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Al llegar el hombre a la mansión que había preparado el padre creador como su lugar de habitación y desarrollo evolutivo: “la tierra”, encuentra un verdadero paraíso en donde reina la perfección y la belleza en los tres reinos de la naturaleza, los cuales están prestos a servir con infinito amor a su hermano mayor: el hombre, el hijo, creado a imagen y semejanza del padre. Este primer hombre es un ser bello y perfecto, comienza a desarrollarse como superhombre, y nace en él la necesidad de conocer estos reinos e investigar la naturaleza. Como ha sido concebido a imagen y semejanza de Dios, es creador y a través de ese poder comienza transformar su mundo, pero se siente Dios y señor de la creación, olvidando su propia esencia y su origen, se llena de soberbia y comienza su propia autodestrucción y la de este maravilloso mundo. Se da cuenta de que empieza a envejecer pronto y quiere volver atrás pero ya es demasiado tarde; ha derrochado la herencia del padre, ha acabado con la naturaleza y por lo tanto habrá de comenzar de nuevo, pero en planos de menor evolución que les servirán como escuela para corregir sus errores. Veamos brevemente dichos planos evolutivos.
PRIMER PLANO
Corresponde al estado de HUMANOIDE,
En primera dimensión. Los humanoides, tienen dentro de si la chispa divina, poseen mente, facultad característica que distingue al hombre del animal; de tal manera, que el humanoide es en realidad un ser hecho a imagen y semejanza del padre en su tríada superior, a pesar de tener una apariencia de simio. Sus esferas mentales son muy pequeñas, sin ningún conocimiento; lo único que funciona en este plano son los chakras, y el aura reacciona a los impulsos eléctricos agradables o desagradables, provenientes del exterior; no posee ningún lenguaje ni razonamiento: se suceden los encuentros de almas gemelas y las uniones entre estos seres son purísimas, por lo tanto, hay procreación entre ellos. También comienza a desarrollarse los sentidos de la vista, el oído y el tacto. El periodo de vida entre encarnación y encarnación es muy corto, alrededor de 25 años como consecuencia del clima predominante. En dicha época, ocurrieron las grandes glaciaciones con radiaciones muy altas y otros fenómenos, más el acoso de los grandes reptiles.
Al morir los humanoides, su permanencia en la cuarta dimensión es muy corta: en ese momento su YO superior se encarga de obtener experiencias para retornar muy pronto a ocupar nuevamente la materia. La duración total de la etapa de humanoide es de 25.000 años, pasando luego a la segunda etapa o plano de cavernícola.
SEGUNDO PLANO
Es la época CAVERNÍCOLA,
Donde empieza a surgir el primer patrón conductual y hay una mayor grabación de analfas; se posee algún conocimiento. No hay encuentro de almas gemelas, por lo tanto el ser comienza a acercarse a entidades biológicas del sexo opuesto y como no hay armonía áurica, se generan descargas eléctricas no armónicas en los chakras, lo cual genera violencia, actitud que hace que los seres comiencen desarrollar su mente y aparezca el discernimiento entre lo bueno y lo malo. El cavernícola ya protege a sus críos y esposas de los enemigos y de las inclemencias del tiempo; busca lograr un mejor dominio de su propio cuerpo y del medio.
En esta época, descienden seres de gran evolución en la materia corporal del cavernícola, para enseñar a los demás a fabricar ciertos tipos herramientas, aunque en forma muy primitiva y les indican cómo producir el fuego en forma acorde a su evolución, igualmente a construir grandes grutas donde puede refugiarse del clima y en especial de los grandes reptiles, los cuales comienzan a desaparecer, llegando otros animales un poco más refinados y menos salvajes. La edad promedio de cada encarnación es de 40 años y la duración total de la etapa es de 25.000 años.
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TERCER PLANO
La tercera etapa o tercer plano evolutivo es el del HOMBRE, que ya es un plano superior de existencia.
