Todo temor, toda duda, toda preocupación deberá ser eliminada del ser humano y más de cada discípulo de la luz. El temor, la duda, la preocupación, son elementos obstaculizantes y un terrible movimiento en contra de la posibilidad de hacer contacto con la cámara exterior del alma, fuente y depósito de esta cámara de luz y de comprensión, de entendimiento y de sabiduría. Y es que la mayoría de las personas y desgraciadamente de muchos discípulos, no saben tener control de su vehículo emocional.
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LOS MALES ASTRALES DEL SER HUMANO:
1. EL MIEDO O TEMOR
El milenario sentimiento de miedo.
Ningún ser humano se ha escapado de experimentar y vivir este sentimiento milenario, la humanidad de ayer lo vivió o sintió, la humanidad de hoy lo vive y lo siente; es igual llamarle miedo o llamarle temor, lo importante es la incidencia tan grande que experimenta el ser humano acerca de este sentimiento. Naturalmente los seres más sensibles son los que más lo viven pero se puede decir que nadie se ha escapado de vivir esta experiencia.
Los temores del hombre primitivo.
Así tenemos, por ejemplo, el miedo que experimentó el hombre primitivo temiéndole a la obscuridad, a los fenómenos de la naturaleza, a la lluvia al relámpago al trueno a la erupción volcánica, a lo desconocido, etc.
Los temores del hombre común.
Luego el temor del hombre común o el hombre promedio. Este individuo es acosado a diario por el miedo a perder la familia, a perder los amigos, a perder el dinero, a perder la salud, a perder el prestigio, a perder la popularidad.
Los temores del discípulo.
En seguida tenemos, el miedo que acosa al discípulo y al aspirante: temor a perder la fe, temor a ser asaltado por la vida, temor y miedo a la soledad en el camino, temor a la muerte que comparte con todos los seres humanos sin importar su escala de evolución.
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Temor al temor y a la locura.
Podemos decir en ocasiones, que el hombre le teme al temor mismo y porqué no decirlo, temor hasta de perder la razón en este panorama sombrío y milenario donde el hombre transita y encamina sus pasos aquí en la tierra.
Habrá que trabajar mucho para aspirar a una vida de libertad y de progreso libre del temor.
2. LA DEPRESIÓN
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Qué es la depresión.
Si el miedo es el mal astral básico, ¿qué es la depresión? La depresión es el polo opuesto del regocijo. Es algo tan difundido que muy pocos se escapan a sus ataques, es una niebla que cubre al hombre y lo imposibilita para ver con claridad, caminar con seguridad, y conocer la realidad. Es parte de la gran ilusión mundial.
Causas externas de depresión.
Las causas de la depresión van desde fenómenos astrológicos que afectan al horóscopo personal del ser, hasta el recorrido del sol en el firmamento. Su tránsito por el sur hace que disminuya su vibración y en la época del otoño y los primeros meses de invierno son días propicios para que la humanidad sensible sea víctima de mayor depresión.
Otra causa, la provoca la parte oscura de la luna. El último período del menguante lunar y las primeras fases de la luna nueva, son propicios para la depresión.
Y otra causa: factores psicológicos e inoculaciones en masa. Ejemplo de éste último, la reacción depresiva de toda una nación provocada por devaluaciones y otros acontecimientos negativos.
El descontrol emocional produce depresión.
La polarización astral en la que el hombre interpreta la vida en términos de caprichos y sentimientos, dejándose llevar por el deseo, encamina al hombre, sépalo o no, a vivir momentos necesariamente de desesperación, oscuridad, duda, sufrimiento y depresión.
La polarización astral.
El espejismo del plano astral, distorsiona y engaña. La polarización astral lleva al hombre a las regiones de hilaridad y falsa felicidad dónde la luz engañosa de este plano, le descubre falsas fuentes de diversión e hilaridad colectiva, que lo arrastra a la histeria y encuentra su desahogo en la diversión incontrolada. No me refiero a las expresiones de verdadero y genuino júbilo, ni a las expresiones del verdadero sentimiento de buen amor, sino a esas frecuentes y comunes reacciones histéricas, tan comunes que nos producen cansancio en vez de felicidad. El polo opuesto a la hilaridad sería el llanto desenfrenado.
