Pero… ¿Qué es SERVIR y porqué hay que Servir?.
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Servir es impartir vida, vida de Dios, vida Cristica. Servir no es hacer muchas cosas, no es llenarse de actividades; es impartir vida donde reina la muerte. Si tú no estás impartiendo vida, no estás sirviendo.
La persona humana, tiene por valor primordial la Vida, la cual quedará satisfecha a la respuesta de: ¿Para qué existo? ¿Para qué estoy aquí?
Existe algo que podría ayudarnos a encontrar la respuesta, si tomamos conciencia de manera honesta de los valores, experiencias, capacidades y potencialidades que tenemos. Descubriremos que grandes, hermosos y maravillosos somos, todos y cada uno de nosotros, únicos e irrepetibles, pero ¿de qué sirve? SIRVE, SI SIRVO y SERVIR es AYUDAR, DONAR, COMPARTIR y PARTICIPAR, lo que soy con los demás.
Hemos de sentir que estar con vida es una gran oportunidad para realizarnos espiritualmente, siendo lo que SOMOS (Seres Divinos) y deberíamos estar agradecidos por las infinitas ocasiones de servir a las personas que nos ponen en la situación de dar o servir al Supremo en ella. Tenemos que sentirnos agradecidos ser instrumentos elegidos para practicar el Amor de Dios.
Cada día usted y yo tenemos esta misma oportunidad. Tal vez usted piensa que esto signifique hacer algo grande en favor de alguien. Pero no se trata de eso. Cada día es una oportunidad de Ser desde la Profundidad del Interior un canal puro de Luz y Amor, con actos altruistas.
Usted no tiene que ir a ningún lado. A su alrededor y ante cada uno hay gente que necesita consuelo, que necesita ánimo, que necesita una sonrisa, que necesita conocer, gente que necesita misericordia. Tal vez haya alguien que necesite algo que nosotros podemos proveerle, incluso hay gente que tan solo necesita alguien que le escuche, alguien que ore por ella.
«Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Marcos 10:45).
Cada día es una oportunidad de servir.
Servir implica salir de nuestra comodidad. Una de las razones por las cuales a la gente hoy en día le resulta tan difícil servir es a causa de que no queremos cambiar nuestra comodidad. Pensar que nuestras ocupaciones son más importantes es una forma equivocada de vivir.
Una vida sin Servir no tiene sentido. Uno de los mayores obstáculos con los que se vive hoy en día es el querer ser más que los demás. El pensamiento del mundo actual es que la grandeza de una persona consiste en que los demás nos sirvan. Si puedes pagar por ser servido se es alguien importante. No es suficiente con vivir tu vida y no hacerle daño a nadie. La oportunidad de servir se encuentra en cada esquina de la vida, en el trabajo, en la casa, con los amigos, en fin… en toda ocasión que la circunstancia te lo permita, ayuda a quien puedas, da lo mejor de ti, los valores, habilidades y talentos no son para guardárselos para uno mismo, esto carecería de sentido, sin embargo a veces estamos tan ocupados con nuestros propios intereses que dejamos el servir postergado en la inmensidad de nuestras prioridades.
Servir nos hace Grandes. Para dejar huella en este mundo, hay que plantar un árbol. Esto nos hace importantes. Jesús dijo que nuestra tarea no es esperar ser servidos, sino preocuparnos por tener un estilo de vida de servicio. Así que cualquiera que quiera ser el mayor, el más grande deberá ser antes servidor Así que la grandeza de una persona está en servir, sin importar quiénes somos o fuimos. Las mejores ganancias son las riquezas espirituales.
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Todo el mundo puede ser grande… porque cualquiera puede servir. Para eso no necesitas tener un título universitario. No necesitas tenerlo todo materialmente. Lo único que necesitas es un corazón y un alma nacida del amor.
El servicio tiene una íntima relación con el crecimiento espiritual y material. El servicio siendo un acto de labor desinteresado, en donde tu voluntariamente das lo mejor que tienes para otras personas sin ambición; es un acto de nobleza, tan virtuoso, que es un paso primordial para aquella persona que quiera llegar alto (no obstante con los pies bien puestos en la tierra).
El servicio desinteresado purifica. Amor, plenitud y Servicio siempre van juntos. Dios nunca estará satisfecho con algo incompleto, no-realizado, no-colmado y no-manifestado. Él quiere de nosotros la realización, la revelación, la manifestación y la perfección. Si estas cosas no se producen durante esta vida, tendremos que pasar entonces por muchas experiencias que nos llevaran a la basta comprensión de ese propósito.