En esta etapa tampoco hay unión de almas gemelas; hay suficiente capacidad energética para desarrollar y controlar los chakras y las esferas mentales, como también control sobre los sistemas nervioso y muscular. Surge en este momento, el homo sapiens y desarrolla la fabricación de utensilios; como consecuencia, aparecen los clanes familiares y deja de ser nómada; doméstica al perro y al gato. Aparecen los primeros fundamentos ritualistas, empezando por la adoración al sol, a la luna y a las estrellas, como también a los fenómenos de la naturaleza tales como la lluvia, los truenos y todo aquello que no logra comprender.
Este periodo evolutivo continúa con la época de los egipcios, romanos y sumerios, hasta tener un cierto nivel de mayores conocimientos y tecnología, pero en forma desequilibrada, ya que no ha prestado suficiente atención la parte espiritual para un perfecto equilibrio. Esta fase dura 25.000 años y va desde los cavernícolas homínidos pasando por el homo sapiens hasta llegar a la actualidad, al estado de la mayoría de los hombres actuales.
CUARTO PLANO
En este momento, el hombre está entrando en el cuarto plano evolutivo, o plano del SUPERHOMBRE,
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En la que comienza a darse la unión de almas gemelas, por lo tanto, también la unión de nuestra tríada superior, entre tercera, cuarta y quinta dimensiones. Como superhombres seremos conscientes de nuestro pasado y de nuestro futuro trascendente, al mismo tiempo que se nos permite conocer los planos superiores. Nuestra capacidad mental está comprendida entre 25 y 50 por ciento de la capacidad total.
Este plano, tiene subdivisiones que al escalarlas, no llevarán al plano de la inmortalidad y de la misma divinidad. En forma general podemos decir que estas subdivisiones son:
El nivel de superhombre o SUPRACONCIENTE: nivel conocido también como plano del maestro ascendido, allí se está plenamente consciente de la responsabilidad con nuestra familia cósmica, con los planetas, los sistemas solares del propio universo. De igual manera se conocerán en este nivel, planos superiores, se manejarán no sólo 27 sentidos del superhombre, sino que llegará poseer 144, incluidos los cinco ya conocidos, pero en toda su plenitud y no en forma limitada como lo hacemos ahora. Por encima del nivel del maestro sentido, está el plano de los SEMIDIOSES.
Este es más avanzado que el anterior: aquí, los seres llevan conocimientos, filosofías, tecnología y amor a seres de temprana evolución. Muchos de estos semidioses han pasado por este mundo a largo de miles de millones de años; encontramos entre ellos, a Bachué y su complemento Bochica, Huirakocha y KetzalKoalt entre una larga lista. Allí, el tiempo no existe, no hay ningún afán para realizar las tareas propias de su nivel; únicamente existe el deseo y la entrega por los hermanos que permanecen aún en planos de menor evolución.
Ahora bien: por encima de este nivel encontramos uno aún mucho más elevado y evolucionado que es el plano o nivel del gran ser llamado MAITREYA, que significa: verdadero amante, en idioma “sans”, aquel ser capaz de amar a toda la humanidad. Ellos están preparados para proyectar su energía y enviarla desde los planos superiores a los seres de temprana evolución. Cuando llegan a un planeta como el nuestro, por amor y deseos de servir, nacen común y corriente: aprenden de la sociedad las leyes comunes y reciben conocimientos de los altos iniciados, ya que en cierta etapa de su vida son conscientes de lo que son, hasta que por medio de su Yo Superior, toman conciencia de su misión, aquello por la cual han venido. Cuando llega el momento definitivo, actúan públicamente impartiendo enseñanzas, curando los enfermos del cuerpo y del alma; además, tienen el poder de materializar ciertas cosas a partir del éter desde la fuente cósmica. Son Maitreyas conocidos en este plano: Moisés, Khrísna, Vishnú, Buda, Antulio, Anfión, y por último, aquel gran ser que vino hace 2.000 años: Jesús el Cristo.
