YO SOY mi Maestro, Yo Soy la Verdad

Sabiduría Divina: parte 8

RECUERDA: Ésta lectura hace parte de un compendio de enseñanzas denominadas “Sabiduría Divina”. Te invito a visitar las anteriores o siguientes publicaciones para que no pierdas el hilo. Haz clic aquí.

Prólogo: Sabedlo ahora y no más tarde: DIOS, es la emanación Perfecta del Amor Divino del Hombre, en su ascensión hacia lo omnisapiente universal.

Luego; YO SOY LO QUE EL CREADOR ES.

Bendito el que ha comprendido, porque ha hallado la clave de su salvación eterna.

El Hijo del Hombre

YO SOY MI MAESTRO

YO SOY LA VERDAD

En verdad de verdad yo te digo: hoy debes ya saber que, sólo el HOMBRE, es la razón de toda la VERDAD del universo.

Es un hecho palpable que no vengo a juzgar a nada ni a nadie, porque bueno es que lo sepas ahora, El Hombre como un Ser Supremo y Soberano, dentro de lo espiritual perfecto, no puede ser juzgado, ni perseguido, ni castigado, por ser precisamente, el rey del universo y el señor de los señores.

Lo que denomináis celeste, divino o ser supremo, es todo aquello que, en su esencia y en su fondo, constituye la suma perfección, definida y comprobada, sin misterios, sin enigmas, sin secretos, ni problemas indescifrables.

Yo te digo que, nadie puede, bajo ninguna autoridad legal, el violentar conciencia alguna con un dogma o creencia, porque la conciencia es eternamente libre.

Asimismo no hay ni puede haber maestro alguno, por avanzado que sea, que tenga la autoridad moral para imponer su criterio y violar los derechos que le asisten al hombre integral al ejercer su libre albedrío y realizar incólume su autonomía muy personal.

En verdad, yo te digo: que ha llegado la hora, de que te des exacta cuenta, de tu personalidad inviolable en el gran concierto del universo y que, mientras más dependas de lo teórico y conceptual de los otros, más lejos estarás de tu propia realidad eternal.

En algún punto, el hombre se queda como un ciego que cayera en un gran círculo en donde convergen mil caminos extraños y que cada uno representado por una voz le va diciendo tener la verdad que busca; pero finalmente hay una última que le grita angustiosamente:

¡Alto ahí! Ustedes no pueden cometer esa injusticia con un ciego, ven y conoce mi luz: ¿quieres saber quien tiene la verdad y la luz? Sólo el propio ciego, si viaja hacia dentro de su ser interno, encuentra la verdad de su verdad siendo ese el verdadero camino perfecto.

Es aquí precisamente en donde se le hace indispensable al ser consiente usar el discernimiento, para llegar a la exacta comprensión de que: nadie puede mostrarle camino seguro, ninguno puede enseñarle a lograr su salvación, ninguno le puede enseñar religión mística, porque todos esos caminos están trazados en forma perfecta dentro de sí mismo.

Si quieres oírme sinceramente, a ninguno sigas, porque de hecho te perderías en la maraña de sus peculados.

El engaño se ha enseñoreado sobre la tierra, eso debes tenerlo muy presente, tú buscas al mesías, ese que todos esperan no importa cuál sea la raza, el pueblo o creyente que aguardan al que vendrá, pues bien, ese Divino Ser esperado ya está en ti.

Ya tú pasaste por el gran círculo de las diversas voces y tu sapiencia de milenios te ha salvado: recuerda que jamás pueden los ciegos, ser guía de los otros ciegos.

El ser supremo, en ti mora, entonces: ya no necesitas de intermediarios para ser libre.

Nada ni ninguno puede superarte, nada ni ninguno puede juzgarte sencillamente, porque tú eres PERFECTO y ETERNO como la OMNIPOTENCIA.

Tu deber primordial en este retablo de las grandes luchas es el CONOCERTE A TI SMISMO

Ahora si dudas de tu Omnipotencia, así como de tu Omnisciencia, ya te será imposible despertar de tu letargo de milenios y vivirás ausente de ti mismo, sin que puedas catalogar la intensidad asombrosa de tus pensamientos de luz, capaces de formar un sol.

En verdad de verdad yo te digo: hoy debes ya saber que, sólo el HOMBRE, es la razón de toda la VERDAD del universo.

YO SOY el que Es

El Hijo del Hombre

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