- El camino del servicio a la humanidad es el secreto de una vida auténtica
- El “Acto del Servicio desinteresado”, es un perfecto boomerang!!
- Cumple tus deberes como Servidor de la Luz sinceramente y tus privilegios vendrán sin pedirlos y sin esperarlos.
- El significado de una vida verdadera es servicio. La vida está creada para el servicio y no para el egoísmo.
- Mantén tu vida para el servicio de otros.
- Cuanta más energía pongas en elevar y servir a otros, más fluirá la energía divina hacia ti.
«Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Marcos 10:45).
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¿Cuál es el objeto del servicio?
Al Servir descubrimos la verdadera felicidad. El sentido de separación es aniquilado, emerge la unidad. Se erradica el egoísmo y se consigue una amplia perspectiva de la vida. Comienzas a sentir unidad en la vida. Desarrollas un gran corazón con una perspectiva amplia y generosa. Poco a poco alcanzas el conocimiento del Ser. Te das cuenta del “Uno en todo” y el “todo en Uno”. Sientes una alegría sin límites.
Por medio del servicio purificas tu corazón porque el egoísmo y las ideas de superioridad desaparecen. Se desarrolla humildad, amor puro, compasión, tolerancia y misericordia.
El servicio es la consigna en el camino hacia la Luz, te transporta y te lleva a la senda de la espiritualidad. El servicio total y desinteresado a la Humanidad prepara al aspirante para la consecución de la conciencia cósmica o la vida de unidad con el Ser de Luz. Los aspirantes al servicio eliminan el ego y limpian la mente inferior a través del servicio desinteresado prolongado.
Oportunidades para el servicio desinteresado.
El mundo eres tú mismo. Por lo tanto, ama a todos, sirve a todos, sé amable con todos. Ve la Luz en los pobres, en los pisoteados, en los oprimidos, en los soberbios, en cada uno estás también tú.
Hazte un sirviente de la humanidad. Éste es el secreto para alcanzar la realización en la Tierra, ésta es la verdad con minúsculas que lograras encontrar en este plano.
Desarrolla un corazón comprensivo. Ayuda a tus hermanos menores en el camino espiritual. Levántales. Ilumina su camino. No esperes que sean perfectos. Se caritativo sin más, todos llevan luz en su interior, tu misma luz, pueden brillar más o menos, pero es la misma chispa divina. La mayoría de ellos lo hacen lo mejor que pueden, lo mismo que tú. Crecerás ayudándoles. Crezcamos todos juntos, si entre todos fuéramos serviciales, este mundo sería un poco mejor, es decir, servir al prójimo y viceversa; sería como trabajar en equipo.
Finalmente, utiliza tu energía, tu educación, tu intelecto, tu riqueza, tu fortaleza o cualquier cosa que poseas, para la mejora de los que están en tu entorno con una posición siempre humilde. No pierdas ninguna oportunidad de ayudar y servir a otros. Agradéceles el darte la buena oportunidad de servirle.
Ningún servicio es superior o inferior. El que ha comprendido el verdadero significado de la vida tomará cualquier trabajo como actividad que acerca a la Luz. En su visión no existe el trabajo inferior o poco importante. Todo trabajo de servicio hacia los demás acerca al objetivo.
Cómo servir
Utiliza cada minuto para servir a otros en la mejor forma posible. Tu Presencia tiene el Propósito de ser una Bendición para el mundo. No esperes nada cuando sirvas a un hombre o entregues un regalo de tu interior.
El servicio a la humanidad no deben ser actos meramente mecánicos. Debe hacerse con aptitud devocional. Sirve a los demás con el sentimiento de que la Luz vive en todo. El mundo es una manifestación de Dios, el servicio a sus criaturas es la mejor forma de acercarse a él.
Cuando sirvas, recuerda que trabajas para la Luz. Realiza cada acto con la certeza de que la Luz vive en ti. Pronto crecerás espiritualmente. Pronto verás transmutada tu luz interior.
Examina siempre a fondo tus motivos. Elimina los motivos egoístas. Recuerda que Dios es el motor interior que te impulsa a la acción. Tú eres sólo su instrumento. A causa del egoísmo, uno piensa que él es el que hace todo, y por ello se ata.
Trabaja con la consciencia de ser impulsado por la voluntad Cósmica y tendrás mayor fortaleza y menor vanidad. El trabajo no te atará. Es a través de la Luz que está dentro de ti por lo que eres capaz de trabajar. Siente esto en cada momento de tu vida. Actúa como un administrador, no como un propietario. Así no estarás atado porque no existirá “lo mío”.