QUINTO PLANO
Es el plano de los INGENIEROS CÓSMICOS;
Este plano es igualmente el plano de los Arcángeles y los Heloíms; allí no se necesita el cuerpo físico porque la materia que compone dicho plano es muy sutil y por consiguiente los cuerpos son sutiles. Muchos de los grandes pintores representan los seres que moran allí, como seres alados, en realidad no son alas, sino destellos de gran luz, de gran luminosidad electroradiante. Allí se trabaja sobre la quinta, sexta, séptima, octava y novena dimensiones. En este plano existe la unión de la tríada superior y el ser esta dotado de un cuerpo energético, divino y de luz. Al llegar a este estado de evolución, recibiremos del creador energía suficiente para trasladarla de un lugar a otro, ya sea en planetas, nebulosas o galaxias. En este plano ya seremos inmortales, no habrá lo que conocemos en los planos inferiores como ansiedad; el cosmos cobra un equilibrio perfecto, y se goza de la satisfacción de poder servir en el gran esquema de la creación universal.
SEXTO PLANO
Llegará un momento en que pasaremos al sexto plano evolutivo, al plano de los INGENIEROS BIÓLOGOS;
Allí se poseerá el Kar vídico, o sea que ya no solamente recibiremos energía para trasladarla, sino que estaremos capacitados para crear vida en un planeta. Los seres que han alcanzado esta evolución, planean, controlar y manejan los patrones genéticos o arquetipos de especies en planetas y planetoides. Ellos son los encargados de ordenar y programar las condiciones de vida, evoluciones y para agilizar los procesos. A su vez, entran en contacto con los seres Dévicos para la adaptación de los medios ambientes que rodearan a los seres en evolución. De ellos depende la creación de factores evolutivos dentro de la materia, lo mismo que el ajuste de las esferas mentales. Controlan el progreso evolutivo de innumerables sistemas planetarios.
SÉPTIMO PLANO
Por encima del sexto plano llegaremos alguna vez al séptimo plano evolutivo: el plano de los MONITORES PLANETARIOS,
Seres portadores de luz y calor, por lo tanto, son capaces de vivir en el núcleo central de un sistema solar o planetario. Se encuentran entre la decima y treceava dimensiones. El logos planetario de nuestro planeta tierra es el amantísimo señor, MAYTREYA, maestro del amado Jesús.
De igual manera el monitor solar, en un plano superior al anterior, son capaces de verter luz a los planetas y sistemas solares; se encuentran en la 16aba dimensión. El monitor solar de éste sistema es el amantísimo señor RAWAK.
A su vez el monitor galáctico, en un plano superior al anterior, es capaz de alimentar galaxias, soles y planetas. Se encuentra en la 17aba dimensión. El actual director o monitor galáctico de la Vía Láctea, nuestra galaxia es el amantísimo señor de señores ADONAY, quien irradia a través de los monitores solares y planetarios, su luz a todas las humanidades de esta unidad conformada por 25 mil millones de soles o estrellas, los cuales a su vez conforman sistemas planetarios de diversa magnitud, todos con posibilidades de vida. En la 18aba dimensión lograremos alcanzar la unión total con EL CREADOR: padre y señor del universo.
Información de autoría:
– Jorge Llorente, instructor de Ciencia Cósmica (Colombia)
– Introducción a la ciencia cósmica, Karenka
En verdad son fascinantes los planos evolutivos.y mucho mas por la forma magnifica explicativa.namaste
Sylvia, este artículo hace parte de las lecciones elementales de Ciencia Cósmica (No. 31. Planos evolutivos) En este link encuentras las demás: http://cienciacosmica.net/lecciones-elementales-de-ciencia-cosmica/
Muchas bendiciones!!
MIL GRACIAS por esta información tan maravillosa cuando leo y aprendo del perfecto, excelso y soberano mundo de los Espíritus, siento un gozo muy profundo y al mismo tiempo me doy cuenta lo tan pequeña que soy aún, y te pido querido hermano con todo el respeto que te mereces que nos enseñes más sobre el tema y la magnífica organización de esta maravillosa creación que nuestro amado PADRE CELESTIAL a creado.