3. EL FRACASO
El temor a fracasar
Se dice que los momentos actuales son difíciles, lo que deberá de exigir y requerir claridad de pensamiento y de acción para continuar con nuestro trabajo, como sería de desear. Esto trae en ocasiones en algunos discípulos el temor a claudicar y el temor al fracaso. Este temor está fundado en experiencias pasadas, porque todos alguna vez han fracasado.
El fracaso es prevención del futuro.
Así mismo, este desánimo psíquico es el resultado de una disminuida vitalidad espiritual y física que el discípulo mencionado debe reconocer para no convertirse en víctima de ello. Sin embargo, todos los discípulos saben que son divinos, y por lo mismo es una seria pérdida de tiempo el pensar en el fracaso o el temor a fracasar si el trabajo realmente avanza. Una lección aprendida mediante el fracaso puede actuar como prevención para el futuro. Verdad reconocida es que también se aprende mediante los fracasos.
El fracaso es momentáneo.
El discípulo puede afligirse por los fracasos aparentes o reales, propios y de sus condiscípulos, pero si el trabajo continua nada podrá detenerlo. Un discípulo honesto que esté viviendo momentos de fracaso sabrá que sólo son eso, momentáneos, y que a la larga, repito, nada y nadie podrá detenerlo. Para el discípulo individual los fracasos en el camino son muy importantes, mas para el alma observadora no son nada.
4. EL ODIO O RENCOR
Sentimientos que contaminan toda manifestación.
El resentimiento y el rencor por no decirle “el odio”, son los sentimientos de los cuales pocos seres humanos están exentos, incluyendo estudiantes del sendero de cierto grado. Estos sentimientos amargan la vida entera, influencian de mal toda manifestación y causan sentimientos de decepción.
Ningún acto bueno perdura si está mezclado con rencor.
Ninguna acción, ningún acto bueno, puede perdurar si están mezclados con el resentimiento y el rencor. Ni la creación, ni el acto más perfecto pueden perdurar por mucho tiempo si es que este tipo de sentimientos persisten, contaminándolo todo e influenciando negativamente en todos los actos de nuestra vida y llegando a afectar nuestros mejores y superiores planes y propósitos.
El resentimiento produce efectos destructivos en el subconsciente.
Un resentimiento o un rencor guardado en el subconsciente o en el alma producirá constantemente efectos tal vez desastrosos para cualquier ser humano que esté al margen de ello. La Biblia, las iglesias, las religiones, se cansan de aconsejar el perdón y el amor hacia los llamados enemigos. Pero esto no basta ni funciona, mientras no enseñen la manera práctica de concedernos el perdón hacia los que nos hieren. A menudo se escucha decir: yo perdono pero no puedo olvidar, esto debe ser falso, cualquier resentimiento que no olvidemos no lo hemos perdonado.
El amor es una de las grandes leyes, practicar la ley del amor es practicar todas las leyes, La ley del amor es una ley fácil, cumplir con la ley del amor es cumplir con todas las leyes.
Recordar todo lo bueno de los enemigos.
¿Qué podemos hacer cada vez que sintamos un remordimiento hacia otros como resentimiento, franco rencor, deseo de venganza? Posiblemente sea recordar, tal vez sin olvidar, pero recordar todo lo bueno que conozcamos de esa persona, revivir tal vez los momentos felices pasados en su compañía, insistir en rememorar lo bueno, sus buenas cualidades, la opinión, el concepto que teníamos de ella antes. Tal vez reírnos de algún comentario o acto genial, cómico o feliz que ella haya hecho.
Bendecir a los que nos maldicen
La ley dice: No resistáis al mal esto es amar a los llamados enemigos, bendecir a los que nos maldicen, rezar por los que nos odian, desear lo mejor a los que nos ultrajan y persiguen, todo, sin exponernos a que nos pisoteen.
EL PRINCIPIO DE COMPARTIR
Los males económicos de la especie humana, se asemejan a las enfermedades del individuo. Analicemos porque:
La anemia de los bienes y servicios.
