¿Por qué siempre os estáis quejando de que os falta esto, de que os deben aquello, de que no os quieren, o que no piensan en vosotros?.. ¿Creéis acaso que todas estas lamentaciones y estas exigencias os darán la felicidad? Al contrario, actuando de esta forma os preparáis una existencia llena de decepciones y de sufrimientos. Empezad por preocuparos menos de vosotros y un poco más de los demás, veréis como muy pronto todo irá mejor.
Por supuesto, os faltan algunas cosas; pero debéis pensar que siempre os faltarán algunas y que si mantenéis esa actitud negativa, aún os faltarán más. Así pues, olvidaros un poco de lo que os falta, alegraos con lo que tenéis y aprended a trabajar con ello. Cuando se tiene como vosotros, la posibilidad de abrazar el universo entero con el pensamiento, de comulgar con todas las criaturas luminosas que lo habitan, ¿es posible sentirse pobre y solo? ¿Qué os falta aún para comprender que sois ricos, que estáis llenos y que tenéis incluso con qué ayudar a los demás? Nunca seréis felices si no pensáis en hacer felices a los demás.
Para ser feliz, hay que lograr esa dilatación de la conciencia en la que uno siente que abraza al mundo entero. Y sólo el amor permite esta dilatación.
La desgracia de los humanos es que siempre tienen miedo de perder algo, y se encierran en sí mismos. No comprenden que es precisamente esta actitud cerrada la que les empobrece. Para enriquecerse hay que dar. Sí, aquél que toma, se empobrece y el que da, se enriquece.
Porque dar es despertar en sí mismo fuerzas desconocidas que dormían, que estaban estancadas en algún lugar, en las profundidades; al dar, estas fuerzas empiezan a brotar, a circular y se siente tal plenitud que uno mismo, sorprendido, se pregunta: “¿Cómo es posible? He dado, he dado, y soy más rico…” Pues bien, ¡esta es la nueva vida! Por todas partes oímos decir: “Hay que cambiar la vida, hay que cambiar la sociedad…” Pero ¿cómo queréis crear una nueva sociedad conservando la misma vieja mentalidad?: ¡tomar, tomar, tomar siempre, sin dar nunca!
Hay que acostumbrarse a dar, a dar lo mejor que poseemos. Los humanos han aprendido, ante todo, a tomar. Material, afectiva, mentalmente, sólo piensan en tomar; sólo les interesan las cosas y los seres en la medida en la que esperan obtener algo de ellos. Con esta filosofía, el mundo no cambiará, y los humanos seguirán sintiéndose solos, pobres y desgraciados.
A partir de ahora, acostumbraos a dar. Observad la fuente: los humanos, los animales van hasta ella para saciar su sed, y junto a ella crecen las plantas y los árboles. ¿Por qué? ‘Porque no cesa de dar su agua pura, su vida. La fuente nos enseña que tan sólo existe un verdadero método para atraer a las criaturas, y es el de dar, el de dar lo mejor que tenemos en nuestro corazón y en nuestra alma. Y ¿por qué temer la ingratitud de la gente? Peor para ellos si son ingratos, seguirán siendo pobres; y mejor para vosotros si sois una fuente, porque os enriqueceréis.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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Maravilloso ….. repetido y cierto …para mi llego en el momento que lo precisaba hermosa pagina ,Bendiciones,gracias,gracias,gracias.
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cada articulo es esclarecedor nos lleva a grados de conocimiento un poco mas elevados dejando la ignorancia, causa del sufrimiento .