invitados en nuestras vidas.
Muchas veces los adultos sienten y hablan de forma que hacen sentir a los niños como si no fueran bienvenidos; como si fueran malos, o una carga o un estorbo.
Esta clase de mensajes negativos son extremadamente dañinos para el crecimiento, aprendizaje y la lucha y la creatividad de los niños quien ven a los adultos como modelos y como su apoyo. Los niños interpretan estos mensajes como: Soy un niño malo, o aquí no soy querido.
Estos mensajes dolorosos de temor disminuyen la habilidad de los niños de responder y pueden ocasionar serias atrofias en su desarrollo en general.
Por el contrario, los mensajes de alegría y bienvenida son interpretados por los niños como: soy un niño bueno; mi mundo es positivo y cariñoso. Esta actitud incrementa la confianza de los niños y abre motivaciones internas para crecer, aprender, luchar y crear.
DESARROLLANDO LA CONFIANZA Y LA DESCONFIANZA EN LOS NIÑOS
La confianza en los niños se desarrolla cuando sienten en sus cuerpos y en sus espíritus que sus necesidades básicas, físicas, emocionales, intelectuales y creativas están cubiertas por las personas que los cuidan y especialmente por los adultos responsables de sus jóvenes vidas.
Los mensajes que les envían los adultos deben ser más agradables que dolorosos, y deben estar basados en el amor y no en el temor. A través de la confianza se va tejiendo el tapete de la conexión mutua y es respeto entre niños y adultos.
A continuación algunos ejemplos de mensajes de tonos agradables o desagradables. Los detalles pueden cambiar para diferentes edades y situaciones pero el mensaje mas importante es la interacción.
Los siguientes son momentos donde usted puedes hacer la diferencia:
1. Su niña cubierta de barro entra a la casa sollozando. Ella quiere ser abrazada, busca refugio de un mundo que la perturba.
Una actitud adulta poco agradable, negativa: “No me toques con tus manos sucias. Eres un desastre. Apártate de mi”.
Una actitud agradable, positiva: “Cuando tu querías que yo te abrazara yo estaba pensando en que mi ropa se iba a estropear pero tu eres mas importante para mi que mi ropa. Vamos a lavarnos. Te gustaría buscar tu libro favorito y nos acomodamos a leerlo en el sofá?
2. Su hijo se aproxima a usted cuando usted esta pasando por un momento crítico en su vida.
Actitud negativa: Usted pone los ojos en blanco a medida que el niño se le acerca y usted piensa, aquí viene otro problema, o aquí esta el/ella de nuevo. Oh no, no más trabajo para mí. Su cuerpo adopta una actitud defensiva, sus hombros se yerguen, aprieta los labios como preparándose para un combate.
Una actitud agradable: Usted pone gentilmente su mano sobre su corazón y piensa en el amor que usted y su hijo/a necesitan uno del otro y que pueden compartir. Permita que su cuerpo se relaje y sus ojos se suavicen, ahora usted puede enviar claramente un mensaje de amor: Tú eres bienvenido a mi vida.
3. Su hijo hace preguntas constantemente o necesita que se le repitan las instrucciones con más frecuencia de lo deseado.
Una actitud negativa: Con voz abrupta, desinteresada y disgustada usted envía mensajes como: ¡Tu realmente me aburres!, vete de aquí, o, no te quiero aquí. Estas frases usadas constantemente, pueden hacer sentir al niño que no es amado.
Una actitud agradable, positiva: Piense que su voz es un instrumento para enseñar y haga practicas que le ayuden a modular su tono y su forma de hablar. Cuando usted se encuentre muy enojado y estresado, inhale dos veces profundamente para revitalizar el oxígeno en su cuerpo así podrá pensar con más claridad. Entonces intente hablar más suavemente disminuyendo la velocidad con que lo hace.
4. Sus hijos sueltos en el mundo, fuera de control.
Una actitud desagradable, negativa: “No te subas a esa patineta! Podrías romperte el cuello como a la chica de la TV. Bájate antes que termines en un hospital”. O esta: “No hables con desconocidos. Gente peligrosa acecha en todas partes. Llámame apenas llegues”. Su actitud de estar continuamente esperando que pase lo “peor” llena a sus hijos de temor, de inquietud generalizada o una constante respuesta física al peligro. Estas emociones negativas llenan el cuerpo con hormonas especializadas para el temor y la lucha que pueden disminuir el sistema inmunológico, produciendo enfermedades como dolores de oídos y problemas digestivos.
Una actitud agradable, positiva: Se que antes hemos hablado de la seguridad y de ser cuidadosos con personas desconocidas. Quieres hacerme alguna pregunta antes de irte al concierto con tus amigos? Sé que estarás bien porque eres precavido y sabes cuidarte tu mismo. Sé que actúas con tu cabeza y tu corazón. Recuerda, que siempre podrás llamarme a casi si me necesitas o si solo quieres hablarme. Está bien? Si usted afirma positivamente las acciones que usted quiere enfatizar, usted las está reforzando como hábitos a su hijo.
5. Usted rompió una promesa que había hecho a su hijo.
Una actitud desagradable, negativa: “Deja de gimotear porque no fuimos con tus primos a la feria. Ya es suficiente. A mí nadie me llevó a ninguna parte cuando tenía tu edad”. Aquí, usted ha rehusado discutir las razones – no importa cuales puedan ser – que le hicieron incumplir su promesa. Esto hace que los niños piensen que nos les importan los adultos, o que no se debe confiar en los adultos por tanto no se deben tomar como modelos.
Una actitud agradable, positiva: “estuve tan ocupado/a en otro asunto que olvidé completamente llevarlos a la feria con sus primos. Lo lamento mucho. Ven, vamos a hablar de nuestros sentimientos acerca de esta situación.
que les parece siempre fuí indigo
Muy importante orientación gracias
muy agradecida con esta informacion muy interesante bendiciones