En muchos lugares se encuentran condiciones de NO CIRCULACIÓN y NO DISTRIBUCIÓN de los bienes y servicios. Lo más básico para la subsistencia, lo necesario mínimo para que la vida continúe y prosiga en infinidad de lugares, se ve obstaculizada e inhibida. Esas palabras tienen algo de semejanza y parecido con la anemia de un cuerpo, con el estado de inanición de una persona.
Los bienes y servicios necesarios se dirigen a unas cuantas manos, hacia aquellos que tienen con qué pagarlos. En la comprensión, en una gran comprensión del principio de compartir se encuentra la curación y el remedio para todos los males que aquejan y devastan hoy a casi toda la humanidad.
La clave de curación del cuerpo físico.
En el principio de una equitativa distribución de las energías, y de las fuerzas circulando armoniosamente en un ser humano, se encuentra la clave de la curación del cuerpo físico del individuo. Y por eso comento: “los males económicos de la humanidad pareciera que tuvieran mucha semejanza con los males que aquejan a los cuerpos físicos particulares”. De acuerdo con esto, quiere decir, que lo que es bueno para toda la humanidad, tiene que ser bueno para un ser humano en particular.
La clave para adquirir la conciencia colectiva.
En el principio de compartir y distribuir está la clave para que la conciencia personal del ser humano se encamine a la conciencia colectiva y todos esperamos que esta clave sea la nota tonal que en un futuro próximo dirija al reino humano.
Los verdaderos valores comerciales.
Los capitalistas, financistas, economistas de la Tierra, deben ir actuando de acuerdo al concepto o al principio de compartir, estos financistas capitalistas deben llegar a trabajar con el concepto de los verdaderos valores comerciales y este verdadero intercambio cumplirá con los valores divinos, precisamente con el propósito divino.
Es urgente que las actividades económicas y financieras de la humanidad sean practicadas por personas cada vez más sensibilizadas con sus aspectos del alma, para que a partir de ahí, se pueda comprender y escuchar a otras almas.
Los responsables de la salud.
Asimismo, refiriéndome al grupo de seres responsables de impartir la prevención de la salud en los individuos, tendrán necesariamente que actuar como almas; y una vez que lo hagan, podrán tener la capacidad para trabajar con esos aspectos de curación, tanto exotéricos, como esotéricos. Pudiendo a veces, por el poder que han obtenido, trabajar con la parte ocultista de la curación o trabajar con las formas tradicionales de la cirugía y la medicina.
La redención y la salud de la humanidad.
Cuando las actividades de la humanidad se encaminen a que los bienes sean compartidos y distribuidos, la redención de la humanidad será una realidad. Cuando las energías y las fuerzas circulen armoniosamente a través del pequeño sistema que significa un ser humano, la salud de la humanidad será una realidad.
EL CONTROL EMOCIONAL
El temor, la duda y la preocupación son los obstáculos del alma
Todo temor, toda duda, toda preocupación deberá ser eliminada del ser humano y más de cada discípulo de la luz. El temor, la duda, la preocupación, son elementos obstaculizantes y un terrible movimiento en contra de la posibilidad de hacer contacto con la cámara exterior del alma, fuente y depósito de esta cámara de luz y de comprensión, de entendimiento y de sabiduría. Y es que la mayoría de las personas y desgraciadamente de muchos discípulos, no saben tener control de su vehículo emocional.
Tres maneras de control emocional.
¿Se puede controlar el vehículo emocional?, ¿hay alguna manera de controlarlo? Voy a referirme quizás brevemente a tres manera de buscar el control de las emociones:
Primer forma: por medio de la inhibición directa
En la cual se actuaría recurriendo a la voluntad para detener la excesiva actividad emocional.
Esta forma que pudiera ser a veces muy útil, en algunos casos, no es la forma quizás más recomendable. Controlar las emociones intencionalmente aplicando la voluntad, puede tener efectos desagradables en el cuerpo físico, produciendo congestiones en el cuerpo físico, congestionar el cuerpo emocional, muchos dolores de cabeza, muchos síndromes jaquecosos, muchas indigestiones estomacales, y muchos desarreglos hepáticos, los cuales tienen su origen en esta forma de inhibir las emociones.
