La mayor parte de las personas no se encuentran totalmente a gusto con su vida, o por lo menos ven claramente la necesidad de realizar un cambio en alguna parte de ellas. Esto es normal, es parte del proceso que debemos seguir en nuestra evolución espiritual. De repente aparece un cosquilleo en nuestro corazón y nace la necesidad de ir en busca de algún tipo de ayuda, explicación o camino a seguir.
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Son tres áreas en las que normalmente tenemos dificultades en nuestra vida, éstas son nuestras relaciones, nuestro cuerpo y nuestra prosperidad.
Cuando tenemos dificultades en nuestras relaciones, éstas se presentan atrayendo a nuestra vida personas que nos critiquen, menosprecien, abusen de nosotros, etc. Y esto se ve en nuestras relaciones más importantes, nuestra pareja, familia, compañeros de trabajo, amigos. Simplemente reflejan lo que yace en nuestro interior.
Cuando tenemos dificultades en nuestra prosperidad, manifestamos escasez en nuestra vida y aunque nos empeñemos en tratar de cambiar ese aspecto, buscando nuevos empleos, trabajando horas extras, estudiando más, lo único que hacemos es seguir manifestando la misma escasez que yace en nuestro interior.
Y por último, cuando manifestamos alguna enfermedad, aunque sea un simple resfrío, es la expresión más directa de que en nuestro mundo interno existe desarmonía. De hecho, en cualquier dificultad que exista en los dos aspectos anteriormente mencionados, también veremos la expresión de desarmonía en nuestro cuerpo.
Es entonces cuando la vida nos pone a prueba y aparentemente nos envía conflictos para solucionar, simplemente estamos teniendo una nueva oportunidad para realizar los cambios que tenemos que concretar, tenemos que cambiar porque cambiar es evolucionar. Y a veces pensamos que para que nuestra vida sea perfecta, o por lo menos un poquito mejor de lo que es ahora deberían cambiar otros, los de afuera, mi pareja, el vecino, mi jefe, los clientes, mis padres, etc. Pero al final siempre uno llega al mismo descubrimiento, es uno mismo quien debe cambiar primero para ver luego reflejado esos cambios en el mundo exterior.
“No cambiar es pretender no evolucionar”
Entonces podemos afirmar que cuando alguna dificultad se nos presenta, es una bendición, porque simplemente nos invita a cambiar y a mejorar ampliamente nuestra vida. Y cuando realizamos algún tipo de cambio interior, por muy pequeño que éste sea podemos ver claramente cambios significativos en nuestro mundo exterior. La relación de los cambios al parecer son exponenciales, cambios pequeños en nuestro mundo interior producen cambios a mayor escala en nuestro mundo exterior.
Ya podemos comprender perfectamente que cuando tenemos esas dificultades en las distintas áreas de nuestras vidas son entonces una simple invitación al cambio, una invitación a mejorar y a crecer. Una invitación a evolucionar.
Antes de que nosotros naciéramos a esta vida, a esta encarnación precisa, estábamos en Espíritu y aunque te cueste creerlo nosotros decidimos venir a esta vida y vivir ese tipo de dificultad precisa que hoy estamos viviendo. Es más decidimos quienes iban a ser nuestros padres, decidimos sobre nuestra raza, nuestro estrato económico, nuestra nacionalidad, hasta nuestro cuerpo.
Yo sé que en este momento estás pensando de ¿por qué hubieras tú elegido vivir esa dificultad, esos problemas, esa enfermedad, esa escasez, etc.? Era el paso que te tocaba dar para avanzar.
Cuando tu decidas hacer los cambios de forma consciente y voluntaria empezarás a fluir con el Poder que proviene de nuestra Fuente y sin darte cuenta, ni con mayores esfuerzos los cambios se irán dando y entonces verás suceder milagros en tu vida.
Cuando tú estés list@ tu guía o maestro perfecto para ti aparecerá, por el momento escucha tu interior, ahí radica tu sabiduría.
Ref: Alejandra Plaza
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