Somos un confort, uno para con el otro, únicamente cuando permitimos que la corriente de vida, los amigos, los asociados, los aspirantes, los niños aprendan dentro de sí mismos a ser auto-suficientes y a lograr la auto-maestría, a dejar de depender de cosas externas -aún de los Seres Perfeccionados [“Maestros Ascendidos”, “Seres de Luz”, etc.]. Estos Seres no son más que mostradores-del-camino, meros guías sobre el sendero, meros maestros, instructores y facilitadores mediante los cuales todos y cada uno de ustedes pueda captar la plena importancia que yace dentro de sus pensamientos y sentimientos controlados, y conocer el confort de ser capaz de pararse solo en la dignidad de su propia Divinidad, exteriorizando la sustancia electrónica desde el corazón de Dios, en la medida que la requieran. Ese es el confort que deseamos traer. Ese es el confort que deseo darles, Mis bellos, brillantes y benditos Espíritus de Dios.
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Diario del Puente – MaháChohán