Cómo integrar la meditación en nuestra ocupada agenda

Quieres empezar una práctica de meditación … pero…

  • Tienes que estar en la oficina temprano
  • Tus hijos tienen que llegar a la guardería
  • Tienes que preparar el desayuno y la cena
  • Siempre estas corriendo de un lado a otro
  • Te gusta hacer ejercicio en las mañanas

Todas estas excusas son válidas por que tienes una vida ocupada. Probablemente tienes una maleta llena de otras excusas que son válidas también. Pero, ¿adivina qué? Aún tienes tiempo para meditar.

Cualquier persona puede encontrar tiempo si hacen de esta práctica una prioridad. Si Oprah Winfrey puede tener 20 minutos 2 veces al día para sentarse en la quietud de la meditación, tu también puedes hacer un poco de tiempo, incluso tan solo algunos minutos es mejor que nada.

A continuación te presentamos 8 formas en que puedes incluir la meditación en tu día, sin importar la lista de pendientes que tengas. A lo largo de este artículo utilizo referencias de tiempo bastante arbitrarias, así que siéntete con la libertad de sustituir “20 minutos” por “30 minutos” si puedes hacerlo. O también puedes sustituir “10 minutos” por “5 minutos”, en caso de que sea todo el tiempo con el que cuentas.

Incluso uno o dos minutos de meditación cada día pueden hacer un mundo de diferencia en tu estado mental y emocional.

Tal vez aún te encuentras pensando en alguna otra excusa, pero no hay ninguna excusa lo suficientemente buena cuando tienes permiso de simplemente ajustar y adaptar la meditación a tu ocupado ritmo de vida.

 

Levántate, Después Siéntate

Tal vez ya te levantas más temprano de lo que quisieras, pero si tan sólo te levantas 20 (o 10, o 5) minutos más temprano y te sientas a meditar en cuanto te despiertas, podrás llevar contigo este estado de paz durante todo tu día.

Si esto aún es demasiado estresante para ti, comienza con un pequeño compromiso. Despierta 5 minutos antes de lo normal y sigue los pasos a continuación:

  • Sal de la cama
  • Encárgate de todas tus funciones corporales (ve al baño, toma un vaso de agua…)
  • Medita

Deepak Chopra dice que el mejor horario para meditar es en cuanto nos despertamos y nos encargamos de nuestras funciones corporales. No lo pienses más, levántate y siéntate a meditar aún si es sólo por 5 minutos. Cuando empieces a sentir los beneficios y esta actividad empiece a ser parte de tu rutina, puedes incrementar el tiempo.

Lo importante es hacerlo tan pronto te despiertes. Si revisas tu correo electrónico o realizas otra cosa antes de la meditación, hay una gran probabilidad de que tus cinco minutos se habrán ido.

 

Después de Ir a trabajar

¿Tienes que manejar para ir a trabajar? Si te tomas el tiempo para meditar antes de subirte al auto, el camino a casa será una experiencia más agradable. O si sientes que el camino a casa es un generador de estrés en tu vida, entonces, puedes realizar tu meditación tan pronto como llegues a casa de tu trabajo. Esto te ayudará a facilitar la transición entre el trabajo y la vida familiar.

 

Durante Tu Hora del Almuerzo

Si comienzas a asociar tu meditación con el almuerzo, muy pronto, empezarás a pensar en la meditación cuando comas tu almuerzo y se convertirá en un factor desencadenante para ti. Encuentra un rincón tranquilo en o alrededor de la oficina y tómate una pequeña porción de tu hora de almuerzo para sentarte en silencio y que poco a poco se convierta en un hábito.

 

Programa tus Meditaciones

Programa un descanso de 10-minutos en tu calendario. Si trabajas en frente de la computadora, puedes poner un recordatorio en tu calendario y cuando sea el momento te mandará una notificación. Si trabajas en una oficina, puedes comentarle a tus compañeros acerca de esto para que puedan ayudarte a guardar este espacio de silencio.

Hay algunas aplicaciones interesantes en los teléfonos inteligentes que te pueden ayudar a programar tus meditaciones y mantenerte organizado.

 

Toma un Minuto, Cinco Veces al Día

¿Aún sigues pensando que no tienes cinco minutos? Apuesto a que tienes uno. Si te sientas durante un minuto (incluso se puede establecer un cronómetro para que no pierdas la noción del tiempo) y te concentras en tu respiración: inhalaciones profundas y exhalaciones lentas, puedes calmar tu mente y crear un estado de paz más profundo. Trata de programar sesiones de un minuto durante todo el día. Aquí están algunas ideas sobre dónde podemos encontrar estos espacios de un minuto:

  • Justo cuando te despiertas
  • Justo cuando llegas a trabajar, antes de empezar tu día
  • Entre reuniones
  • Después del almuerzo
  • Justo antes de salir del trabajo
  • Antes de la cena
  • Antes de acostarte

 

Cuando se Desencadena la Respuesta de Estrés

Encuanto empieces a notar que el estrés empieza a aumentar o empieces a sentir la sensación de que te estas quedando sin tiempo, cierra los ojos y realiza algunas respiraciones profundas. Ese momento de silencio va a lograr que tus pensamientos vayan más despacio, te ayudará a regresar a tu centro y te permitirá enfocarte en soluciones y acciones en lugar de estar pensando en todo lo que tienes que hacer.

 

Concéntrate en Tu Respiración, en Medio de Actividades

Si todavía estás convencido de que estas demasiado ocupado para sentarte y meditar, prueba esta opción, la próxima vez que estés solo en un tren, lavando los platos, limpiando tu casa, esperando en alguna línea, o incluso en la ducha, sintonízate con tu espacio interior, centrándote en la respiración. Si tienes el control de la música, baja el volúmen o apágala. Desconéctate de todo lo demás para que puedas escuchar plenamente a tu respiración mientras realizas una tarea metódica de tu lista de tareas pendientes.

 

Simplemente Hazlo

Si te sientes indeciso sobre si debes meditar o no en un día determinado, no lo pienses, sólo siéntate y cierra los ojos. Incluso si es sólo por un minuto, será suficiente.

 

Conclusión

Todos podemos identificarnos con el hecho de no tener suficiente tiempo en la vida, pero lo interesante es, que en realidad encontramos que tenemos más tiempo cuando meditamos porque somos más productivos. Vivimos en una cultura en la que sentimos constantemente que “no tenemos tiempo”, y en la que estamos plagados con el síndrome de estar ocupado. Estar demasiado ocupado es casi una insignia de honor.

La meditación es una respuesta a este problema. Disminuye la velocidad de la mente y del corazón, nos libera de sentimientos de ansiedad y urgencia, y aumenta nuestra capacidad para resistir las distracciones. En esta era digital, todos nos enfrentamos a miles de distracciones todos los días, lo que le impide a nuestra capacidad de concentración estar plenamente enfocada en nuestras prioridades principales. La meditación ayuda a combatir esto y a hacernos más productivos.

Ahora que sabes que meditar nos ayuda a centrarnos en lo que es más importante, a enfocarnos, y en última instancia, a hacernos más productivos ¿Todavía piensas que no tienes tiempo?


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