Segunda forma: la comprensión directa
Esta sería otra forma de las tres mencionadas, tomando en cuenta que toda experiencia, todo acontecimiento, todo temor, duda, pánico, incertidumbre a pesar de lo que aparentemente pudieran significar, tienen para la persona un fondo de instrucción, de enseñanza y de conocimiento, si se aprovecha la oportunidad y es transcendida de evolución, de iluminación, pese a que momentáneamente el temor esté provocando problemas y malestares.
Recurrir al alma para autocontrol en las personas mentales
Muchas personas orientadas emocionalmente pueden recurrir a su intelecto y a su aspecto mental para de ahí controlar e iluminar ese aspecto emocional errático, las personas Mentalmente orientadas, tienen más dificultad de ejercer control de las emociones, porque sus emociones van revestidas de aspectos mentales. Estas personas tendrán que recurrir a contactar con su propia alma para que la luz del alma descienda a esa mente, alterarla, y así proceder a ejercer control. Por eso es tan necesario tener el contacto de manera permanente con nuestra propia alma, para cuando sea requerido acudir a ella.
Tercer forma: el conocimiento de los rayos.
El tercer aspecto es más elevado que las dos anteriores, pero al mismo tiempo está más restringido su uso para la humanidad, ya que quien recurre a él para regularizar sus temores, preocupaciones y dudas, debe tener conocimiento y comprensión de las cualidades de los rayos.
Ejercicio con los rayos para control de los vehículos inferiores.
Cuando un discípulo encuentra que está siendo víctima del miedo, preocupación o duda y otras fuerzas emocionales que le provocarán sin duda un verdadero sobresalto en su pensamiento, con temores asaltándolo en tropel, con su imaginación desbordada hasta lo que él considera catastrófico; debe recurrir a las técnicas de relajamiento, contemplación, quietud y visualizarse a sí mismo que de lo alto llega en su auxilio una llama blanca, pura, transparente, introduciéndose en todos sus vehículos inferiores que conforman su personalidad, su propia personalidad, limpiando, deshinibiendo todo lo que está obstaculizando. Este ejercicio superior, aunque sencillo para unos, es una gran arma para ejercer purificación y control de sus vehículos inferiores.
Las visualizaciones de sí mismo que acabo de mencionar, pueden ser repetidas el número de veces y de días necesarios hasta superar el problema. A veces puede ser recomendable agregar visualizaciones donde este candidato se llena de amor, de energía, del amor puro.
Los temores del discípulo son más difíciles de controlar
Si los aspectos emocionales de temor son difíciles y arraigados en su ser humano orientado emocionalmente, los aspectos de temor en un discípulo y en un iniciado, son doblemente difíciles de controlar, porque a la parte emocional del malestar acude un elemento muy dinámico mental que reviste a la fuerza del temor impregnándolo de sustancia y forma mental, la cual producirá demasiado daño.
El sufrimiento no es necesario en un discípulo recto.
Dijimos anteriormente que el miedo es el mal astral básico, el miedo lleva sufrimiento y el sufrimiento es un gran instructor; pero cuando el discípulo y el iniciado ha rectificado su vida, su asiento de conciencia, su ser, la aplicación del sufrimiento a partir de ése momento resulta innecesario.
Busquen eliminar todo elemento de temor, de duda y de preocupación, les aseguro que no se van a arrepentir. Trascendiendo y controlando estos elementos emocionales y mentales, serán más libres de hacer contacto con su alma y con su Esencia Divina.
Meditemos en estas palabras. Meditar es introducirnos en nosotros mismos para hacer contacto, como bellamente se ha dicho, con nuestra esencia, para que fluya y dirija todo lo que hagamos en la Conciencia Crística.
Sacramento Juarez
gracias gabriel
El temor es subversivo y altera el orden ya que se distrae en él mucha energía de la que debe estar destinada al avance
Interesante artículo y muy verdadero.