¿Qué significa crecer?

En realidad crecer no es posible, porque ya somos lo más grande que podemos ser. Cuando decimos que queremos crecer, en realidad lo que estamos necesitando hacer es aceptar la grandeza que ya tenemos.

Entonces cuando decimos o sentimos que queremos crecer, podemos preguntarnos ¿cuánto es lo que tengo que aceptar para instalarme en ese lugar, en esa vibración que presiento que me corresponde?

Entonces crecer no es posible, pero aceptar lo grande que somos sí es posible y está en nuestras manos. La distancia que hay entre donde te encuentra hoy y el lugar donde quieres estar, no depende de tu crecimiento, solamente depende de tu aceptación de que eso ya es real.

Esto aplica a cuando estamos sintiendo que queremos desarrollarnos, cuando queremos descubrir nuestro potencial, cuando queremos ser más de lo que estamos siendo hoy. Cuando al decirnos estas palabras nos quedamos con la sensación de que nos falta desarrollo, pero en realidad, lo único que falta es aceptación. Lo único que falta es hacer el descubrimiento de lo que ya somos.

Por eso no es asertiva la palabra luchar y se hace muy efectiva la palabra soltar. Para sentir que crecemos no tenemos que incorporar algo que falte, sino, soltar la errada idea que tenemos de nosotros mismos.

Crecer es en definitiva la acción de soltar los límites que nos mantienen en un lugar más pequeño del que nos corresponde, es dejar ir lo que no corresponde para quedarnos con la verdad que yace dentro de nosotros. Creo que ese es el mayor descubrimiento que podemos hacer.

Para crecer no se requiere energía, se requiere descanso. No se requiere tanta instrucción, más bien se requiere silencio para escuchar la voz sabia que habita dentro. Crecer es un acto pasivo, que requiere paz, tranquilidad y armonía con nosotros mismos.

Estando en un estado angustioso y urgente, jamás tendremos la posibilidad de encontrar ese crecimiento. Si nos mantenemos en estado de alerta, estaremos impidiendo llegar a esa profundidad que contiene todas las respuestas. Es como querer evitar ahogarse en un rio mientras no podemos sostener la tranquilidad para fluir con el agua.

Evidentemente que el miedo es quien nos traiciona. Temer un fracaso o un tropiezo es asegurarse problemas. Sostener la calma frente a la tormenta es lo más adecuado y tenemos una gran misión aquí. Dejar de sentir miedo es la cuestión de fondo y el miedo es lo que más abunda.

Patricia González – Coaching Evolución Espiritual


Suscribirse al canal de YouTube

PRODUCTOS RECOMENDADOS

  Productos espirituales  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba