“El hombre nació para ser rico, o hacerse rico por medio del uso de sus facultades, por medio de la unión del pensamiento con la naturaleza”. Emerson
Para pasar de un nivel bajo a uno más alto, es necesario poner mucha atención a lo que estamos pensando, sintiendo y haciendo la mayor parte del día. Cuando comenzamos a elevarnos, es natural que nuestra vibración tenga fluctuaciones intensas. Por un momento podemos sentirnos muy optimistas y poderosos y en otros momentos podemos volver a esa sensación de incapacidad, inseguridad e incertidumbre en relación a nuestras capacidades.
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Pasar de un estado de baja vibración a una de alta vibración requiere de mucha paciencia y mucho amor por nosotros mismos. Es importante comprender que todo lo que deseamos desarrollar y dominar tiene un tiempo de maduración que no podemos omitir.
Tenemos toda la capacidad para sobreponernos a cualquier condición y tenemos también todos los medios para hacerlo, pero lo olvidamos debido a la programación popular centrada en la escasez. Comenzar a recordar lo que somos capaces de conseguir y materializar no resulta tan directo y expedito como quisiéramos. Es comprensible que exista inestabilidad en nuestra fortaleza mientras nos vamos acomodando a las nuevas vibraciones.
Louise Hay dice en uno de sus libros que cuando nos iniciamos en la aventura de elevar la abundancia y prosperidad sucederán cosas contrarias que parecerán oponerse a lo que estamos intentando conseguir. Por ejemplo, alguien puede perder su trabajo, extraviar una cantidad de dinero o cualquier otra eventualidad que signifique una aparente pérdida. Seguramente esto se puede graficar con el típico ejemplo de aprender a montar una bicicleta. La mayoría de las veces tenemos alguna caída o un percance que luego es recordado como una buena anécdota.
Pasado el periodo de práctica, sentirás que llegas a una estabilidad suficiente como para reconocer que te mueves como un pez en el agua. Ya no dices: “veré como me va”, “lo intentaré”, “espero que funcione”. Ahora tus palabras son muy distintas y dirás algo como esto: “sé que lo lograré”, “haré todo lo necesario para que suceda”, “haré que funcione”.
Una vez te encuentres allí, estás a un paso de conseguirlo. En esos momentos tu energía fluye de ti con la suficiente vitalidad como para poner al mundo a tu disposición para colaborar a tu beneficio, porque también será provechoso para él.
Si antes de elevarte te rodeabas de personas con baja vibración, ellas cambiarán o se alejaran de tu vida. No olvides que cada cual tiene su proceso, su tiempo y su momento para avanzar. Los puedes invitar a subir junto contigo, pero no los puedes presionar.
Todos llegaremos, tarde o temprano a decir: “haré que suceda”.
Tristeza da quien piensa que hacerse rico es acumular dinero
Claro que si.
Excelente subiré mi vibración se que lo lograré de la mejor manera Gracias
Harè que suceda.
gracias por valiosa informacion, el universo es asi de marravilloso con sus hijos.
hola, bellos mensajes.