Estate absorto en el trabajo interior. Entrega todo tu corazón, mente y alma. No te preocupes por los resultados. No pienses en el pasado. Ten confianza completa. Práctica la confianza en ti mismo. Sé alegre siempre. Se atrevido y valiente. Sé ardiente en el servicio. También sé constante en el servicio.
Trabaja sin apego.
Es extremadamente difícil hacer servicio realmente desinteresado, es el ego el que siempre espera algo, el ego quiere servirse a sí mismo, ¿No es eso muy triste? Las acciones deberían realizarse sin apego, sin la sensación de estar haciéndolas para obtener algo a cambio, para el beneficio propio y personal.
Realiza este hermoso trabajo de servir como Amor a tu propio Ser. Este es el propósito para tu vida. Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviéndote a ti mismo y cumpliendo uno de tus propósitos. No estamos en la tierra solo para respirar, comer, ocupar un espacio y divertirnos. Recuerda que estamos aquí individualmente para que hiciéramos un aporte singular con nuestras vidas.
Como es una persona servicial
Jesús dijo: “Tu actitud debe ser igual a la mía, porque yo, el Mesías, no vine a ser servido sino a servir y a dar mi vida ”MATEO 20:27-2
La verdadera meditación da como resultado un creciente poder de servir. El verdadero servicio consiste en hacer partícipes a los demás de nuestra vida interior. Es preocuparse por nuestro propio crecimiento.
Por esta razón el servicio no es opcional, es algo que debe incluirse en nuestro estilo de vida, haciendo todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, viendo en los demás a nuestro otro yo.
La persona con espíritu de servicio no es aquel que sólo se limita a resolver necesidades materiales, sino ese que al ayudar se entrega a sí mismo. No espera nada a cambio de sus favores, confía en los demás y es capaz de hacer cosas nuevas y extraordinarias.
El que sabe servir es aquel que no se hace de la vista gorda cuando ve a alguien en aflicción o apuros, aquel que se siente cercano ante el conocido y el desconocido y está consciente de la existencia de los demás.
Una persona servicial cambia su entorno con su cálido trato y con ese sabor que sabe darle a la vida. Suele tener una influencia positiva en los demás e imprime alegría y optimismo a su vida.
Una persona servicial es humilde y se hace parte de la vida de un hermano estando siempre presente, tendiendo su mano para que el flujo del Amor de Dios se mantenga en movimiento.
Nunca es tarde para empezar a servir a los demás pues por fortuna la vida comienza todos los días y el mundo estará siempre lleno de personas, situaciones, animales que necesiten de nosotros.
El servicio es el camino para encontrarle sentido a nuestra existencia.
“Si tú le ayudas a otros a obtener lo que ellos buscan, Tú tendrás lo que tú deseas”
El mejor servicio que puedes hacerle a otro, es manifestar en tu propio carácter las cualidades que a él le falten.
La manera de poner a prueba el valor de tu servicio cotidiano, en relación con el de los demás, consiste en observar si, día a día, te sientes más tranquilo, más contento, más feliz y más tolerante.
El mundo reclama de cada cual, su mejor esfuerzo en bien del servicio; pero jamás se pretenda realizar también el deber que a otro corresponda. Cuando has hecho todo lo que puedes, has hecho todo lo que debes.
No hay nadie en el mundo que no tenga necesidad de alguna cosa pero tu mejor ayuda será darle aquello que necesita y no lo que pueda desear.
Si llegas a creerte mejor que los demás por el hecho de que estás aprendiendo a servir, y porque te parece que ellos no siguen el mismo camino… desde ese mismo instante dejas de servir.
No busques el fruto de tu servicio y no te entristezcas si aquél a quien has ayudado no pronuncia ni una palabra de agradecimiento. Sirves al alma y no al cuerpo; y
aunque los labios permanezcan mudos, siempre te será dado percibir la gratitud del alma.
Al dar, no sólo no debes exigir que tu protegido guarde para sí el don que le has hecho, sino que debes regocijarte si esa dádiva contribuye a que otro sea feliz.
La Verdad está dentro de nosotros, y está clamando por salir a la superficie y la mejor forma de reflejarla es SIRVIENDO. Pero desafortunadamente hemos mantenido la puerta cerrada y no estamos dejando que la Verdad salga.
Por ultimo recuerda que el servir es una de las aptitudes que vas a necesitar para triunfar, es tu camino al éxito. En definitiva servir de corazón es lo único que te va a ayudar porque te vas a sentir muy bien. Más de lo que te imaginas. Y eso es un Éxito en esta vida.
cada dia me doy cuenta que DIOS es tan inmenso. gracias por tu literatura gabriel vallejo. gracis x servir